La cartelera está repleta de comedias románticas de una calidad ínfima y un interés ausente. Es un género sobreexplotado, sujeto a unos clichés que por acumulación comienzan a sentirse vergonzantes. Percibo el amor como algo infinito en sus posibilidades y sus matices, y este tipo de películas suelen representarlo como algo rígido, encorsetado y repetitivo.
Por ello celebro cualquier variación del género que le aporte una pizca de originalidad. ¿Y cuál es la singularidad de esta comedia romántica? Simple y llanamente, que Marcus, el caballero que enamora a la chica, es feo. Feo y poco atractivo, tanto en su físico como en su carácter. Y es esto último lo que diferencia a Marcus de otros seductores poco agraciados como Cyrano de Bergerac.
Marcus (François Damiens) no escribe poemas ni tiene método de seducción alguno. Simplemente, es sensible, tierno y bondadoso, algo que parece poco a la luz de lo que tiene enfrente: una Nathalie (Audrey Tautou) guapísima y encantadora, decidida y exitosa.
La delicadeza plantea hasta que punto nos afecta lo que los demás esperan de nosotros, expone la dificultad de luchar contra la opinión general de la gente, y lo hace con una acertada mezcla de drama, comedia y romanticismo.
Su director, David Foenkinos es también el autor de la novela en que está basada la película (el guión también lo firma él). A su lado, codirigiendo, su hermano Stéphane. Es para ambos su primer trabajo tras las cámaras. Un trabajo resuelto de manera correcta, apostando por un ritmo suave pero continuo, sintiéndose en ocasiones divertida, a veces conmovedora, pero con un nivel de profundidad, tanto en el análisis de las relaciones cono en su crítica a una sociedad superficial.
Sin tomar excesivos riesgos, los hermanos Foenkinos tropiezan a la hora de insertar los pensamientos de los personajes, todos demasiado poéticos y descontextualizados, pero acierta en la dirección de actores, con sus continuas elipsis (algunas muy originales) y ciertos planos muy específicos (cuando Markus observa ensimismado la nuca de Nathalie, que camina inmediatamente delante de él).