El amanecer del planeta de los simios

El amanecer del planeta de los simios

El amanecer del planeta de los simios se ve igual que se lee un relato corto de ciencia ficción: uno puede imaginarse fácilmente qué es lo próximo que va a ocurrir, pero eso no hace que el viaje sea menos gratificante. Página tras página nos sorprendemos con la audacia del autor o su maravillosa imaginación y, cuando todo ha terminado, es imposible abandonar ese nuevo mundo del todo. La película, a pesar de durar más de dos horas, resulta rápida y amena, quizás porque ninguna escena parece gratuita ni ningún personaje prescindible.

Si la anterior entrega de la serie fue un éxito (para muchos inesperado), es debido a que el arco emocional de sus protagonistas funcionaba a la perfección. Sin embargo, muchas de las ideas presentadas eran francamente absurdas y contrarias a las del clásico de los sesenta. Y es que mientras que Charlton Heston, en su discurso final, maldecía las guerras, el filme de 2011 castigaba la curiosidad científica. Pues bien, me alegra decir que la nueva aventura simia tiene todas las virtudes de su predecesora y ninguno de sus defectos.

Como toda buena película, El amanecer del planeta de los simios defiende una tesis central que resulta muy clara desde ya sus primeros minutos: la violencia engendra violencia y ninguna guerra es buena. Parece una afirmación que firmaría el excelentísimo señor Perogrullo, pero proviniendo de una América que cada día acepta con más tranquilidad la demencia de los grupos ultraconservadores, encuentro esta como una filosofía positiva y necesaria. Por otro lado, es cierto que las historias no se nutren de buenas intenciones sino de drama. Algo que han entendido perfectamente tanto los guionistas del filme como su director, Matt Reeves, que hace uso de unos inolvidables planos secuencia que nos introducen de lleno en los horrores del combate. Otra sorpresa agradable es ver como se saca el máximo partido de unos actores que, como es el caso de Gary Oldman, apenas tienen un puñado de escenas para defenderse.

La tecnología de captura de movimiento demuestra aquí cotas que muchos creíamos que no podían alcanzarse. Pero lo mejor es que dicha tecnología está al servicio de la narración. Ninguno de sus protagonistas está realmente ahí, en ese bosque, y, sin embargo, resultan personajes mucho más humanos que la mayor parte de los héroes que hemos visto los últimos meses pulular por la gran pantalla. Los primeros quince minutos de metraje (carentes de seres humanos) tienen una sensibilidad más cercana a la de un documental de la BBC sobre los orígenes del hombre que a una superproducción veraniega.

Resulta que la octava entrega en una franquicia con más de cuarenta años (para colmo, escrita y rodada con prisas para llegar a la fecha de estreno prevista), es una de las mejores películas del año. ¿Cómo bananas es esto posible? Pues, sencillamente, porque la gente involucrada sabe contar una historia y han puesto todo su esfuerzo y talento en ello. No hay personaje que no tenga una motivación lógica y contundente (interesantísimas las traiciones bizantinas dentro de la tribu simia). No hay humor fuera de lugar ni discursos baratos.

El final no sólo tiene sentido lógico, sino, más importante, sentido temático. La batalla que libran los personajes es una auténtica batalla de ideas, que nunca puede resolverse del todo. Y aunque sea imposible tener un final tan descorazonador como el de la película original (o su primera secuela, todavía más brutal), aquí el desenlace muestra cierta lástima hacia lo inevitable del conflicto violento en toda sociedad humana. Pero no lo hace de una forma cínica, sino completamente sincera y emocional, con un sentido de la tragedia rara vez visto en el Hollywood moderno.

En el futuro que vaticina la saga del “planeta de los simios”, no existen bandos buenos y malos, pero sí buenas y malas personas. Y son estas últimas las que, vivan o mueran, acaban por destruir toda esperanza. Si esto se queda en ciencia ficción o se convierte en la cruda realidad ya es algo que, me temo, sólo depende de nosotros.

El amanecer del planeta de los simios

Sinopsis Un grupo de simios evolucionados genéticamente, capitaneados por Cesar, se convierte en la raza dominante del planeta tierra. Su única amenaza de crecimiento es un grupo de humanos que han sobrevivido a un virus devastador desatado en la década anterior. Ambas razas han conseguido obtener una tregua de paz, que se verá rota cuando ambas partes se sitúan al borde de una guerra que determinará quién será la raza dominante en la Tierra. Secuela de la película «El origen del planeta de los simios». Andy Serkis volverá a interpretar al papel de Cesar.
País Estados Unidos
Director Matt Reeves
Guión Rick Jaffa, Amanda Silver, Mark Bomback
Música Michael Giacchino
Fotografía Michael Seresin
Reparto Andy Serkis, Jason Clarke, Gary Oldman, Keri Russell, Toby Kebbell, Kodi Smit-McPhee, Enrique Murciano, Kirk Acevedo, Judy Greer
Productora 20th Century Fox / Chernin Entertainment
Duración 130 min.
Género Ciencia ficción
Título original Dawn of the Planet of the Apes
Estreno 18/07/2014

Trailer

Calificación8
8

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Enrique Dueñas

Enrique Dueñas , escritor y guionista, aficionado al género fantástico y la tarta de queso.

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