Lobo (Theeb, 2014), de Naji Abu Nowar – Crítica

Lobo

«Naji Abu Nowar realiza un impresionante debut cinematográfico con Lobo (Theeb), una película de aprendizaje y transición de la infancia a la adultez. De viaje entre destinos, geográficos e inevitables.»

Cuán diferente es la vida a través de los ojos de un niño. Una mirada infantil siempre va a estar impregnada de insaciable curiosidad. Por la etapa adulta, por lo que les rodea, por aquello que les resulta extraño. No importa el dónde, no importa el cuándo. Aquí, ahora. En algún desértico lugar del decadente Imperio otomano, en plena Gran Guerra.

Theeb (transcripción fonética de la palabra “lobo” en árabe), un pequeño de la tribu de los Howeitat, admira profundamente a Hussein, su hermano aún adolescente, pues es quien ejerce de maestro para él. Sus enseñanzas le preparan para la vida beduina. Contestan la mayoría de sus preguntas, que son muchas. Pero hay algunas cuestiones que no puede responder. Por ejemplo, quién ese ese extraño forastero que irrumpe una noche en sus vidas y que cambiará sus existencias para siempre.

Estamos ante una película de aprendizaje y transición de la infancia a la adultez. De viaje entre destinos, geográficos e inevitables. La curiosidad de Theeb le llevará a recorrer antes de tiempo un “camino solo para hombres”. El inclemente desierto terminará por devorar su inocente y cándida niñez. Y al terminar su aventura, Theeb ya no será un conejo indefenso. Se habrá ganado, indudablemente, su condición de lobo. Decía el novelista francés Marcel Proust que “el único verdadero viaje de descubrimiento consiste no en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos”. Tras cien minutos de epopeya fílmica, Theeb habrá perdido sus ojos de niño. Su mirada infantil.

Naji Abu Nowar, jordano nacido y criado en Reino Unido, realiza un impresionante debut cinematográfico con Lobo (Theeb). También se encarga del guion, junto a Bassel Ghandour. Aunque la comparación con Lawrence de Arabia parece lógica (aventuras desérticas enmarcadas en la Primera Guerra Mundial), la cinta que nos ocupa se aleja de la épica excelsa del trabajo de David Lean y se centra en el retrato íntimo de un niño humilde que se ve obligado a crecer a pasos agigantados. El desarrollo a fuego lento, la parquedad en diálogos y banda sonora (de melancólicas reminiscencias árabes) y la majestuosidad del paisaje (hasta el punto que el desierto pasa a ser un personaje protagonista más) otorgan a Theeb ciertos trazos de inconfundible wéstern.

La fotografía de Wolfgang Thaler aprovecha al máximo la belleza del conocido como Valle de la Luna (al sur de Jordania, lugar donde también fue rodada en parte la ya nombrada Lawrence de Arabia). Los tonos cálidos subrayan perfectamente las sensaciones de soledad, sequía y desesperación propias de un terreno inhóspito y áspero. Los planos generales deleitan la vista del espectador. Por su frescura, destacan los espectaculares encuadres relativos a la secuencia del pozo.

Con ligeras y apropiadas pinceladas, Nowar contextualiza la historia en una etapa cambiante para el modo de subsistencia beduino. La llegada del ferrocarril (o “burro de hierro”) acabó con el sustento de los guías del desierto, que ya no eran necesarios para alcanzar la ciudad santa de La Meca. El lento desmoronamiento del antaño glorioso Imperio otomano y una guerra por vez primera a gran escala, terminaron por alterar la realidad de una región aislada hasta ese momento. “Esto es lo que nos destruyó”, afirma en un momento dado uno de estos moradores del desierto ante una vía férrea cubierta de arena. La transformación a la que asistimos en Theeb es, pues, doble: la de su protagonista y la del mundo en el que habita.

Jack Fox, en el rol de oficial británico, es el único actor profesional del film. Nowar deseaba que Theeb desprendiera la mayor verisimilitud posible, por lo que el resto del elenco son pobladores del desierto en la vida real, hablantes del dialecto beduino. Destaca Jacir Eid Al-Hwietat, en el papel del infante protagonista. Sus ojos, sus gestos, representan de manera notable las dudas, la cautela y la curiosidad propias de un niño obligado a marchas forzadas a convertirse en adulto.

Theeb es en última instancia una obra de clásico desarrollo, de aventuras con el desierto como escenario implacable, de crecimiento personal de un lobo con piel de cordero y tan bellamente rodada que parece impropia de un realizador novel. Reconocida a nivel mundial, la cinta fue nominada como mejor película de habla inglesa en la pasada edición de los Oscar. Igualmente, Nowar recibió el premio a mejor director, guionista o productor británico novel en la sesenta y nueve edición de los BAFTA, así como el galardón a mejor director, dentro de la sección Orizzonti, del Festival de Venecia de 2014.

Lobo

Sinopsis Arabia, 1916. Theeb -lobo en árabe- vive con su tribu beduina en un rincón olvidado del Imperio Otomano. Después de haber perdido recientemente a su padre, Hussein debe criar a su hermano Theeb. Sus vidas son interrumpidas con la llegada de un oficial del ejército británico y su guía en una misión misteriosa. Incapaz de negar su ayuda al británico por temor a deshonrar la reputación de su difunto padre, Hussein se compromete a acompañarles a su destino, un pozo de agua en la antigua ruta de peregrinación a La Meca. Temeroso de perder a su hermano, Theeb persigue a Hussein y se embarca en un peligroso viaje a través del desierto de Arabia que, desde el estallido de la Primera Guerra Mundial, se ha convertido en el coto de caza de mercenarios otomanos, revolucionarios árabes y asaltantes beduinos marginados.
País Jordania
Director Naji Abu Nowar
Guión Abu Nowar, Bassel Ghandour
Música Jerry Lane
Fotografía Wolfgang Thaler
Reparto Jacir Eid, Hassan Mutlag, Hussein Salameh, Marji Audeh, Jack Fox
Productora Noor Pictures
Género Aventuras
Duración 100 min.
Título original Theeb
Estreno 27/05/2016

Trailer

Calificación8
8

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Guillermo Gil Gómez

Técnico Superior en Realización de Audiovisuales y Espectáculos y graduado en Periodismo. Entre mis aficiones están el cine, los videojuegos y viajar. Podéis leerme también en mi blog personal, Cámara Subjetivo

1 comment

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  1. José Luis Arsac 7 marzo, 2017 at 19:35 Responder

    Hacia tiempo que no veía una película tan interesante y amena, la misma discurre en un ambiente de realidad, belleza paisajística, comentarios justos y adecuados y sobre todo destacaría el contexto histórico muy creíble junto a la idiosincrasia de los personajes.

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