Frank

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La libertad con la que esta concebida, pero sobre todo con la que está desarrollada, convierte a Frank en una película muy meritoria. Se trata de una obra, que a pesar de las influencias inevitables que requiere crear una historia, recorre su propio camino. Es de esas películas a las que se puede calificar de ‘diferentes’.

Se trata de un musical con mala música. En su primera mitad asistimos a una comedia que te arrancará algunas risas, pero que evitará adentrarse demasiado en el humor. En su segunda mitad nos encontraremos un drama desdramatizado, y finalmente nos adentraremos en un desenlace que busca la reflexión del espectador.

Lo que vemos ante nosotros es a veces divertido, a veces deprimente, aunque en pocas ocasiones se presenta de esta manera. Son una serie de personas inadaptadas con serios problemas psicológicos que dan su vida por una música que nadie quiere oír. Sin embargo, este proceso creativo les sirve como catalizador de su angustia.

En muchas ocasiones, el talento, y más en concreto la capacidad creativa, va asociado a la excentricidad. Sin ella, estas cualidades parecen menos interesantes. De igual forma, mucha gente piensa que para crear, tienes que haber experimentado dolor emocional. Estas son cuestiones interesantes que Frank aborda de manera honesta y específica, es decir, no extrae conclusiones generales. Un gran acierto, al tratarse de un tema tan complejo.

Frank en una película muy meritoria. Se trata de una obra, que a pesar de las influencias inevitables que requiere crear una historia, recorre su propio camino. Es de esas películas a las que se puede calificar de ‘diferentes’.

El eje principal de la historia es un personaje que lleva permanentemente una cabeza de cartón, la cual nos impide observar su rostro y sus expresiones. El actor que hay debajo no es otro que Michael Fassbender, quien demuestra que es posible trasmitir tan sólo con la voz (conveniente ver el film en versión original) y los movimientos corporales.

Su guionista Jon Ronson (Los hombres que miraban fijamente a las cabras) se basa en sus propia experiencia como miembro del grupo Frank Sidebottom Oh Blimey Big Band en los años 80, para contar este relato que el mismo ha definido como ‘autobiográfico’.

De la misma nacionalidad que Fassbender es el director irlandés Lenny Abrahamson, cuyo prestigio no se había extendido hasta ahora fuera de sus fronteras.

Tambien de nacionalidad irlandesa es su protagonista Domhnall Gleeson, hijo del ilustre Brendan Gleeson, quien entrega una convincente interpretación como personaje demasiado noble y demasiado bueno, un papel que ha repetido, eso sí, en demasiadas ocasiones.

Es interesante el uso que se da a las redes sociales en la película. Están bien integradas en la historia, y además sirven para aclararnos estados de ánimo y hacer avanzar el relato.

Pero al igual que decimos que es una de esas películas ‘diferentes’, también debemos aceptar que es de aquellas a las que ‘les falta algo’. Su libertad, que es muy grande, se consigue en este caso al no abrazar ningún registro, ningún tono concreto. No apuesta por potenciar la comicidad, tampoco el dramatismo. Su apuesta fundamental es el caos. Y finalmente, la libertad, que es su máxima virtud, acaba por perjudicarla. De todas formas, yo no puedo sino aplaudirla.

No apuesta por potenciar la comicidad, tampoco el dramatismo. Su apuesta fundamental es el caos. Y finalmente, la libertad, que es su máxima virtud, acaba por perjudicarla.

Frank

Sinopsis Jon, un joven aspirante a músico, se une a un grupo de excéntricos músicos pop liderado por el enigmático Frank y su neurótica compañera Clara.
País Reino Unido
Director Lenny Abrahamson
Guión Jon Ronson, Peter Straughan
Música Stephen Rennicks
Fotografía James Mather
Reparto Domhnall Gleeson, Michael Fassbender, Maggie Gyllenhaal, Scoot McNairy, Lauren Poole, Hayley Derryberry, Mark Huberman, Travis Hammer, Matthew Page
Productora Element Pictures / Film4 / Runaway Fridge Productions
Duración 95 min.
Género Comedia
Título original Frank
Estreno 26/09/2014

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Calificación6.5
6.5

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Arturo G. Maiso

Viajero y cinéfilo. Director de Marketing en una plataforma de financiación participativa, CEO de AGM Comunicación Multimedia y director de El Cine en la Sombra.

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