«El hijo pródigo es un entretenimiento blando y libre de maldad para toda la familia, al que se agradece su renuncia a sermonear al espectador.»
Desde hace algunos años, estamos asistiendo a un auge silencioso en la industria cinematográfica estadounidense. Radicalmente opuesto al estrepitoso boom de los superhéroes provenientes del mundo del cómic, el cine cristiano está cosechando cada vez más nuevos adeptos. Con casi quince millones de hogares americanos ávidos de contenido religioso, los estudios de Hollywood no han dejado pasar la oportunidad, llegando a crear departamentos específicos encargados de atender las necesidades de este nuevo tipo de público.
Quizá lo sucedido en el año 2014 sea el mejor ejemplo de ello. Mientras en las pantallas de todo el mundo podíamos presenciar Noé, la epopeya bíblica de Darren Aronofsky en forma de superproducción, un puñado de películas de temática y fondo cristiano se estrenaban de forma más modesta en los Estados Unidos. Hablo de obras como Son of God, El cielo es real -con Kelly Reilly, Greg Kinnear y Thomas Haden Church en su reparto- o God’s Not Dead–protagonizada por el antaño hercúleo Kevin Sorbo-. Cintas todas ellas humildes, bienintencionadas y de fuerte impronta devota.
La película que nos ocupa, El hijo pródigo (A Long Way Off), comparte con ellas temática y año de estreno al otro lado del Atlántico. Basada en la mundialmente famosa parábola del mismo nombre (recogida en el Evangelio según San Lucas – capítulo 15, versículos del 11 al 32-), estamos ante un film familiar, sencillo en intenciones y puesta en escena. Como adaptación del relato a los nuevos tiempos, nos narra la historia de Jake Abraham, un joven cuya ambición le llevará a abandonar la granja en la que trabaja junto a su padre y su hermano mayor, para buscar una vida movida por el hedonismo en la gran ciudad.
Quizá la ambientación religiosa pueda echar a más de uno para atrás, pero lo cierto es que el filme apenas hace hincapié en ello -la fe eclesiástica es abordada muy de pasada-. El libreto, obra de Jon Macy (autor de serie B de corto recorrido), recupera valores morales universales como la honestidad, el amor familiar, el perdón o el arrepentimiento. No obstante, el desarrollo argumental se vuelve pronto monótono y predecible, usando la ambición de Jake como motor de la historia, alternando las escenas principales con el devenir de la empresa agrícola familiar. Una exposición plana de los hechos, con giros de guion que no llevan la trama demasiado lejos.
La total falta de pretensiones (más allá de ofrecernos una lección ética quizá olvidada en el mundo de hoy) es una constante en El hijo pródigo. No arriesga en ninguno de sus apartados. La rutinaria dirección se limita al juego del plano-contraplano, con escasos movimientos de cámara. Visualmente aséptica, emplea una banda sonora melódica y ligera (compuesta en su mayoría por instrumentos de cuerda y voces femeninas) como mera acompañante de las imágenes. Algunos detalles, como la sobreexpuesta fotografía o ciertos fundidos demasiado tajantes, se presentan como decisiones técnicas ciertamente cuestionables.
En el plano actoral, destaca el hecho de que muchos de los intérpretes sean habituales del cine religioso. Resulta curioso encontrar aquí a Robert Davi, eterno rostro secundario de films como Los Goonies, La jungla de cristal, Licencia para matar o Depredador 2. Con apenas minutos en pantalla, su aspecto intimidante le lleva a interpretar, como no podía ser de otra manera, su eterno rol de rufián. Como el resto del elenco, cumple su papel sin grandes alardes. Quizá, John Diehl (Mr. Abraham) y Zoe Myers (Summer) eleven sus personajes por encima de la media.
La película de Michel Davis y John Errington queda en última instancia como un trabajo sobre las segundas oportunidades, la posibilidad de redención, la fe (más humana que cristiana), el amor parental y la búsqueda de nuestro lugar en el mundo. Entretenimiento blando y libre de maldad para toda la familia, al que se agradece su renuncia a sermonear al espectador. La industria audiovisual cristiana aún tiene un largo camino por recorrer si desea expandir su cuota de mercado más allá de los feligreses más cinéfilos.
Sinopsis Versión moderna de la parábola del hijo pródigo.
País Estados Unidos
Director Michael Davis, John Errington
Guión Jon Macy, Gerald McGlothlin
Música Craig Brandwynne
Fotografía John Errington
Reparto Robert Davi, Edie McClurg, John Diehl, Jason Burkey, Zoe Myers, Robert Amaya, Sean Hannity, Johanna Jowett, Rusty Martin Sr., Robert Crayton, Alec VanOwen, Jordan Rhodes
Productora Prodigafilm / Uptone Pictures / Prodigalfilm
Género Drama
Título original A Long Way Off
Estreno 20/05/2016
Trailer
