El amor es más fuerte que las bombas (2015), de Joachim Trier – Crítica

El amor es más fuerte que las bombas

«Joachim Trier, director y guionista de El amor es más fuerte que las bombas, cumple con su cometido y nos ofrece una película más convincente que sus anteriores dramas.»

La filmografía de Joachim Trier que ha llegado al público hispanoparlante puede resumirse así: un corto y tres largos. En total, cuatro dramas psicológicos. En esta ocasión, fiel a su patrón, Trier nos propone un nuevo drama. La novedad es el ambiente en que transcurre la trama (una familia rota por la muerte de uno de los cónyuges) y el resultado es un drama psicológico en el que es imposible decir si el componente dramática es más o menos importante que el psicológico. Al salir a uno le queda cierta amargura sobre lo que ha visto e intentará buscar similitudes con su vida cotidiana o la de sus conocidos. Si usted no tiene miedo a la desazón que pueden sacudirle tras 105 minutos de drama, esta película le hará disfrutar, pero si usted anda en busca de entretenimientos ligeros, de espectáculo o de thrillers trepidantes y que mantienen la tensión hasta el final, huya de esta película como de la peste. Si le gustó la película ‘La segunda madre‘ (2015) que nosotros mismos comentamos en El Cine en la Sombra, sepa que esta película tiene el mismo trasfondo argumental: hijos que no han recibido el cariño suficiente de uno u otro de sus progenitores.

Y es que el cine y la filosofía en los Países Nórdicos, cuando se pone trascendental, es más deprimente que un Fórmula I con gaseosa en el depósito. Ahí está Bergman, con su decena de Oscars, para recordar que cuando visionemos una de sus películas, inmediatamente precisaremos alguna experiencia que nos levante el ánimo o un combinado de taurina y cafeína. Las últimas películas del primo lejano de este Trier noruego, el otro Trier danés (Lars von), no son tampoco lo que se dice la “alegría de la huerta”. No es nada nuevo en el lejano Norte. La filosofía existencialista del danés Sören Kierkagaard, dio a muchos jóvenes de su generación la posibilidad de suicidarse tras su lectura; un paso adelante porque hasta ese momento solamente se suicidaban en nombre de Nietzsche. Hay algo en los Países Nórdicos (y Noruega es el más nórdico de todos ellos) que induce a la depresión y al pesimismo. Quizás sea que andan escasos de Sol. Esta película es hija de ese clima de desasosiego y turbación.

¿De qué va ‘El amor es más fuerte que las bombas‘? De una familia en la que uno de los cónyuges acepta un trabajo tranquilo y sereno para poder estar al lado de los hijos, educándolos, mientras que la otra parte lleva una vida de viajes vertiginosos, notoriedad profesional, riesgos redundantes y multiplicados a la enésima potencia. ¿Cómo es la vida familiar de una pareja con este patrón y cómo sigue siendo cuando la parte agitada fallece bruscamente? Es, en definitiva, una película que intenta describir la situación de una pareja así concebida y de cómo estas características afectarán a los hijos.

El director y guionista, con una carrera todavía corta, cumple con su trabajo y nos ofrece una película mucho más convincente que sus anteriores dramas. De casta le viene al galgo porque Joachim Trier tiene una lejana (pero no inexistente) vinculación familiar con Lars von Trier, el celebérrimo y original director danés, antes mencionado. Joachim es danés, natural de Oslo y tiene una sólida formación cinematográfica. Estudió en la European Film College de Ebelfort y en la National Film & Television School del Reino Unido. El cine ha sido su pasión desde joven. Con esta consistente formación y con una vocación indiscutible, todos los productos de Trier tienen un sello personal que ya le ha reportado varios premios internacionales y, en general, buenas críticas.

La película es un drama, pero también podría haber sido escrita en clave de comedia. De hecho, el mismo día en que asistíamos a la proyección de esta película, el azar quiso que viéramos el episodio 4 de la sexta temporada de ‘Big Bang Theory‘, en donde el ingeniero Howard Jöel Wolowitz retorna del espacio pensando que sus amigos lo tendrán por héroe, pero todos ellos, incluso su propia esposa, siguen con sus vidas cotidianas y terminan por considerar las aventuras de Wolowitz en el espacio que cuenta con deleite y reiteración, como propias de un pelmazo. Pues bien, salvando las distancias, esta es la misma actitud que terminan teniendo los hijos y el cónyuge que se hace cargo de ellos ante la otra parte por mucho que los medios de comunicación aireen sus triunfos y victorias.

