‘Enamorarse’ es volver de visita a un campus universitario con la experiencia que te aportan los años y descubrir que fue la última etapa de tu vida en la que no tenías responsabilidades pero sí unas ganas locas de comerte el mundo. Sin embargo, no hace falta el traslado físico, éste es un viaje astral que mentalmente realizo a diario. Cuántas decisiones no volvería a tomar, qué caminos sí que hubiera seguido, por qué aprobé curso por año.

Si me imagino una visita guiada por el campus en el que estudié, descubro rápidamente que ahí sí que hubo un filón para escribir un guión interesante. Aquello era un siniestro solar con microclima compuesto por un aulario, una cafetería y el edificio de gestión envuelto entre la niebla en los días más fríos del invierno. Eso lo compro, ‘Enamorarse’ no. Middleton es el jardín de las delicias. El patio al que salir a jugar de sus protagonistas, que abandonan sus vidas grises durante unas horas, padeciendo los primeros síntomas del síndrome del nido vacío.

‘Enamorarse’ es encontrarte de repente en la mediana edad sin saber cómo has llegado hasta ahí. Mi hija se marcha a la Universidad y me quedo sola con mi marido. Mi hijo se marcha a la Universidad y menos mal que tengo un trabajo absorbente que me seguirá manteniendo lejos de mi mujer. El matrimonio cansa mucho más que la carrera de fondo más dura. Pero no me parece argumento suficiente como para pasar de cero a cien e intercambiar los roles con sus hijos en cuanto ponen el primer pie en el campus. Id a terapia. Me falta alguna escena en la que Andy García y Vera Farmiga bajen descalzos una ladera haciendo la voltereta lateral hasta que se dan de bruces contra el suelo y se mueran de la risa. Justo después del subidón que les da tocar el piano a cuatro manos. Para rematarlo ya del todo.

‘Enamorarse’ es fútil. Ésa palabra que suena veinte veces en la primera media hora. De poco aprecio o importancia. Cuando parece que va a tener lugar la secuencia más divertida, todo se convierte en un ridículo diálogo sentimental donde los protagonistas se quitan la careta (en el aula de teatro) y se descubren como víctimas del fracaso conyugal. Llegué a rezar porque la historia se volviera interesante en algún momento… pero nadie me escuchó.

Lo peor: Algunas frases como «Creía que curabas corazones» (a un cirujano cardio-torácico, que además se llama Hart-man) y el histrionismo sin sentido de Vera Farmiga. También me tiene intrigada que el personaje de Palominos desaparezca sin motivo.

Lo mejor: Que George Hartman (Andy García) me recuerda demasiado al padre de ‘American Pie’. Que hace honor a la definición que de él hace su coprotagonista: «Pareces el típico tío al que le gusta llevar casco».

Sinopsis Edith y George se conocen durante las pruebas de admisión a la universidad de Middleton de sus respectivos hijos. Aunque ambos tienen caracteres muy distintos, cuando los dos jóvenes deciden visitar las instalaciones por su cuenta, ellos pasean recordando sus tiempos en la universidad.
País Estados Unidos
Director Adam Rodgers
Guión Glenn German, Adam Rodgers
Música Arturo Sandoval
Fotografía Emmanuel Kadosh
Reparto Andy Garcia, Vera Farmiga, Taissa Farmiga, Spencer Lofranco, Nicholas Braun, Tom Skerritt, Peter Riegert, Mirjana Jokovic, Stephen Borrello IV, Daniella Garcia-Lorido
Productora Anchor Bay Films / CineSon Entertainment / Look at the Moon Productions / North by Northwest Entertainment
Género Romance
Duración 99 min.
Título original At Middleton
Estreno 13/03/2015

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