Hay muchas películas que considero imprescindibles para cualquier aficionado al cine. ‘La Lista de Schindler (Schindler’s List, 1993)’ es una de mis favoritas. Una auténtica masterpiece que confirmó a Steven Spielberg como uno de los grandes directores de la historia. Una historia tremendamente emotiva con una ejecución magistral. Recibió nada más y nada menos que siete premios Óscar.
En mi lista de favoritas incluiría un buen número de películas conocidas por todos: ‘Seven (1995)’, dudo que el cine negro pueda mejorar algún día una trama policíaca tan bien urdida como la de este thriller, con un móvil brillante, y un desenlace aún mejor. ‘El nombre de la rosa (1986)’, una gran novela excelsamente representada en la pantalla, ‘The Game (1997)’, un thriller impecable, una idea maravillosa que provoca un estado de tensión constante, ‘El club de la lucha (1999)’, psicológica, física y brutal), ‘300 (2006)’, una producción visualmente sublime, ‘Gladiator (2000)’, ‘Salvar al soldado Ryan (1998)’, ‘American Beauty (1999)’, ‘Amelie (2001)’ y otras tantas…
Pero voy a centrar esta lista en films un tanto menos conocidos:
1. Cube (1997)
‘Cube’ es una película canadiense de terror de Vincenzo Natali que obtuvo los premios de mejor película y mejor guion en la edición de 1998 del Festival de Cine de Sitges. Original y surrealista. Incita a una profunda reflexión sobre quienes y qué somos en realidad.
Seis personas aparecen encerradas en un complejo laberinto de habitaciones cúbicas que esconde trampas mortales. No saben cómo llegaron allí, pero pronto descubren que deberán resolver ciertos enigmas y sortear con habilidad todas las trampas si quieren sobrevivir.
Considero a ‘Cube’ como el precursora de otras obras de semejantes como ‘Saw’ (2004), ‘Battle Royale’ (2000), o ‘House of 9’ (2005).
2. Martín (Hache) (1997)
Martín Echenique (Federico Luppi) es un director de cine argentino que lleva más de veinte años viviendo en Madrid. Detesta su país y se niega a recrearse en la nostalgia. Siguiendo la tradición familiar, su hijo también se llama Martín, pero todos le llaman Hache (Juan Diego Botto); tiene 19 años y vive en Buenos Aires con su madre. Ni estudia ni trabaja; callejea y toca su guitarra eléctrica. Después de cinco años sin verse, vuelven a encontrarse en Buenos Aires cuando Hache sufre un grave accidente. La exmujer de Martín, que tiene una nueva familia en la que parece que no hay cabida para Hache, propone que el chico viva con su padre en Madrid.
Una sinopsis que parece corriente, pero sin embargo esconde un asombroso elenco de personajes, un sinfín de conversaciones inteligentes, asombrosamente lúcidas, opuestas y bien razonadas. Es una tragicomedia imposible de mejorar, con muchos toques de cinismo.
3. Pequeña Miss Sunshine (Little Miss Sunshine, 2006)
Los Hoover son una familia muy peculiar: el abuelo esnifa cocaína y suelta palabrotas, el padre fracasa estrepitosamente dando cursos para alcanzar el éxito, el tío se está recuperando de un suicidio frustrado tras ser abandonado por su novio, el hijo adolescente lee a Nietzsche y guarda un voto de silencio. Y Olive, la hija pequeña, una niña gafotas y más bien gordita, quiere ser reina de la belleza. Cuando, gracias a un golpe de suerte, la invitan a participar en el concurso de ‘Pequeña Miss Sunshine’, en California, la acompaña toda la familia. Hacinados en una destartalada furgoneta Volkswagen, se dirigen hacia el Oeste en un trágicómico periplo de tres días lleno de inesperadas sorpresas.
Qué decir de esta comedia… excelente.
4. El aceite de la vida (Lorenzo’s Oil, 1992)
Mucha gente no conoce este film y vale mucho la pena disfrutar de él. Es un drama con todas las letras. Hay mucha impotencia, dolor, obsesión, fuerte lucha por lograr un objetivo que parece inalcanzable, y un amor incondicional de unos padres desesperados.
Lorenzo Odone, hijo único de unos inmigrantes italianos que viven en los Estados Unidos, comienza a desarrollar a los tres años una grave enfermedad neurológica para la cual no existe ningún tratamiento conocido. En muy poco tiempo, el niño queda postrado en la cama: no puede andar, ver, ni hablar. Sus padres, sin embargo, no se rinden… Lucharán para salvar la vida de su hijo, amenazado por una enfermedad atípica, la ALD.
