Flores rotas. La soledad del Don Juan

Bill Muray Y Sharon Stone en Flores Rotas

Flores Rotas está marcada por dos influyentes figuras del ámbito cinematográfico.

La primera es Bill Murray, un actor que lleva desarrollando (que no repitiendo) un mismo personaje durante ya bastante tiempo. Aquí, toma como base el hombre desencantado de Lost in Translation, y lleva más allá su incapacidad para expresarse y para reaccionar emocionalmente. Como consecuencia nos encontramos con un individuo inaccesible y frío, un personaje sin vida al que Murray consigue dotar de cierto encanto.

La segunda figura, y no por ello menos importante, es Jim Jarmusch, un director quizá poco conocido para el gran público pero cuya obra es de una relevancia enorme. A él se le atribuye el nacimiento del cine independiente norteamericano con su Extraños en el paraíso, la cual demostró que éste no tenía porque ser inaccesible para el espectador medio.

Sus películas suelen conformar estructuras narrativas innovadoras, sin una línea argumental clara, donde el desarrollo se produce mediante la unión de secuencias independientes (como si fueran cortometrajes que unidos dan un sentido nuevo al conjunto). La historia desde luego no es lo que más interesa a Jarmusch, y es en la atmósfera y en el desarrollo de los personajes donde pone toda su atención y esfuerzo.

Sus protagonistas suelen ser personas que se mueven en busca de algo, y lo hacen de manera solitaria, rodeados de silencio y melancolía.

Bill Murray en Flores Rotas

En Flores Rotas nos encontramos con un Don Juan en decadencia, un hombre ahora desencantado y aburrido cuya existencia a estado marcada por las mujeres conquistadas y posteriormente abandonadas.

Una carta sin remitente le empujará a visitarlas, siendo testigo de fragmentos de vida que bien podrían haber sido la suya. Un viaje en el que descubrirá lo que ha significado para ellas, y lo ellas han significado para él. De esta forma, asistiremos a una reflexión sobre la soledad, y seremos testigos de lo que se esconde tras una vida hedonista y egocéntrica que parece repleta de exitos (económicos y amorosos).

Flores Rotas, por tanto, es un film contemplativo y de ritmo pausado, que invita inevitablemente a la reflexión. Creo que gustará sobre todo a personas de edad madura, quienes se sentirán más identificados con lo que aquí se cuenta. Sin embargo, no debería ser ignorada por los más jóvenes. No debería.

Calificación6.5
6.5

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Arturo G. Maiso

Viajero y cinéfilo. Director de Marketing en una plataforma de financiación participativa, CEO de AGM Comunicación Multimedia y director de El Cine en la Sombra.

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