Money Monster (2016), de Jodie Foster – Crítica

Money Monster

«Jodie Foster dirige Money Monster, un tenso thriller sobre el poder corruptivo del dinero y el terrorismo como espectáculo.»

No es una película que vaya a aumentar, desde luego, nuestra confianza en la economía. Tampoco es una película que permitirá a los inversores en bolsa conciliar el sueño. Ni siquiera que aumente la credibilidad de los medios de comunicación. Es una película sobre la volatilidad de la economía especulativa y sobre la posibilidad de que una mala inversión genere el que un tipo trabajador y honesto hoy, pueda vivir debajo de un puente mañana y decidirse a realizar una represalia a quien culpa de sus desgracias. También puede generar cierto desasosiego en quienes han creído que la globalización era algo portentoso (que aún los hay ahora cuando emprendemos el “noveno año triunfal de la crisis”), un signo de los tiempos, capaz de unificar el mundo mediante la economía. Money Monster es una película en la que se denuncia todo este orden de ideas.

No es ciertamente una novedad. En los últimos tiempos, desde que la macrocrisis mundial estalló en EEUU en 2007 y en los seis meses siguientes se contagió a todo el mundo (aquí en España, solamente se reconoció un año después, cuando habían pasado las elecciones de 2008 era evidente el parón de la construcción, y los precios de la vivienda empezaron a caer, pero aún no se percibía que pronto mutaría en una crisis de la deuda pública), diversas películas y documentales han tratado sobre la cuestión.

Las ha habido de todo tipo, desde todos los enfoques, mejores y peores. Recordamos, entre otras, Le Capital (2012, El capital) de Costa Gavras, sobre las prácticas bancarias mafiosas; o la quiebra de Lehman Brothers que ha sido llevada varias veces al cine, empezando por Margin Call (2011), sin duda, la más rigurosa, que relata las 24 horas que precedieron al hundimiento del banco de inversiones, o la no menos interesante Too Big to Fail (2011, Malas noticias) que nos cuenta cómo estalló la crisis en 2007-8 y como se relacionó el mundo del dinero con el del poder político en los EEUU. O The Last Days of Lehman Brothers (2010), telemovie que narra el fin de semana que se vivió en la entidad bancaria previo a la quiebra del banco.

Podríamos citar muchas otras cintas sobre el tema así como decenas de documentales, de mejor o peor factura. Destacaremos únicamente tres: Inside Job (2010) de Charles Ferguson, quizás el trabajo más sistemático sobre la crisis de 2008 y en donde aparecen entrevistados los principales responsables de la economía mundial, Capitalism: A Love Story (2009) de Michael Moore y Requien for the American Dream (2015) que, en realidad, expone la trayectoria de Noam Comsky, uno de los más despiadados críticos del capitalismo y de la política de los EEUU.

Material no falta, pues, para entender y asimilar lo que ha sido la crisis mundial iniciada en 2007, crisis que, hay que decirlo, aún colea. Cabe preguntarse, pues, qué aporta Money Monster a todo este denso repertorio de variaciones sobre el mismo tema. La respuesta a ésta pregunta será fundamental para valorar la película dirigida por Jodie Foster.

Lo primero que cabe decir es que la Foster, ha optado por irse alejando progresivamente de la escena, reinventándose a sí misma como directora. Actriz del método, es igualmente minuciosa y sistemática en la construcción de sus películas. Es su tercera película desde que en 1990 dirigiera Litte man Tate (El pequeño Tate). En ésta realiza un buen trabajo: es una película de denuncia en la que la Foster se cuela por un resquicio que todavía no había sido explotado por el cine que ha tratado sobre la crisis económica: el papel de los gurús televisivos.