Historia basada en un caso verídico. Es conmovedora. Sobrecoge tanto por el tema que trata, como por las impresionantes interpretaciones del matrimonio protagonista. Susan Sarandon está magnífica, uno de los mejores papeles de su vida, por el que recibió 2 nominaciones al Oscar.
5. Grandes esperanzas (Great Expectations, 1998)
Una historia de amor escurridizo dirigida por Alfonso Cuarón, que se inspiró en la novela homónima de Charles Dickens del siglo XIX, la cual ha sido adaptada al cine y al teatro en más de 250 ocasiones.
El espectador queda poseído por la magia de este amor imposible. Ese amor que uno desea durante años y tiene la sensación de que su destino tarde o temprano le brindará. Me encanta.
Gracias al dinero de un benefactor desconocido, Finn (Ethan Hawke) llega a Nueva York para dedicarse a su sueño, la pintura. Pero desde que era niño vive obsesionado por Estella (Gwyneth Paltrow), que se convierte en la musa que inspira sus cuadros.
6. El experimento (Das Experiment, 2001)
Película alemana basada en un experimento real sobre la psicología del comportamiento.
Es muy interesante cómo se va desarrollando el metraje en un ambiente de opresión y restricción que tendrá consecuencias insospechadas…
7. El punto sobre la i (Dot the i, 2003)
Carmen (Natalia Verbeke) es una bailarina de flamenco que se traslada de Madrid a Londres para escapar de su tormentoso pasado. Después de haber vivido en España una relación sórdida y violenta, ha encontrado en Barnaby (James D’Arcy), un chico de familia adinerada, la seguridad que tanto necesitaba. En la víspera de su boda y en su despedida de soltera, Carmen, siguiendo una tradición francesa, besa a Kit (Gabriel García Bernal), un atractivo desconocido. El beso despierta en ella una pasión desconocida que pone en peligro la lealtad que debe al hombre con quien se va a casar.
Bajo una presentación de culebrón doméstico, se esconde un intrigante thriller que enfrentará peligrosamente a este triángulo amoroso. Me sorprendió muy gratamente por su encanto romántico y su fuego.
8. The box (2009)
‘The Box’ es un film con un argumento brillante que presenta una situación en la que parece inevitable tomar partido y posicionarse. La idea me parece una genialidad, a pesar de que la ejecución podría haber sido mejor. Pero únicamente por el dilema moral que se plantea y por hacerlo de un modo tan original, ya se merece mi recomendación.
Norma Lewis (Cameron Diaz), profesora de un colegio privado, está casada con Arthur (James Marsden), un ingeniero de la NASA. Un día, se presenta en su casa un hombre misterioso, con el rostro horriblemente desfigurado, que le propone a Norma una vida alternativa: la caja.
9. Café de Floré (2011)
Espiritual, profunda, soberbia… Este tipo de historias me emocionan.
Se presentan dos historias paralelas: Jacqueline (Vanessa Paradis), madre de un niño en los años sesenta en París; y Antoine, un DJ de éxito recién divorciado en el Montreal actual. Las dos historias se unirán a través del amor. Un amor eufórico, obsesivo, trágico, juvenil y atemporal. Una mística odisea amorosa.
Me parece intensa, hermosa, y que juega con la dicha y la tristeza con un control absoluto del equilibrio.
10. Savage Grace (2007)
Barbara Daly (Julianne Moore) entra a formar parte de la alta sociedad americana tras casarse con Brooks Baekeland (Stephen Dillane), heredero de una gran fortuna. Aunque es bella y elegante, a su marido le parece que no está a la altura de su nueva posición social. El nacimiento de Tony, su único hijo, desestabiliza más el matrimonio. Este filme desvela los más ocultos secretos de una de las dinastías norteamericanas más famosas de la historia reciente.
Es una historia real con personajes trastornados, perdidos y atormentados, genialmente perfilados. Julianne Moore está estupenda, como también lo está Eddie Redmayne. La relación de amor odio entre madre e hijo está perfectamente retratada.
Me recordó a otras películas con personajes frustrados o desequilibrados, que pierden el rumbo y se dejan llevar por sus instintos más primarios, como: ‘Juegos secretos (Little children, 2006)’ o ‘Revolutionary Road (2008)’.
