El Primer Festival Internacional de Cine de la Ciudad de Barcelona-Sant Jordi, concretamente en los Cinemes Verdi de la Vila de Gràcia, no ha podido tener mejor comienzo. Se ha inaugurado con la película Norman, el hombre que lo conseguía todo (2016), toda una premier en España del realizador Jopeph Cedar, el mismo que dirigió en su momento los films Time of Favor (2000), La fogata (2004), Beaufort (2007) o Pie de página (2011). Sin duda alguna, Norman es una gran cinta, tanto a nivel de dirección, de interpretación, de fotografía, y de guion. No negaremos que Richard Gere, tiene sus altos y sus bajos como actor, y sin embargo, ha dejado boquiabiertos a toda la prensa que estaba en la premier. Y no solo eso, sino que el resto del elenco está a la altura. Hablamos de actores de la talla de Lior Ashkenazi que lo recordaremos por su trabajo en Late Marriage (2001), Caminar sobre las aguas (2004), o Hello Goodbye (2008), por poner algunos ejemplos, sin olvidarnos de Yossi (2012), dirigida por el insigne Eytan Fox, o del no menos significativo Michael Sheen (Las cuatro plumas, 2002; Underworld, 2003; La reina, 2006). Unos secundarios de lujo que, al mismo tiempo, se encontraban acompañados por Charlotte Gainsbourg (I´m Nor There, 2007), Dan Stevens (Actividades criminales, 2015) y, Steve Buscemi, del que no olvidaremos sus intervenciones en Boardwalk Empire. Todos los actores, hasta los que omito nombrar, acompañan y realzan la historia del guion, escrito por el mismo Cedar. Es una historia que funciona como un engranaje ajustado, y muy bien engrasado, sin fisuras, sin grietas. En una palabra: un esplendido relato de principio a fin, y por cierto, de mucha actualidad: un hombre de negocios de poca monta, de nombre Norman Oppenheimer, conoce en plena calle y por casualidad a un joven político israelí, en sus horas más bajas. Unos años más tarde, se convierte en el Primer Ministro de Israel, un líder influyente en todo el mundo, a todos los niveles. Entonces, la vida de Norman cambiará, tanto para bien como para mal. Y es que Norman se mueve en unos negocios que rozan la ilegalidad, sin sobrepasar la línea marcada por la ley. Sin duda alguna, cuando el film se estrene en España, les recomiendo que vayan a verla. Es una gozada y un disfrute para la vista (y los sentidos).
Mientras, en otras salas de los Cinemes Verdi, se estaba proyectando en la sección de Imprescindibles, la película Jeux interdits (Juegos prohibidos) realizada en 1952 por René Clément. Como dijimos en su preciso momento, el BCN FILM FEST recupera la tarea de formar a nuevos espectadores de cine. Una labor más que imprescindible observando el rabioso descenso de personas que acuden a las salas.
Pero aquí no termina la cosa. Tras la proyección de Norman, el director de la misma, Joseph Cedar y el actor Richard Gere, darían una rueda de prensa y contestarían a todas nuestras preguntas. Tras una relativa espera, ambos hicieron su aparición, colocándose adecuadamente sobre una tarima debidamente preparada. Las preguntas, de toda índole, no tardaron en llover. De esta forma aseguró que Europa tiene una idea muy equivocada de América, y especialmente de Hollywood, donde da la impresión que es una especie de Sodoma y Gomorra, la gente es horrible, pero no es así. Día a día todos nos enfrentamos a los mismos problemas. Los seres humanos, sea de dónde sean, no son tan diferentes y las diferencias son muy pequeñas.
Cambiando de tercio, nos comentó que era actor desde los 19 años, y que le emocionaba tener nuevos proyectos entre las manos, y que cuando Joseph Cedar le presentó el guion de Norman, enseguida se dio cuenta de que era algo único, sin precedentes, y eso era una gran satisfacción para seguir en pie. De todos modos, en Nueva York, había conocido a muchos Normans exactamente iguales a los de la película. Tampoco hacía falta ir tan lejos, estaba seguro que en Barcelona también podría encontrar algunos Normans. Están en todas partes.
Aprovechó para desmentir ciertas informaciones de algunos medios de comunicación sobre su apoyo a la causa tibetana. Según éstas, su implicación en la causa tibetana le habría pasado factura y le estaba perjudicando seriamente en su trabajo de actor. No monopolizó la rueda de prensa con este tema, pero dejó muy claro que son totalmente inciertas dichas informaciones. Lo que sí ha querido resaltar, es qué, la mayoría de actores y directores chinos, tienen prohibido trabajar con él.
Sobre la política Norteamericana, no pudo ser más claro. Es una situación confusa, compleja, y muy descorazonadora. No hay duda de que Donald Trump no tiene las cualidades necesarias para ser presidente. Es una época humillante para nosotros. Trump se guía por unos impulsos de cariz animal y desafía las leyes de la naturaleza. Tiene una actitud muy cerrada, muy egoísta y… así no se va a ninguna parte.
