Varias rarezas han despertado los alagos y han encendido los aplausos en lo que llevamos de Festival de Venecia.
Ayer, pudo visionarse una extraña película sueca dirigida por Roy Andersson llamada ‘A Pigeon Sat on a Branch Reflecting on Existence’, tercera parte de la trilogía existencial del director. Tercera… ¿y última? «Estoy preparando ya la cuarta entrega de la trilogía», bromeó hoy ante los periodistas.
Esta rareza renuncia a la estructura tradicional, y se compone de 39 escenas cotidianas realizadas con plano fijo y plano abierto. Andersson utiliza el humor como vía de reflexión sobre el absurdo de la existencia humana. Y cuando menos te lo esperas, el film se torna dramático.
«Odio la estupidez humana, que es el resultado de la falta de conocimiento y de empatía. Pero amo la vida y a las personas», asegura el realizador sueco.
Otra película muy particular, pero extremadamente opuesta a la anterior es ‘Nobi’, del japonés Shinya Tsukamoto. Se trata de un drama bélico que por momentos parece una auténtica cinta de terror. En ella, se explora la desesperación, hasta donde es capaz de llegar el ser humano por sobrevivir.
«Me interesaba describir la tragedia bélica no desde el punto de vista de la víctima, sino del superviviente que tiene que cargar con el peso de las matanzas», asegura Tsukamoto.