Entrevista a Daniel Monzón, director de ‘El niño’

Daniel Monzon

De crítico a director, Daniel Monzón empezó haciendo entrevistas y ahora es él quien tiene que darlas. Sentado frente a cinco completos desconocidos, se maneja con un desparpajo y simpatía poco comunes en la profesión. Hoy vamos a descubrir un poco más de su historia y aficiones, así como algunos secretos de su última película, el drama de acción «El Niño».

¿Como se vive pasar 6 horas haciendo entrevistas?

Bien, en realidad. Bastante bien. Piensa que no hacemos una película todos los meses, ni siquiera todos los años. Es intenso, pero grato. Imagina que hacemos una película y no se presenta nadie… ¡eso sí sería un problema! Nosotros ponemos mucha pasión en nuestros proyectos. No queremos dejar de lado al espectador, sino que nos ponemos de su lado. Quiero creer que cuando hago una película la hago desde el punto de vista que tendría el propio espectador. Por eso es muy importante que funcione e interese. Siempre recordaré la primera vez que quise hacer cine que fué cuando vi King Kong de pequeño, la original, en blanco y negro. Yo me identificaba con el gorila, claro. Me encantaba cuando luchaba con los dinosaurios y le quitaba la ropa a la chica. Y de repente, al final, caía del Empire State. ¡Yo caía del Empire State! Era devastador. Esa experiencia lo cambió todo para mi.

«Siempre recordaré que la primera vez que quise hacer cine fue cuando vi King Kong de pequeño

Precisamente, es la misma historia de «origen» de Peter Jackson y Ray Harryhausen. King Kong es claramente una película importante. ¿Que opinas del fantástico actual? ¿Has pensado hacer alguna cinta del género?

Mi primera película ya era fantastica.

En parte sí, pero las escenas de fantasía sólo tenían lugar en la imaginación de los personajes.

¿Quieres decir fantástico «puro»? Bueno, además del «Corazón del guerrero», creo que la caja Kovak tiene mucho de cine fantástico, o de ciencia ficción. El otro día estuve revisitando la serie «Twilight zone» y me di cuenta lo mucho que mi película se parece a algunos de aquellos episodios. Es como un relato corto de Richard Matheson. En realidad el fantástico es uno de mis géneros favoritos, por no decir mi favorito. La gran ventaja de ese tipo de cine es la libertad con la que uno puede tratar temas profundos, o incluso incisivos. Se puede ser muy ingenioso, explorar los mimbres de la sociedad.

Volviendo a “El Niño”, la banda sonora es magnífica. ¿Nos podrías hablar del proceso de creación de la misma?

Esta es mi quinta colaboración con Roque Baños, en mi opinión, el mejor compositor del momento. Y fué difícil conseguirlo porque ahora está trabajando para Hollywood y pudo componer la música de esta película entre el «Old boy» de Spike Lee y «Heart of the sea» de Ron Howard.
La idea era mezclar percusión y sonoridades del sur con una sonoridad moderna. En las secuencias de acción es casi todo batería. Toda la película transcurre en este mundo étnico con chicos jóvenes, la policía… también es un thriller, claro, pero no queríamos perder ese estilo realista, casi de documental. Hay un tema muy heroico para el protagonista, pero, en general, es una banda sonora atmosférica, no sinfónica. Hay que recordar que la música puede cambiar enteramente el sentido de una escena y no queríamos perder ese sabor «auténtico».

El niño

¿Te inspiraste en “The Wire”?

Pues mira, todo el mundo me ha hablado de The Wire. Pero desde que tengo la niña, no veo series. Voy mucho al cine. Por ejemplo, me encantaron las de los Muppets. Pero vamos, Jorge, el guionista, sí ha visto «The wire» y es muy fan. Yo me quedé en «The shield», pero me tomo la referencia como un halago. Tengo entendido que la serie es sobre todo un desfile de personajes de diversas nacionalidades, y que los muestra, pero no los juzga. En eso se parece mucho a nuestra película, que habla de españoles, británicos y marroquíes. Además, cuando uno investiga, descubre que la cultura del contrabando allí es centenaria. Cuando uno habla con los propios contrabandistas, o los que lo han sido, es imposible no ponerse de su lado. Son mas unos inconscientes que unos delincuentes.
Cuando uno coge ideas del cine o la televisión americanos, creo que es importante no importar los temas, sino el ritmo o los aspectos técnicos. Pero la historia tiene que quedarnos cerca.

«Cuando uno coge ideas del cine o la televisión americanos, creo que es importante no importar los temas, sino el ritmo o los aspectos técnicos».

El plano del principio de la película en el que vemos el cadáver de un hombre colgado de un puente es, sencillamente, espectacular. ¿Como lo realizaste?

Pues de forma muy, muy complicada. Mira, usamos un optocóptero, que es una especie de helicóptero pequeño teledirigido en el que se puede montar una cámara.
Pensamos muchas formas de hacerlo. Usar una grúa habría sido imposible.
La idea era realizar un gran plano aéreo, aparentemente inocuo, que, poco a poco, va volviéndose siniestro. Insertar una atrocidad en un paisaje casi paradisiaco. Me empeñé mucho en conseguir ese plano, tal y como yo lo quería. Aun así, fueron necesarias unas cuantas tomas, por el viento. También usamos efectos digitales, los únicos que hay en toda la película, para estabilizar la imagen.

Jesús Castro y Luis Tosar

¿Por qué escogiste a estos actores y no otros?

Mira, desde el principio supe que para la parte policial iba a necesitar a actores veteranos extraordinarios, y fué una suerte que todos aceptaran. Pero también tenía muy claro que para los chicos del sur necesitaba caras nuevas. Nadie podía ser conocido, porque eso habría sacado a los espectadores de la historia. Además, era importante captar esa frescura, ese habla especial, como si saliésemos a la calle. Pero claro, también tenían que tener cierta habilidad para interpretar las escenas de acción, carisma, porte…
Nos decidimos por una cosa que yo llamo ‘casting activo’. Frente a un casting pasivo, en el que uno pone un cartel y la gente acude, nosotros mandamos parejas a la búsqueda de chavales. Nos peinamos todo el sur. Y al ver a Jesús Castro me dije, ¡toma! Este chico tiene una mirada muy especial, y es increíble como aguanta la cámara. Nada mas conocerle supe que era él. Además, tiene un aura de estrella, esa presencia de los grandes de Hollywood. Y te lo digo yo, que fuí crítico y entrevisté a muchos de ellos. Y bueno, una vez escogido el reparto por separado, el siguiente paso era juntarlos a todos y conseguir que se hicieran amigos, para crear un grupo homogéneo. Fué un reto.

«Al ver a Jesús Castro me dije, ¡toma! Este chico tiene una mirada muy especial, y es increíble como aguanta la cámara. Nada mas conocerle supe que era él».

¡Muchas gracias, Daniel!

De nada. Y, por cierto, quería hablar del trabajo de maquillaje en la película. Es el mismo equipo que participó en el «Laberinto del fauno». Gente muy, muy buena.

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Enrique Dueñas

Enrique Dueñas , escritor y guionista, aficionado al género fantástico y la tarta de queso.

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