El mundo abandonado (2015), de Margarethe von Trotta – Crítica

El mundo abandonado

«Más que la historia, lo que me llamó la atención de El mundo abandonado es el estado de ánimo en el que te deja sumergido.»

Sobre el papel, ‘El mundo abandonado (Die abhandene Welt)’ trata de la relación entre dos mujeres pertenecientes a esferas existenciales muy diferentes, tanto como diferentes son sus respectivas formas de ser, la situación de cada una de ellas y lo que hace una y otra en la vida para ganarse el pan. Una de ellas, la que encarna la actriz Katja Riemann, es consejera pre-matrimonial (o algo así). La otra mujer es la que en escena representa Barbara Sukowa, cantante de ópera, diva, hermética y distante. Sobre el papel, digo, la película se nos presenta como la historia de un encuentro difícil en principio, aunque luego vamos viendo que la cebolla tiene más capas. La otra capa tarda en verse, y resulta ser la que contiene la clave del desarrollo de toda la historia.

Avisando a navegantes: esta película trata de los secretos que atañen y atan a miembros de una misma familia, ya sea que sean conscientes de este vínculo como que no lo sean. Parece ser una temática esta, la del desvelamiento de secretos, que suele ser más tratada por el cine que se hace en el norte de Europa que en los países del sur. Y no es que en esos países se sea más proclive a ello, al secreto. Debe haber algo de carácter. Es decir, el secreto, cuando lo hay, es causa de consecuencias que afectan a hijos y nietos. Podríamos deducir que hay ciertas formas de ser, acaso perfeccionistas, que no pueden mostrar sus carencias de forma directa. Entonces, pues, tapan sus vidas, sufren y, finalmente, alguien estira del hilo y saca el ovillo que quedaba guardado dentro del armario. Lo que quiero decir es que la civilización, la vida en común en la ciudad moderna, tiene algo de mentira, como si fuese un gran pulpo cuyos tentáculos morales se cuelan en las vidas de personas y familias, tocando la sexualidad más íntima.

Sobre el papel, digo, ‘El mundo abandonado’ trata del encuentro de dos mujeres que están vinculadas por un lazo de parentesco que no conocen aún, ni ellas ni ninguna otra persona. Vamos a ir viendo ahí que lo que empezó a ser un laborioso encuentro entre dos mujeres -un intento concienzudo que se va desenlazando poco a poco- finalmente alumbra un éxito cuyas consecuencias van más allá de ellas dos, pues afecta a los respectivos progenitores, los cuales sí están vinculados por sangre. No diré más, pues ahí está el asunto, tanto o más que en ellas.

Más que la historia, lo que me llamó la atención de la película es el estado de ánimo en el que te deja sumergido. Sin embargo, y aquí está la cuestión, tengo mis dudas acerca de que sea causa directa del modo de hacer de la directora, Margaret Von Trotta. Es decir, la película me pareció tosca, innecesariamente tosca. Parte del sentimiento que me produjo, y lo analicé mientras y después de ver la película, vino por razones externas a la historia. Más bien, por el estilo desgarbado o tosco. El asunto que trata es duro de roer, espinoso, emocionalmente incómodo. Por eso intuyo, y seré muy subjetivo en la apreciación, que la crispación que yace en el fondo de la película no es por mérito de la dirección, sino que es, más bien, un factor mal trabajado. Insisto en ello, y vuelvo a avisar de mi subjetividad, ‘El mundo abandonado’ podría haber sido tratado con un esmero que siento que falta. Encontré a sobrar una agitación que no corresponde, que sobra, que interfiere. Es decir, prisas crispadas, las cuales no entiendo que estén relacionadas con la historia que se nos propone. Por ejemplo, percibí un aspecto de la actuación que me pareció emocionalmente histriónico o exagerado y que acaba quitando veracidad al drama. Es decir, o sobra carga o falta algo por explicar más justamente. O ambas cosas: sobra y falta algo que desborda las limitaciones del metraje y que acaba traicionando las intenciones de la directora.

Entiendo que ‘El mundo abandonado’ trata de una historia, la que formalmente cuenta, pero también habla de un gran desasosiego o angustia de fondo que es más debido a un malestar cultural básico –propio de las sociedades desarrolladas- que actúa como sistema operativo de las actitudes de los protagonistas en sus respectivos cosmos. Entonces, pues, entiendo que las autoexigencias de Margaret Von Trotta han acabado deformando lo que podría haber sido contado mucho mejor con menor pretensión.

El mundo abandonado

Sinopsis Sophie, una cantante de jazz, recibe una llamada telefónica urgente de su padre, que quiere mostrarle una fotografía que ha descubierto en la web de un periódico estadounidense. En ella aparece una mujer que guarda un parecido asombroso con su esposa y madre de Sophie, quien ha fallecido recientemente. Paul le pide a Sophie que localice a la mujer de la foto, que es una famosa cantante de ópera llamada Caterina Fabiani. Sophie acepta el cometido a regañadientes para complacer a su padre y emprende un viaje a Nueva York incapaz de imaginar las revelaciones que le aguardan.
País Alemania
Director Margarethe von Trotta
Guión Margarethe von Trotta
Música Sven Rossenbach, Florian Van Volxem
Fotografía Axel Block
Reparto Barbara Sukowa, Matthias Habich, Katja Riemann, Gunnar Möller, Robert Seeliger, Birte Hanusrichter, Manfred-Anton Algrang, Arthur Klemt, Marius V. Haas, Pierre Shrady, Jan-David Bürger, Nicole Unger
Productora Clasart Film- und Fernsehproduktion / Schenk Productions
Género Drama
Duración 101 min.
Título original Die abhandene Welt
Estreno 01/01/2015

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Calificación5
5

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Jesús Gabriel Gutiérrez

Mentor literario. Escritor. Filósofo. Prospectivista y astrólogo. Me interesa la historia y el hilo que sale de ella y nos conecta con el futuro.

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