Llenar el vacío

Llenar el vacío

Llenar el vacío no es una película de fácil visionado.

Su trama nos conduce junto a una judía ortodoxa, quien tras la muerte de su hermana, se verá presionada para casarse con el marido de aquella. El dilema entre el amor y la fe, los deseos y el deber, se extenderá a lo largo de toda la película. Querer casarse, considerarlo un error, volver a considerar el enlace… las dudas paralizan a la protagonista, y también a la película, que vuelve una y otra vez sobre estas indecisiones. Sentimos que el film no avanza, percepción que se incrementa por el ritmo pausado de la propuesta.

La directora de la película, Rama Burshtein, es una norteamericana de raíces israelíes, convertida al judaísmo ortodoxo. Por lo tanto, la historia está contada por alguien que acepta las costumbres enormemente tradicionales y férreas de dicha religión.
Sin embargo, el tono que utiliza es frío, distante, como si buscara el mayor grado de objetividad posible. Algo que es de agradecer, pero que perjudica la capacidad emocional de la película.

Es por tanto, y como ya he dicho, una obra difícil.

Sin embargo, Llenar el vacío, tiene sus recompensas.
La primera, su acertada propuesta visual. La representación de esa lucha entre tradición (que representaría el pasado) y sentimientos (que representarían la modernidad) se plasma en la manera de dirigir de Burshtein. Los encuadres, el ritmo, el manejo de la cámara es totalmente clásico, mientras que la iluminación y la fotografía, con una profundidad de campo mínima que dirige nuestra mirada constantemente, es mucho más expresiva y actual. El resultado de esta contraposición es atractivo.

El otro gran aspecto positivo, es la ambigüedad con que la directora aborda el tema. Burshtein es tan sutil, tan poco obvia, que en muchos tramos no sabremos exactamente cuales son los sentimientos que impregnan a la joven. Este estado de desconcierto es equiparable al que sufre la protagonista, quien tiene dificultades para identificar cuales son sus emociones.

Nos queda claro que Burshtein no ha conseguido esto de manera accidental, ya que en varias ocasiones (sobre todo al final) nos oculta el rostro de la joven cuando parecía que sus gestos, por fin, podían darnos una respuesta. Una vez es un pañuelo que cubre su cara, otra vez el corte que dará por finalizada la escena, quien nos impida seguir buscando respuestas.

Y es que Llenar el vacío, tiene la deferencia (poco extendida) de dejar al espectador sacar sus propias conclusiones. ¿Deberá hacer caso a su fe y su familia, o deberá escuchar sus sentimientos?

Llenar el vacío

Sinopsis Shira es la hija más joven de una familia judía ortodoxa de Tel Aviv. Prometida con un joven de su misma edad, a sus 18 años Shira se siente preparada e impaciente. Pero la muerte de su hermana mayor, Esther, al dar a luz a su primer hijo, trastocará por completo la vida familiar y el futuro de Shira, que se verá obligada a elegir entre los deseos de su corazón y el deber familiar.
País Israel
Director Rama Burshtein, Yigal Bursztyn
Guión Rama Burshtein
Música Yitzhak Azulay
Fotografía Asaf Sudri
Reparto Hadas Yaron, Hila Feldman, Razia Israeli, Yiftach Klein
Productora Sony Pictures Classics / Avi Chai fund / Israel Film Fund / Norma Productions
Duración 90 min.
Género Drama
Título original Lemale et ha’halal (Fill the Void)
Estreno 25/07/2014

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Calificación6
6

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Arturo G. Maiso

Viajero y cinéfilo. Director de Marketing en una plataforma de financiación participativa, CEO de AGM Comunicación Multimedia y director de El Cine en la Sombra.

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