Análisis de sangre azul (2016) – Crítica

«Análisis de sangre azul, rodada en Super 8 y 16 milímetros, nos permite reencontrarnos con la mirada original del cine, donde la obra cinematográfica exhibe al mundo aquello con lo que soñamos, las obsesiones humanas que se presentan en nuestro día a día»

El doctor Pedro Martínez registra con su cámara la vida de un grupo de pacientes en un centro psiquiátrico, entre ellos se encuentra un hombre que no recuerda su pasado y al que llaman El Inglés. A pesar de desconocer su origen, es tratado como un aristócrata, lo que provoca que se vaya convirtiendo en el centro de las teorías evolutivas del doctor.

Análisis de sangre azul, rodada en Super 8 y 16 milímetros, nos permite reencontrarnos con la mirada original del cine, donde la obra cinematográfica exhibe al mundo aquello con lo que soñamos, las obsesiones humanas que se presentan en nuestro día a día. El falso documental supone una idea excelente para regresar al inicio, ya que su forma es la de una grabación aparentemente espontanea, como la salida de trabajadores de la fábrica de los hermanos Lumière, que es capaz de imaginar ficciones tan apasionantes como el viaje a la luna de Méliès. Ambas son muestras de la curiosidad innata del cineasta que al utilizar una cámara siente el arrebato de los protagonistas de la obra de Zulueta.

La cinta de Blanca Torres y Gabriel Velázquez mira a la realidad a través del cine como si se estuviera aprendiendo de nuevo a observar. La película se transforma en una memoria donde dejar constancia de nuestros descubrimientos. A su vez, el protagonista del filme no tiene pasado, no guarda en la cabeza ningún recuerdo de su identidad. El Inglés comprende que lo que ve a su alrededor es lo único que existe ahora, todo lo que registró en el pasado ha desaparecido. Tanto él como el camarógrafo deben redescubrir el mundo.

Es la historia del hombre detrás de la cámara, una especie de científico loco que experimenta con sus pacientes, pero también la de aquel que está delante y que por primera vez se convierte en objeto de la creación cinematográfica. Un hombre y un arte comienzan a caminar, a utilizar sus capacidades.

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Miguel Suárez

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra, articulista en diversos medios y autor de ensayos sobre cine y filosofía. También ha escrito y dirigido cortometrajes y producido piezas de videocreación. Actualmente coordina el Festival Internacional de Cine Fantástico HOA y programa la muestra 'Cine del Este' que se desarrolla en Pamplona.

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