Nada llama más la atención que la sangre sobre la nieve. Nada es más negro que el carbón. En la cultura china, los colores blanco y negro simbolizan muerte, mala suerte, atraso. Sin embargo, el rojo es progreso, belleza, buena suerte. De esto último hay muy poco en esta película. Blanco y negro, todo lo que queráis.

Si seguimos con los significados culturales, también podemos hablar de las flores. A lo largo del metraje, los cadáveres hechos pedacitos se arrojan desde lo alto de un puente y caen como si fueran las flores de cerezo después de la primavera, asociadas a la belleza y el dominio femenino. Ya estoy contando de más.

Black coal, thin ice trata del sentimiento de culpa, de autoinculparse, de ser inocente, de dejar de serlo por venganza. De vengarse para poder seguir viviendo. De soledad, pérdida, de que te rompan el corazón.

La acción tiene lugar en Manchuria, la región más desapacible del norte de China. La contaminación, la suciedad y la soledad (las calles están vacías, no se sale si no es por extrema necesidad) de la pequeña ciudad dotan a la historia de esa atmósfera de film noir tan necesaria. También puntúa positivamente que la banda sonora sólo se componga de algunos acordes de violín, del sonido de las pisadas en la nieve al caminar, del pitido que anuncia que la lavadora ha terminado y del ruido de los disparos que hacen saltar las alarmas de los coches en medio de la noche.

Con esta película, China conquistó Europa alzándose con el Oso de Oro, el máximo galardón, en la pasada edición del Festival de Berlín. Ése festival europeo que se celebra en invierno, con un perfil más bajo que Cannes y menos glamouroso que Venecia.

En el mismo festival, el actor protagonista Liao Fan se hizo con el Oso de Plata a la Mejor interpretación masculina por dar vida a un policía violento y alcohólico, que sólo se mantiene sobrio cuando tiene a su lado a una mujer que  le cuida, y que acaba herido durante un tiroteo en el que pierde a sus amigos, el trabajo y la vergüenza. Este personaje entra en una espiral de autodestrucción de la que parece imposible salir y se mueve continuamente en el filo de la navaja. Sin embargo, gracias a un golpe de suerte (poco explicado), emprende un viaje que le ayudará a avanzar, a salir del pozo y a escapar de un pasado en el que sigue atrapado.

Gwei Lun Mei está inmensa en su papel de hierática mosquita muerta que encierra a despiadada mantis religiosa vestida con parka, bufanda XXL y pantalones pitillo. No es Verónica Lake. Ni falta que hace. Su personaje parece fácil de romper, como una fina capa de hielo. Si algo tiene claro es que en caso de morir, lo hará matando. Mientras todo el mundo a su alrededor se vuelve loco, ella sigue trabajando en la lavandería. Magnífica metáfora de quien se dedica a lavar los trapos sucios de los demás diariamente, como si así limpiara también su conciencia. Pero esa mancha no sale.

La relación entre los protagonistas es de manual. El detective alcohólico que se enamora de la principal sospechosa. Sin embargo, la relación que se establece entre ellos es muy poco convincente. Aunque a lo largo de la película se traspasa muchas veces la delgada línea que separa el deber del placer o el placer del dolor, no me creo que se estén enamorando en el peor momento de sus vidas, ni tampoco que ambos estén fingiendo que se gustan para ganarse la confianza del otro y así, conseguir sus objetivos (él, encerrar al asesino; ella, despistarle).

Diao Yinan escribe y dirige un thriller correcto sobre una investigación criminal con una trama bastante entretenida. Sin embargo, deja sin atar algún cabo suelto y sobra alguna escena irrelevante que se debería haber quedado en la sala de montaje. Pese a estos detalles y a la poca química entre los protagonistas, Black coal, thin ice es auténtico cine de género, dirigida con maestría, con un gran trabajo de cámara y acciones violentas inesperadas.

Sinopsis El policía Zhang Zili abandona el cuerpo tras la traumática muerte de dos de sus compañeros durante la investigación de un asesinato finalmente no resuelto. Cinco años después, el asesino vuelve a la carga, y Zhang, convertido ahora en un guardia de seguridad con problemas de alcoholismo, se plantea intentar capturarlo por su cuenta.
País China
Director Diao Yinan
Guión Diao Yinan
Música Wen Zi
Fotografía Dong Jingsong
Reparto Liao Fan, Gwei Lun-mei, Wang Xuebing, Wang Jingchun, Yu Ailei, Ni Jingyang
Productora Boneyard Entertainment China / China Film Co. / Omnijoi Media Corporation / Jiangsu Omnijoi Movie
Duración 106 min.
Género Thriller
Título original Bai ri yan huo (Black Coal, Thin Ice)
Estreno 03/10/2014

Trailer