Fueron estos gurús los que animaron a los pequeños ahorradores a invertir sus capitales trabajosamente reunidos en bolsa. Se les prometían beneficios del ciento por uno o cómo realizar el “sueño americano”, garantizado y sin riesgos. Los había en todos los países: más que economistas eran publicistas a sueldo de las empresas de inversión y de los consorcios bancarios y especulativos. Cuando apostaban públicamente por un valor, millones de pequeños ahorradores telefoneaban a su agente de cambio y bolsa ordenándole comprar cuantas acciones pudieran de esa empresa y no de otra. Ignoraban que estaban comprando papel impreso. Nada más. La película va sobre eso y sobre la venganza que uno de estos malhadados inversores ejecuta sobre el gurú que le ha inducido a la ruina.

Jodie Foster aporta otra cosa que está presente en la civilización americana desde los atentados terroristas del 11-S: el tratamiento del terrorismo como espectáculo de masas. Ciertamente, en España, podemos alardear de que veinte años antes, la televisión pública de la época ofreció en vivo y en directo el asalto al Congreso de los Diputados realizado por Tejero y sus Guardias Civiles, disparos incluidos. Pero lo que va del 23-F de 1981 al 11-S de 2001 es lo que va de lo “nacional” a lo “global”. Las imágenes del 23-F tardaron horas en transmitirse a todo el mundo; el 11-S, en cambio, fue visto simultáneamente en todo el planeta. El terrorismo se convirtió definitivamente en un fenómeno mediático.

Estos son las novedades que aporta esta película a un tema que, en principio, parecía suficientemente trillado. Por eso vale la pena verla. A pesar de que hayamos seguido otras películas sobre el mismo tema, ésta nos hará un planteamiento que ha estado ausente en otras. El resto de elementos presentes en la película son de segundo orden y ya han aparecido en otras cintas similares: los problemas psicológicos que genera el paro, las víctimas de la especulación financiera, la codicia que llevó a la catástrofe económica…

Ciertamente, ni George Clooney, ni mucho menos Julia Roberts, hacen los mejores papeles de su vida, pero los “enganchados” a estos actores disfrutarán con ellos, sufrirán con ellos y se recrearán en ellos. En cuanto a los incondicionales de Jack O’Connell, les gustará, a pesar de que, como el resto de actores, cumple sin realizar grandes alardes interpretativos.

La película tiene tensión, contiene información complementaria sobre las causas de la crisis, tiene buen ritmo, es entretenida y si usted pertenece al grupo de espectadores que le puede gustar un thriller con trasfondo económico-mediático, si es de lo que no se arredran ante películas que toquen el tema desgraciadamente tan frecuente del terrorismo y si , le gustan las películas en donde el corazón esté en un puño más de lo habitual y su cardiólogo no se lo ha contraindicado, ésta es su película. No lo dude.

Money Monster

Sinopsis Lee Gates, un famoso presentador de televisión, es conocido por ser uno de los gurús de Wall Street. Pero cuando el joven Kyle Budwell pierde todo el dinero de su familia en una mala inversión por consejo de Gates, decide secuestrar al periodista durante su emisión en directo del programa.
País Estados Unidos
Director Jodie Foster
Guión Alan DiFiore, Jim Kouf, Jamie Linden (Historia: Alan DiFiore, Jim Kouf)
Música Dominic Lewis
Fotografía Matthew Libatique
Reparto George Clooney, Julia Roberts, Jack O’Connell, Caitriona Balfe, Dominic West, Giancarlo Esposito, Dennis Boutsikaris, Darri Ingolfsson, Christopher Denham, Anthony DeSando, Jennifer Dong, Ivan Martin, Cliff Moylan, Vernon Campbell, Joseph Oliveira
Productora Allegiance Theater / Smokehouse Pictures / Sony Pictures / TriStar Pictures
Género Thriller
Duración 100 min.
Título original Money Monster
Estreno 06/07/2016

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Calificación7
7

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Amor DiBó

Trabaja en el mundo editorial, y le gusta la arquitectura, viajar, el cine, la robótica-nanotecnología, hacer tortilla de patata, el té y la buena educación.

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