La leyenda de Tarzán (2016), de David Yates – Crítica

La leyenda de Tarzán

«En La Leyenda de Tarzán, David Yates adapta sin éxito la popular historia del hombre mono a los tiempos modernos. En la búsqueda de un estilo épico se pierde la esencia del personaje, abandonando su conexión con la naturaleza salvaje.»

Han pasado 17 años desde la última incursión en la gran pantalla del personaje creado por Edgar Rice Burroughs. Durante todo ese tiempo ha crecido una generación que no está familiarizada con el rey de la selva. Para solventarlo, Warner Bros ha puesto en manos de David Yates la nueva versión de Tarzán acorde a una visión propia de nuestro tiempo.

La película comienza presentándonos a Lord Greystoke y a su amada esposa Jane en Londres del siglo XIX. Han pasado 8 años desde la marcha de Tarzán de tierras africanas y nos encontramos con un atormentado aristócrata, alejado de la imagen del Tarzán original. Esta presentación nos descoloca, pues David Yates apela al vínculo personal presente en el imaginario colectivo para conectarnos con el personaje. El director decide mostrarnos el origen del hombre mono mediante la utilización de breves flashback, funcionando en mayor medida como introducción a nuevos espectadores que como vía narrativa. Esto acaba derivando en la falta de empatía hacia el personaje. Aún siendo una historia popular, el pasado de Tarzán es vital para conectar con la esencia del personaje. Sabemos su relación con la naturaleza salvaje, pero no se nos proporcionan las herramientas necesarias para involucrarnos emocionalmente.

Al mismo tiempo en el Congo, con las deudas asfixiando al gobierno belga, el capitán Leon Rom tiene la misión de conseguir los preciados diamantes africanos. La población del país está sometida por la esclavitud, consecuencia de la colonización por parte de Bélgica. En el personaje de Leon Rom se sintetiza todo el desprecio dirigido a los explotadores. Es muy significativo que el elemento más representativo de Rom sea un rosario. A lo largo del filme, vemos cómo este villano lo utiliza como arma en más de una ocasión, cuya simbología es empleada sin sutileza alguna.

Una vez definida la introducción de la cinta, Tarzán, Jane y George Washington, un emisario del gobierno americano, se embarcan en el regreso al Congo con el cometido de documentar las atrocidades que están teniendo lugar. Este retorno marca un punto de inflexión en el filme, ya que desde ese punto se sigue sin disimulo la fórmula base empleada en los blockbusters estrenados en los últimos años. La tendencia de estilo que continúa La Leyenda de Tarzán hace de ella un producto tan vistoso como hueco.

A la hora de establecer la identidad de la cinta, los ingredientes utilizados  por David Yates carecen de personalidad alguna. Como en la mayoría de los reboots recientes, se tiende a presentarnos una historia de carácter más maduro y atormentado que la original. Este hecho se muestra en los tonos oscuros predominantes en el apartado visual, generando una atmósfera amenazante. Asimismo, este carácter adulto suele venir acompañado por la búsqueda de la épica. En La Leyenda de Tarzán, esa persistente búsqueda aboca al filme al fracaso.

La estructura narrativa de La Leyenda de Tarzán consiste en una sucesión de escenas efectistas, cuyo único objetivo es intentar asombrar al espectador. Este hecho, al combinarlo con un montaje anárquico, genera una sensación antagónica a la deseada, la de aturdimiento. David Yates intenta involucrar al espectador en este ritmo vertiginoso mediante el uso de una omnipresente banda sonora y el estilo visual, fallando en su propósito. Un fallo originado, como hemos comentado anteriormente, por la falta de empatía hacia el rey de la selva. La infancia de Tarzán es el argumento con más potencial para interesarnos por él y al pasar de refilón, nos alejamos emocionalmente del protagonista. Sin tener interiorizado la manera en la que se ha gestado la conexión de Tarzán con la naturaleza, nos es imposible seguir la multitud de eventos con el interés necesario.

La elección de esta fórmula en la que se prima al continente frente al contenido, tapa las luces de esta oscura obra. Es en las escenas con las revoluciones más bajas, cuando el filme ofrece sus mejores momentos, floreciendo reflexiones sobre la religión y la esclavitud. Es una pena que debido a las rígidas exigencias comerciales requeridas a los blockbusters, la corrección política apremie sobre estos temas tan sugestivos. De la misma forma, desespera que el nivel del elenco esté tan desaprovechado. Tarzán no pasará a la historia como Alexander Skarsgård, ofreciéndonos una interpretación inexpresiva basada en su imponente físico. De la misma manera que Margot Robbie, Christoph Waltz y Samuel L. Jackson tienen que lidiar con personajes planos, careciendo de la profundidad necesaria para lucirse.

En definitiva, David Yates ha reformulado el personaje Edgar Rice Burroughs, creando un producto heredero de nuestro tiempo. Es una lástima que la brújula que utilizaba Yates para orientarse en la selva sólo marcase una dirección tan poco estimulante. Debido al acomodo y la falta de valentía se ha desaprovechado una gran oportunidad. Este Tarzán sin alma no hace justicia al personaje creado por  Burroughs. Las nuevas generaciones no sentirán cómo creció un hombre entre los monos y se gestó su relación con la naturaleza. El rey de la selva no está constituido para los parámetros del cine comercial actual.

La leyenda de Tarzán

Sinopsis Ya han pasado varios años desde que Tarzán abandonara la jungla africana para llevar una vida aburguesada como John Clayton III, Lord Greystoke, junto a su amada esposa Jane, pero ahora le han invitado a que vuelva al Congo para ejercer de embajador de comercio en el parlamento. En realidad, todo forma parte de un plan ideado por el capitán belga Leon Rom, pero los responsables de esta estrategia no tienen ni idea de lo que se les viene encima.
País Estados Unidos
Director David Yates
Guión Stuart Beattie, Craig Brewer, John Collee, Adam Cozad (Novela: Edgar Rice Burroughs)
Música Rupert Gregson-Williams
Fotografía Henry Braham
Reparto Alexander Skarsgård, Margot Robbie, Christoph Waltz, Samuel L. Jackson, Djimon Hounsou, John Hurt, Ella Purnell, Cali, Simon Russell Beale, Madeleine Worrall, Laurence Spellman, Lasco Atkins, Matthew William Jones, Casper Crump, Guy Potter
Productora Warner Bros
Género Aventuras
Duración 109 min.
Título original The Legend of Tarzan
Estreno 22/07/2016

Trailer

Calificación3.5
3.5

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Carlos Chaparro

Estudió Comunicación Audiovisual, permitiéndole trabajar en su pasión: el cine. Un amor incondicional que nació al descubrir a Patricia y Michel paseando por los Campos Elíseos.

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