Mustang (2015), de Deniz Gamze Ergüven – Crítica

Mustang

«Mustang tiene su principal virtud en el equilibrio que alcanza para no castigar demasiado al espectador, manteniéndose a pesar de todo luminosa y optimista, pero enfrentando continuamente situaciones de gran dramatismo desde una perspectiva verosímil.»

«Aspirar a la libertad es el tema de la película», decía Deniz Gamze Ergüven tras recibir uno de los numerosos premios que ha cosechado ‘Mustang’, su primer largometraje, cuyo argumento gira alrededor de cinco hermanas de edades comprendidas entre los 12 y los 16 años que son encerradas en casa para evitar que pierdan la inocencia, mancillen su honor, se perviertan, o como quieran llamar a esas cosas que a todos nos gusta tanto hacer.

La directora Deniz Gamze Ergüven se crió en Francia, aunque es Turquía (aquí se desarrolla y ambienta la película) donde nació. Turquía es un país oficialmente con libertad de culto, de prensa y sexual, aunque muy conservador y de ferviente sentimiento musulmán, un contraste derivado de su ubicación entre Europa y Oriente Próximo. Como es lógico, en las regiones rurales, la férrea tradición musulmana es todavía más opresiva, lo que en ocasiones no sólo permite, sino que fomenta situaciones como las que vemos en ‘Mustang’.

Hay una falta de libertad generalizada, pero la situación de las mujeres es especialmente grave. «Tenía muchas ganas de relatar en qué consiste ser una mujer en Turquía: esa especie de filtro permanente que comienza muy temprano. La primera secuencia, cuando las niñas juegan en el mar montándose encima de los chicos, es algo que yo viví y por lo que me mortificaron sin parar, si bien las reacciones de mis personajes responden más a cierta rebeldía. El proyecto nació de la voluntad de poner de manifiesto todas las cosas que habría querido hacer y decir otorgando a mis personajes el coraje que nunca tuve», confesaba la directora a la revista Cineuropa.

Mustang’ tiene su principal virtud en el equilibrio que alcanza para no castigar demasiado al espectador, manteniéndose a pesar de todo luminosa y optimista, pero enfrentando continuamente situaciones de gran dramatismo desde una perspectiva verosímil.

Mustang

Lo que narra fundamentalmente esta primera película de Ergüven es la revolución que emprenden unas niñas en contra de una imposición inhumana. Hay una injusticia y un abuso evidente hacia las protagonistas, tal como ocurre en infinidad de películas. Me vienen algunos fantásticos ejemplos a la cabeza como ‘Straw Dogs’, ‘Oldboy’ o ‘Django Unchained’. Recuerdo que Tarantino decía sobre esta última película lo siguiente: «Es casi un imperativo moral que Django acabe vengándose. Digamos que ese momento catártico hace que sea, como es, una película de aventuras y no un documental sobre las atrocidades de la época.»

En aquella película, Django ya es libre cuando decide volver y acabar con todos aquellos que le habían hecho sufrir. El alivio de la tensión acumulada a lo largo del metraje por parte del espectador no se produce hasta que se vacían los revólveres de Django y los cuerpos de sus verdugos caen al suelo en un baño de sangre. En ‘Mustang’ no hay violencia, entendámonos: no hay violencia física explícita. Y las niñas no buscan venganza, sino libertad. Pero su revolución nos transmite unas sensaciones similares en intensidad.

Para conseguir esta sensación creo que era necesario construir un personaje esencialmente malvado y dictatorial como es el tío de las niñas, al que no se le aplican apenas matices (aunque sí los encontramos en la abuela). Este ha sido el principal aspecto negativo que han señalado algunos críticos respecto de la película. Mi opinión al respecto es que el film gana así como experiencia emocional, aunque pierde ligeramente como ejercicio intelectual. Es decir, los sentimientos que se producen en el espectador se potencian, aunque se corre el riesgo de transmitir el mensaje de que la determinación de las mujeres por revelarse debiera de ser sencilla. Es decir, ¿quién no pensaría en revelarse (otra cosa es que después lo hiciera) contra alguien que abiertamente se muestra como un autentico cabrón (perdón, quería decir tirano)?

Pero este problema se me antoja pequeño frente a una película que funciona a la perfección, y que defiende la autonomía y espontaneidad de la persona en general, y de la mujer en particular. Hasta ahora, la mejor película de este Actual 2016.

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Arturo G. Maiso

Viajero y cinéfilo. Director de Marketing en una plataforma de financiación participativa, CEO de AGM Comunicación Multimedia y director de El Cine en la Sombra.

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