Entrevista a Juan Barrero, director de ‘La jungla interior’

juan barrero

Juan Barrero nos abre las puertas de su corazón para hablarnos de ‘La jungla interior’, esa película que en principio no pensó en serlo. Sentado frente a él aprecio claramente lo contento que está con el resultado de su proyecto. Hoy conoceremos más sobre el director y sobre esta película tan original.

Antes de nada me gustaría saber en qué momento decidiste dedicarte al cine.

El origen de mi dedicación al cine es visceral, se encuentra en mi infancia. Yo vivía en una casa de campo con mis padres, y este por las noches me contaba cuentos que siempre se inventaba. Mientras me relataba sus historias, yo veía las sombras de los coches que se colaban por la ventana desde mi cama. Empecé a asociar los relatos con los movimientos. Ahí está el principio de todo.

Entrando ya de lleno en la película ¿En qué género crees que podría enmarcarse?

¡Es una pregunta difícil! En el género de viajes, físicos y emocionales. Porque el amor también es un viaje. Se trata de un intento de reencuentro, cada uno desde su lugar trata de ir hacia el otro.  Se podría decir que es un melodrama onírico lleno de pinceladas de fábula clásica y moral. Es como un cuento. Pero en ningún momento es un drama. Es la realidad más salvaje, como la jungla.

Entonces ¿Se podría decir también que la película es la vida misma como género?

Eso es lo más acertado que se puede decir. Precisamente es eso lo que queríamos, que se colara la vida en la historia de Gala y Juan, que la huella vital se plasmara en la película. La vida está presente en cada rodaje también porque soy un director ajeno a un guion totalmente cerrado. Me gustan los gestos espontáneos, lo que no estaba previsto, dejar un poco que las cosas fluyan. Eso para mí tiene fuerza ya como espectador. Pero también es verdad que el cine de bajo presupuesto limita menos en ese sentido que cuando tienes a un equipo enorme de personas que dependen de ti. También quiero decir que esa espontaneidad y realidad se ha conseguido porque he trabajado con Gala (la protagonista) de una forma pausada y tranquila.

la jungla interior

¿Cuánto tiempo duró el rodaje de la película?

Aparecen unas imágenes de mi tía Enriqueta que son de hace 10 años. Pero si no contamos esas imágenes, las primeras que hay son de hace 4 años. Pero el rodaje no ha sido continuo. Además empecé a grabar hace esos años de forma espontánea cosas de mi vida, sin pensar que acabaría siendo una película.

¿Cómo esas imágenes acaban siendo un largometraje?

Pues porque esas imágenes las metes en un cajón, y 2 años más tarde las descubres en una mudanza. Eso fue lo que me pasó. Cuando lo vi tuve miedo a verlas. Temía defraudarme y además sentía un cierto extrañamiento, pues no me reconocía en esas imágenes después del tiempo que había pasado. Cuando las vi sentí también que podría haber una cierta incomodidad para el espectador porque hay puntos un poco inmorales grabados desde lugares y planos, donde se coloca la cámara, un poco problemáticos. El fin de esto era que el espectador se preguntara las cosas sin prejuicios, que se enfrentara a sus miedos, al tópico del cuerpo. Hay una parte salvaje, que por un lado es la jungla y por otro es la cama. Es como una comparación entre persona y paisaje, pues filmo caras como si fueran paisajes.

Yo vivía en una casa de campo con mis padres, y este por las noches me contaba cuentos. Mientras me relataba sus historias, yo veía las sombras de los coches que se colaban por la ventana. Empecé a asociar los relatos con los movimientos. Ahí está el principio de todo.

¿Consideras que es una película autobiográfica?

Es autobiográfica en el sentido testimonial. Habla de mis deseos, de mis pulsiones, pero no es mi vida. La película no deja de ser una vivencia.

¿Qué es lo que has quiero transmitir con la película, y qué es lo que te gustaría crear en el espectador cuando la vea?

Yo quiero que el espectador haga su propio viaje, darle esa oportunidad de que lo interprete él mismo. Que él sienta ese viaje, pero de una forma libre. Puede que se sienta cogido de la mano, pero no forzado a interpretar de una manera concreta las cosas. Eso sería terrorífico. Mi fin ha sido narrar una peripecia de dos amantes en el momento crucial de sus vidas, para que generen empatía. Lo hemos tratado de hacer lanzando al público una serie de preguntas y de cosas que replantearse, teniendo también una experiencia estética, y pudiendo verse reflejado. Es decir, mirarse en un espejo.

¿A qué público crees que va dirigida tu película?

Soy idealista y no considero que tenga un público limitado. Cada uno hace su vivencia y reacciona a su manera. He tenido experiencias fuertes al terminar de proyectar la película, y han sido con público dispar. Con amas de casa de 60 años pero también con universitarios de 20. Cada uno reacciona de una forma diferente. Las experiencias más fuertes que he tenido han sido con gente muy mayor, pues ya han llegado a ese momento de su vida en el que puede que acepten totalmente su cuerpo sin ocultarse. En la película hay cosas contadas sin tabúes y sin prejuicios, sin ocultar nada y sin embellecer, y eso la gente mayor lo agradece.

La jungla interior

En cuanto al título ¿Por qué “La jungla interior”?

Fue un debate con el productor, Luis Miñarro. Se plantearon varios juegos con la palabra “jungla”, y Luis dijo, “La jungla interior”. A mí personalmente me pareció un poco cursi, pero luego reflexionándolo me di cuenta de que era un título muy representativo. Juega con lo que es sueño y con lo que no lo es. Todo está unido. La película está en la frontera de la realidad y el sueño.

Me ha llamado la atención una frase que dice Gala a Juan: “Sólo me ves cuando me grabas”.

Es una frase clave. Juan no sabe acercarse a ella de otra forma que no sean filmándola. El único modo que conoce es grabándola. No valen las palabras y esto a Gala le produce controversia. Esto también pasa en el cine. Para ver algunas cosas tienes que filmarlas porque hay cosas que no ves hasta que no miras por un objetivo. Así que realmente lo único que les une ya es eso, la cámara. Tras 1500 km que recorre Juan desde la jungla a su hogar, ya una vez en él que no hay distancia física que los separa, se siguen encontrando distanciados. La obsesión con la cámara para Juan, es algo parecido en cuanto a la obsesión hacia la música para Gala, produciéndose así una especie de diálogo entre el cine y la música.

‘La jungla interior’ trata de un intento de reencuentro, cada uno desde su lugar trata de ir hacia el otro.  Se podría decir que es un melodrama onírico lleno de pinceladas de fábula clásica y moral. Es como un cuento. Es la realidad más salvaje, como la jungla.

¿Qué le dirías al espectador para que fuera a ver la película?

Pues que le garantizo una experiencia de vida muy fuerte, y que trate de visionarla sin prejuicios en su mente. Que se desvista de sus miedos y que se deje llevar.

Y ya para terminar ¿Qué proyectos futuros tienes?

Yo trabajo como montador y realizador, vivir como director solamente es muy difícil. Tengo como encargo un documental sobre el escultor Eduardo Chillida, para TVE y otras televisiones internacionales. También he producido en verano una película experimental argentina. Además formo parte de proyectos culturales más pequeños.

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