«La Historia de Jan, a parte de las consideraciones que están fuera del marco definido por la pantalla, puede resultar de interés para papás, mamás, niños, pedagogos, coaches, maestros, psicólogos y médicos»

Acudí a la sala sin saber nada de lo que voy a ver. Por lo tanto, ignoraba si me iba a encontrar con una película convencional o con un documental. Pues bien, La Historia de Jan, más que un documental o una película, es un testimonio: el de unos padres que viven la llegada de un hijo con síndrome de Down. La Historia de Jan es la crónica de unos hechos que abarcan desde antes del parto hasta cuando Jan ya tiene 5 o 6 añitos. Estos hechos son las reflexiones que los padres se hacen en torno al hecho de tener un hijo con síndrome de Down. Sin embargo, más que la propia historia, lo verdaderamente interesante está fuera de la pantalla. Lo explico a continuación.

Bernardo Moll y Mónica Vic, que así se llaman los artífices de La Historia de Jan, son, además, los papás de Jan. Por lo tanto, tenemos ante nosotros a un hombre y a una mujer con inclinaciones cinematográficas. Su visión del tema es verdaderamente avispada. ¿O, acaso, debería decir espíritu visionario en lugar de avispamiento? Esta pregunta me la hago por la siguiente razón: Mónica, según la vemos al principio de la película, está embarazada y no sabe que el bebé viene con síndrome de Down. Por las razones que fueren, nadie es capaz de ver que Jan viene con semejante característica. Se dan cuenta un tiempo después de su nacimiento. Por tanto, el asunto es la filmación de la llegada de un nuevo ser que, en principio, no debería conllevar ninguna característica que lo diferenciara de otros niños que van viniendo. El hecho diferencial nos lo da unos padres que se les ocurre filmar un proceso, que luego deviene en testimonial sin ellos conocer la peculiaridad que luego les será revelada. Entonces, pues, a Mónica y a Bernardo se les ocurrió filmar un proceso, el de convertirse en padres, sin conocer a priori la excepcionalidad del hecho.

El otro factor que me llamó la atención está fuera del marco de la película. Me refiero a lo que los padres de Jan, una vez visto que su hijo traía el síndrome de Down consigo, han hecho para hacer relevantes y trascendentes los hechos narrados. Abrieron una cuenta de Verkami, por poner un ejemplo, para sufragar los gastos de la película. Todo un modelo de negocio, bien factible en la era de internet y las tecnologías de la información. Les ha salido, pues, un producto redondo.

La Historia de Jan, a parte de las consideraciones que están fuera del marco definido por la pantalla, puede resultar de interés para papás, mamás, niños, pedagogos, coaches, maestros, psicólogos, médicos, etcétera. Por el contrario, como obra de arte no interesará al cinéfilo, excepto que tenga un interés particular en el tema. Prueba de ello fue la fuga prematura de algunos de mis compañeros cinevidentes, que abandonaron la sala a media sesión.

Sinopsis La inesperada noticia de que Jan tenía síndrome de Down, hizo que su padre se pusiera a escribir un blog y a grabar a su hijo, para así compartir y poder superar sus miedos. El documental nos cuenta desde la intimidad una historia de superación y de aceptación. A través del sentido del humor, el esfuerzo y el amor por Jan, sus padres buscan normalizar y dar visibilidad al desconocido mundo de la discapacidad.
País España
Director Bernardo Moll Otto
Guión Bernardo Moll Otto
Música Mayor Tom, Guille Mostaza
Fotografía Alfonso Postigo
Género Documental
Título original La historia de Jan
Estreno 04/11/2016

Trailer