‘Güeros’, opera prima del mexicano Alonso Ruizpalacios rodada en blanco y negro, ha sido premiada en festivales tan importantes como San Sebastián, Berlín o Tribeca. Aunque no todas las críticas la respaldan, si que hay un cierto consenso favorable a ella entre los profesionales.
Comienzo diciendo esto, porque mi opinión respecto a ‘Güeros’ difiere en algunas cuestiones del juicio mayoritario. Reconozco muchos de sus méritos, pero me encuentro muy lejos de considerarla una joya.
Vamos primero con sus virtudes. Una de las más importantes es el carácter humilde, incluso autocrítico, que adopta el film, y que es capaz de mantener incluso cuando trata temas importantes o trascendentales. Algo que además es totalmente coherente con uno de sus mensajes principales, que aboga por mirar lo que hay detrás de lo aparente, más allá de la superficie.
Refleja una realidad vivida por muchos jóvenes, y que pocas veces se trata en el cine o la literatura: el sentimiento de no pertenecer a ningún grupo o colectivo. Muchas personas, entre las cuáles me incluyo, percibimos que la sociedad necesita un cambio (no verlo sería cuanto menos preocupante), pero o bien nos oponemos a los movimientos existentes o recelamos de sus intenciones. Con una situación social y económica tan precaria, y marginados políticamente, las esperanzas son pocas, y muchos de nosotros simplemente esperamos, adoptando una actitud pasiva de la que se pueden extraer muy pocos beneficios.
Pero no somos tontos, al menos no somos más tontos que nuestros antepasados. No tenemos menos talento que nuestros padres, abuelos o bisabuelos, y sabemos que la existencia puede ser vivida con pasión. Intuimos, o consideramos la posibilidad de que nosotros, o alguno de nosotros, podría aportar cosas importantes a esta realidad. Cosas verdaderas. Cosas muy difíciles de plasmar en una pancarta. Pero sentimos que realizamos esta lucha en solitario. Mucha gente sintiendo lo mismo, haciendo batalla de forma aislada.
Sigo con la película, a la cual reconozco su cantidad de recursos narrativos y estilísticos. Y me gusta su planteamiento general, en el cuál tres jóvenes emprenden una «aventura» con el pretexto de encontrar a un músico al que nadie parece conocer.
Sin embargo, sus personajes me interesan poco, muy poco. Creo que la intención del director es presentarles como seres vacíos, planos, para ir transformando nuestra opinión sobre ellos a lo largo del metraje. Pues bien, yo sólo conseguí identificarme con uno de ellos, y lo hice durante la última imagen de la película. Algo muy extraño, pues nuestras realidades no son tan distintas.
El resultado es que a pesar del ritmo razonablemente elevado del film, nunca me vi atrapado por lo que ocurría en pantalla, y una tenue pesadez me acompañó durante todo el trayecto. ‘Güeros’ resulta una road movie que se desvía frecuentemente de su camino para contemplar situaciones aisladamente divertidas, pero la mayor parte del tiempo intrascendentes para el honorable propósito final.
Sinopsis Sombra y Santos viven afincados en un apartamento al que hace tiempo ya le cortaron la luz por no pagar la renta. Reciben la visita del hermano menor de Sombra, Tomás, enviado por su madre porque ya no se soportan. La llegada del chico cambia las cosas y deciden todos emprender un viaje para rendir homenaje a un músico mítico que oía el padre de Sombra y Tomás, que nadie conoce, y que según ellos pudo haber salvado al rock mexicano.
País México
Director Alonso Ruizpalacios
Guión Alonso Ruizpalacios, Gibrán Portela
Música Tomás Barreiro
Fotografía Damián García
Reparto Tenoch Huerta, Leonardo Ortizgris, Sebastián Aguirre, Ilse Salas
Productora Catatonia Films / Conaculta / Difusion Cultural UNAM
Duración 107 min.
Género Comedia
Título original Güeros
Estreno Próximamente
Trailer
A mi me pareció malisima con mas incongruencias que nada, por fin alguien que deja de aclamar la «roadmovie» por los premios recibidos y opina algo con más cerebro. Malgasté mi tarde y mi dinero con una historia que tiene mas hoyos que un colador