Lío en Broadway (2014), de Peter Bogdanovich – Crítica

Lío en Broadway

Nadie negará a Peter Bogdanovich maestría en el ejercicio de la comedia. No todos los directores saben el momento en el que estallarán las carcajadas en la platea, ni el punto exacto en el que hay que cambiar de escena: un segundo más puede resultar fatal para alcanzar el efecto cómico que se pretende. El arte de la comedia no tiene secretos para Bogdanovich, así que si usted aspira a reírse con el arte de un profesional del género, esta opción es, en estas semanas, la más acertada.

El viejo refrán de “El diablo sabe más por viejo que por diablo”, sin duda, puede aplicársele a este director que ha superado los setenta y anda ya a buen trote camino de los ochenta. De la misma edad que Cimino y Coppola (¿qué coyuntura astral debió ocurrir en aquel lejano 1939 para que nacieran tantos buenos directores que tan buenos momentos nos han hecho pasar? Brian de Palma nacería un año después y Lucas un lustro más tarde). Todos ellos –con Friedkin, el más mayor de todos ellos, que ya ha iniciado la recta de los 90 y cuyo ‘French Connection’ parece como si le hubiera superado y no fuera capaz de ir más allá– formaban parte del Nuevo Hollywood que modernizó la industria del cine envejecida en los 60. Bogdanovich fue el más atípico: ejerce guionización y dirección, canalizando su cinefilia obsesiva hacia la crítica y la entrevista con el “todo Hollywood”. La actual fama de Orson Welles se debe casi tanto a los escritos de Bogdanovich como a los propios méritos del director.

Las crónicas cuentan que fue Roger Corman quien le propuso dirigir una película. Así nacieron ‘El héroe anda suelto’ (1968) y ‘Mujeres prehistóricas’ (1968). Funcionaron en taquilla y las que siguieron funcionaron todavía mejor: ‘The Last Picture Show’ (1971), que recibió ocho Oscar (entre otras al Mejor Director) y supuso el primer encuentro con la jovencísima Cybill Shepherd, que volverá a aparecer en esta última película ‘Lío en Broadway’; ‘¿Qué me pasa, doctor?’ (1972) con Barbara Streisand y Ryan O’Neal; y luego ‘Luna de Papel’ (1973), con Ryan y Tatum O’Neal, que marcó el cénit en la carrera cinematográfica de Bogdanivich. Pero, luego, su carrera se truncó: ‘Una señorita rebelde’ (1974), con Cybill Shepherd como protagonista improbable de un drama ambientado en el siglo XIX, cosechó las peores críticas y supuso un fracaso comercial. Peor le fue con ‘At long Last Love’ (1975), cuando cegado por su amor, volvió a colocar a la Shepherd en un papel que no le cuadraba ni a martillazos. Ni la presencia de Burt Reynols ni la música de Cole Porter lograron levantar la película.

En los años siguientes, salvo ‘Nickelodeon’ (1976), el resto de películas de Bogdanovich tuvieron un éxito limitado. La Shepher le abandonó y no le fue mejor con Dorothy Stratten, mujer casada que al decirle a su marido que lo abandonaba, la mató para luego suicidarse. A veces, los personajes de Hollywood se ven envueltos en circunstancias que parecen extraídas de sus más retorcidos dramones. Bogdanovich cayó en la más profunda de las depresiones. Las comedias le redimieron. Cuando en 1992 rodó ‘Qué ruina de función’, ya estaba completamente repuesto. Su comedia anterior ‘Coming Soon’ había sido filmada en 1999. Felizmente, el visionado de ‘Lío en Hollywood’ demuestra que Bogdanovich sigue en forma.

De hecho, veintitrés años después, ‘Lío en Broadway’ nos lleva por derroteros muy parecidos a los trillados en ‘Qué ruina de función’. En ambos casos estamos ante verdaderos vodeviles, tratados con la técnica del vodevil (puertas que se abren y se cierran, por las que entran y salen de manera trepidante los personajes, escenas equívocas, hilaridad incontenible, situaciones absurdas). No es una técnica fácil.

En una comedia, las situaciones cómicas deben fluir de manera natural, y en un vodevil la tensión y los equívocos son el acompañamiento imprescindible. La carcajada y la sonrisa deben alternarse sin que existan momentos de relajación o el espectador tenga tiempo de mirar la hora o pueda, aun necesitándolo, irse al lavabo. ‘Lío en Broadway’ tiene todo esto y por eso merece verse. Pero si hemos dedicado un espacio inusual a comentar la carrera cinematográfica de Bogdanovich es porque muchos guiños de la película no podrían entenderse sin recordar previamente su vida. Ahora, quizás, el lector –y futuro espectador– de esta cinta entenderá mejor la presencia de Cybill Shepherd o de Tatum O’Neal (¡qué bien envejecen algunas!).

