«Tras probar suerte en Estados Unidos con Stoker (2013), el director vuelve a Corea del Sur para retornar a su mejor nivel con La doncella.»
El premio del público del Festival de Sitges tiene un claro favorito: The Handmaiden (2016). La última película del prolífico director Park Chan-wook (Oldboy, 2003) ha entusiasmado a espectadores y crítica a partes iguales. En esta ocasión, el director coreano ha llevado a la gran pantalla la novela inglesa Fingersmith de Sarah Waters. La historia se centra en una joven ladrona llamada Sook-hee (Kim Tae-Ri) en la Corea de 1930 y en plena colonización japonesa. En dicho contexto, se le pide un encargo bastante macabro: convertirse en la criada de una dama y robarle la herencia que ésta posee. El plan comienza a quebrarse cuando ambas se sienten atraídas.
A pesar de ser presentado en un festival de terror y ciencia-ficción, The handmaiden es un drama histórico-romántico exuberante tanto en su apartado visual como en su guión. Una producción cuidada hasta el más mínimo detalle. Interpretaciones, fotografía y puesta en escena trabajan en favor de un conjunto que resulta un auténtica maravilla.
Chan-wook demuestra inteligencia y tacto en las escenas más eróticas, rodadas de manera sutil y elegante. Tras probar suerte en Estados Unidos con Stoker (2013), el director vuelve a Corea del Sur para retornar a su mejor nivel.