La película fue pre-estrenada en el Festival de Cannes en 2015 y participó en la Sección de Largometrajes a concurso siendo derrotada. Gabriel Byrne, como siempre, cumple con su papel, erigiéndose como eje de la trama, bien flanqueado por Jesse Eisemberg en el papel de hijo mayor. Más discreta es la actuación de Isabelle Hupert, actriz francesa que, en esta ocasión nos anega irremediablemente con la tristeza que encarna su personaje. Pero hay en su interpretación algo que falla o quizás sea que le ha tocado un papel demasiado depresivo como para que pueda satisfacer al espectador que bastante tiene con sus problemas cotidianos.

Es inevitable que el observador, cuando visiona una película de este tipo, tienda a establecer paralelismos con su vida y con sus experiencias personales. En todos nosotros, en nuestras vidas, en nuestros círculos familiares pueden existir problemas como los que plantea esta película: adicción a los viajes y a las situaciones de riesgo, hijos con síndrome de abandono, un cónyuge que nunca está donde tiene que estar, problemas de fidelidad conyugal, problemas y experiencias traumáticas de los padres traspasadas a los hijos… Esto es lo más terrible de esta película: que lo que plantea es triste y dramático, pero, para muchos puede resultar ser lo cotidiano.

La película tiene alguna sorpresa que, por supuesto, contribuye a elevar la tensión dramática de los protagonistas. Y esto es lo que puede reprochársele a esta cinta: que haya intentado ir demasiado lejos en la construcción de la tragedia familiar y se haya, literalmente, pasada de rosca. Hay algo, al final de la cinta, que falla y es, seguramente, ese exceso en recalcar los ribetes dramáticos de la película. Y es una pena porque, como hemos dicho, algunos de los problemas que plantea la cinta están en nuestro día a día. Todos nos habremos preguntado alguna vez si nuestra vida profesional puede comprometer o arruinar nuestra vida personal y si realmente lo que hacemos es más importante que el cuidado, la educación y la compañía de nuestros hijos.

Hubiera sido de desear que esta película aportara alguna respuesta a estos temas como el “¿quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos?” de la filosofía. Pero la repuesta está ausente, es quizás lo más endeble de la cinta. Lo que queda cuando aparecen los títulos de crédito son vidas rotas a las que les resulta imposible dar marcha atrás. El sol no brilla en el universo dramático de Trier. Los problemas nos superan, no estamos en condiciones de dirigir nuestras vidas –aunque tengamos el vicio de creer, en algún momento, que lo hacemos– y no hacen falta guerras o catástrofes naturales para destrozar familias. Los cónyuges –créanme– se bastan y sobran para hacerlo.

El amor es más fuerte que las bombas

Sinopsis Una exposición de la obra de la fotógrafa de guerra Isabelle Reed, tres años después de su prematura muerte, lleva a su hijo mayor de vuelta a la casa familiar. Allí pasará tiempo con su padre Gene y su hermano menor. Estando los tres bajo el mismo techo, Gene tratará de estrechar lazos con sus dos hijos mientras ellos luchan por reconciliar sus sentimientos hacia su fallecida madre, mujer que recuerdan de manera diferente.
País Noruega
Director Joachim Trier
Guión Joachim Trier, Eskil Vogt
Música Ola Fløttum
Fotografía Jakob Ihre
Reparto Jesse Eisenberg, Gabriel Byrne, Isabelle Huppert, David Strathairn, Rachel Brosnahan, Devin Druid, Amy Ryan, Ruby Jerins
Productora Coproducción Noruega-Francia-Dinamarca; Bona Fide Productions. Memento Films Production. Motlys. arte France Cinéma
Género Drama. Familia. Fotografía.
Título original Louder Than Bombs
Duración 105 min.
Estreno 04/03/2016

Trailer

Calificación6.5
6.5

Share this post

Amor DiBó

Trabaja en el mundo editorial, y le gusta la arquitectura, viajar, el cine, la robótica-nanotecnología, hacer tortilla de patata, el té y la buena educación.

No existen comentarios

Añade el tuyo