Se alegará quizás que ‘Lío en Broadway’ no aporta nada nuevo al género de la comedia. ¿Y qué debería aportar? ¿puede añadirse algo más a la fórmula que crearon Lubischt, Wilder o Hawks a mediados de los años 40? Si cambiamos el arroz de una paella por garbanzos el resultado será diferente –y desde luego, nunca el esperado– por muy creativo que pueda ser. No, ‘Lío en Broadway’ responde a los estándares de la comedia de los años 40, y la delgada línea que separa la mala copia del producto bien terminado radica en la maestría del director. Precisamente, el mérito de esta comedia –como el su película precedente, ‘¡Que ruina de función!’– es atenerse a los patrones que hicieron reír a los espectadores en los años 40 y que, probablemente, cuando termine este milenio sigan haciendo reír a lo que quede de humanidad en el planeta.

Los papeles protagonistas corren a cargo de Imogen Poots, prostituta retirada del oficio por Owen Wilson, de profesión director de teatro y de vocación ONG ambulante. La carrera de la actriz británica apenas se inició hace nueve años, pero cada vez es más requerida por los directores de Hollywood. En 2014 nos llegó de ella ‘Need for Speed’, donde dejó una buena impresión. Su fuerza expresiva radica en los primeros planos –y especialmente en la mirada– y Bogdanovich, que lo sabe, los utiliza sabiamente.

En cuanto a Owen Wilson podríamos llamarlo el “excipiente” de esta película, sin el cual, nada sería posible, pero que no constituye el personaje esencial de la trama. Wilson no es el “principio activo” de la cinta, pero sí un factor esencial que le da cuerpo (no se le puede calificar de “gran actor” pero su vis cómica es innegable y responde perfectamente a lo que se espera de él). En lo que se refiere a Jenifer Aniston, asume el papel de la psicóloga sociópata (que, como muchos de su gremio es la primera en necesitar terapia).  Aniston, con una carrera muy desigual, borda en esta película su mejor papel en años (y le hacía falta).

No es frecuente que en las comedias se preste mucha atención a la música, pero en este caso la banda sonora de Ed Shearmur constituye un acompañamiento que se agradece.

Se ha dicho que esta película podría haber sido filmada por Woody Allen y, efectivamente, en algunas escenas esa impresión es más acusada. Ambos son profundos conocedores de la historia del cine. Ambos, conscientes de que es imposible encontrar fórmulas nuevas que convenzan a los espectadores, se vuelven cada vez más clasicistas: una y otra vez tratan de realizar un retorno a los primeros pasos del género, quieren entroncar sus producciones con la “tradición”. Más que “originales”, su tendencia es a ser “originarios”. Y en esta película Bogdanovich lo consigue.

Si usted quiere ver algo nuevo, nunca visto hasta ahora, un ejercicio de originalidad y la exploración de nuevos caminos para llegar a la carcajada, esta película le decepcionará. Pero si quiere reírse con aquello mismo con lo que se han reído sus padres y abuelos y con lo que, indiscutiblemente, se reirán sus nietos, esta es su película.

Lío en Broadway

Sinopsis Arnold está felizmente casado, tiene dos hijos y un magnífico trabajo como director teatral en Broadway. Pero todo cambia cuando contrata los servicios de Izzy, una joven y prometedora actriz que alterna su discreta carrera artística con servicios nocturnos de compañía.
País Estados Unidos
Director Peter Bogdanovich
Guión Peter Bogdanovich, Louise Stratten
Música Ed Shearmur
Fotografía Yaron Orbach
Reparto Owen Wilson, Imogen Poots, Jennifer Aniston, Will Forte, Cybill Shepherd, Rhys Ifans, Lucy Punch, Eugene Levy, Tatum O’Neal, George Morfogen, Debi Mazar, Jake Hoffman, Joanna Lumley, Kathryn Hahn, Michael Shannon, Ahna O’Reilly, Austin Pendleton, Richard Lewis
Productora Lailaps Pictures
Género Comedia
Duración 93 min.
Título original She’s Funny that Way
Estreno 24/07/2015

Trailer

Calificación6.5
6.5

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Amor DiBó

Trabaja en el mundo editorial, y le gusta la arquitectura, viajar, el cine, la robótica-nanotecnología, hacer tortilla de patata, el té y la buena educación.

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