Juana a los 12 (2014), de Martin Shanly – Crítica

Juana a los 12

A Juana le suena el despertador y se vuelve a dormir. No se sabe la tabla del seis y no le apetece cantar a coro con sus compañeros. Juana es una niña que a veces desespera bastante. De esas que no contesta cuando le preguntan pero que sufre un ataque de risa durante una resonancia magnética. Va a un colegio muy caro que importa el sistema educativo de un país que poco o nada tiene que ver con el suyo. También acude al terapeuta porque sus notas son muy bajas, y por lo visto hay estudios que indican que a los doce años ya debes saber hacer un montón de cosas. Y no hacerlas porque simplemente no te da la gana y porque estás flipando un poco con los cambios que se producen en tu cuerpo y en tu mente… No es una opción.

Juana nunca ha ido a una fiesta de disfraces. No sufre bullying pero tampoco es que sea considerada el perejil de todas las salsas. Se esconde fatal, pero nadie se molesta en buscarla. A Juana le conectan cables para averiguar cuál es la causa de su bajo rendimiento académico. A lo mejor Juana lo que necesita es una amiga, una madre que le escuche y un padre que guarde el talonario. No sé, son cosas que se me ocurren.

Juana hace unos viajes astrales en clase que ríete tú de los diputados en el Congreso. Reside en las nubes de forma permanente. Pasa de apuntar la quinta tarea que le mandan en un colegio que tiene que justificar de alguna forma el dinero que cuesta. Juana es tan entrañable que no mira ni su boletín de notas. ¿Para qué? Siempre es la que se queda la última esperando a que sus padres vayan a recogerla.

Juana a los 12’ se coloca exactamente ante el abismo de la adolescencia. Manteniendo el equilibrio para no caerse. A veces es de una introspección que no se aguanta y pides por favor que pase algo. Luego intentas trasladarte justo hasta ese momento de tu vida en el que dejaste de ser un niño pero sabías de sobra que un adulto tampoco eras. Y te acuerdas de la soledad que se siente y de la presión del grupo. En esta película no pasa nada y a la vez a Juana le pasa de todo. Si viviéramos en un mundo justo, habría un botón de “saltar preadolescencia y adolescencia” para el que quisiera pulsarlo. Qué pereza.

La opera prima de Martín Shanly es una película sencilla que retrata lo complicado de la pre-adolescencia para quien la sufre. Juana no termina de encajar en el grupo y tampoco logra conectar con su madre. Esto a los doce es una tragedia y en este contexto la (ya no tan) niña construye su identidad y sus múltiples matices. Con kilos de angustia adolescente, de la mala. Lo mejor: Cómo se describe esta etapa vital, tan importante, de forma sutil y elegante, al detalle. La interpretación de Rosario Shanly, magistral. Que el marco cambie en determinados momentos de la película dándole aire a Juana. La venadita, de Frida Kahlo frente a la perfecta pintura en porcelana.

Juana a los 12

Sinopsis Juana va a un colegio inglés del conurbano bonaerense. Tras la preocupación de sus maestras por su bajo rendimiento, su madre comienza a buscar ayuda externa. Juana lidia los desafíos académicos y sociales con una aparente indiferencia mientras transita una edad de mucha incertidumbre.
Pais Argentina
Director Martin Shanly
Guión Martin Shanly
Música Juan Sorrentino
Fotografía Roman Kasseroller
Reparto Javier Burin Heras, María Passo, María Inés Sancerni, Rosario Shanly
Productora Nabis Filmgroup / Universidad del Cine / 2mCine / Panda Lab Catnap / Fondo Metropolitano de las Artes y las Ciencias
Género Drama. Comedia. Adolescencia.
Duración 75 min.
Título original Juana a los 12
Estreno 11/12/2015

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Calificación7
7

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Cristina Sánchez de Pedro

Licenciada en Comunicación Audiovisual, especializada en Coolhunting, Análisis de tendencias y periodismo de moda. Consumidora compulsiva de películas, series y revistas de moda y tendencias. Escritora frustrada transformada en bloggera que vuelca contenidos periódicamente en mamaisproud.com

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