Pequeñas ideas sobre grandes películas

Muchos libros de escritura de guiones, o de cualquier otra forma de narrar historias nos hablan del tema. Así, de forma muy abstracta. El tema se refiere al lugar que ocupa en esa obra su razón de ser, o dicho de otra manera, de lo que realmente habla.

Para hablar del tema no hace falta leer una sinopsis. Normalmente la razón de ser, eso que realmente cuenta la historia, es una idea, tales como la amistad, el amor, la familia, el sacrificio y un largo etcétera.

A veces esa idea es muy subjetiva, y lo que te hace sentir una historia puede ser algo totalmente diferente para otra persona. Donde tú ves un canto a la libertad otros ven una historia de esperanza. Muchas veces esas conclusiones las he sacado a altas horas de la madrugada y en conversaciones pseudo-filosóficas sobre cine. Por ello, y porque me apetece, voy a escribir sobre cuatro películas en las que quise ver más allá. No pretendo crear una verdad, o una visión nunca vista de una historia, simplemente es mi interpretación y quiero compartirla.


 

American Beauty

American Beauty

La película de Sam Mendes de 1999 quiere desmitificar y criticar ese sueño americano de familia acomodada donde todo se rige por el orden y donde todo es felicidad.

En los varios visionados de esta historia he querido ver, que aparte de ser una sátira seria y mordaz de la clase media americana, una cruel historia de infelicidad y tristeza. Todos los personajes arrastran un sentimiento de pesadumbre. El personaje principal pasa de hombre supuestamente normal a un tío que ha hecho de la despreocupación y la desidia su forma de vida, vamos que se la suda todo, mujer y trabajo principalmente. Aún así no atisbo felicidad en él, excepto en la escena final, cuando en palabras de una amiga de su hija, imagina que esta última puede que sea feliz. Curioso mensaje, encontrar la felicidad en la felicidad ajena.

El resto de personajes no da muestra de felicidad en ningún momento del metraje. Mendes no sólo nos habla de ese falso American way of life, nos habla también de la infelicidad patente que hay en cada uno de los ciudadanos de este mundo.


 

Amelie

Amelie

¿Quién no se encandiló con la historia de esta parisina? Amelie vive sola y de un día para otro quiere ayudar al prójimo y decide hacer todo lo posible para hacer la vida de los demás mejor. Un buen rollismo que huele a distancia y que junto con esa fotografía y el tratamiento naif hacen de está película una joya que esconde algo más. La soledad.

En este film todos están solos, muy solos. Y parece que no se dan cuenta. Y Amelie es la que más sufre este mal, el de la soledad no buscada. Entre ayudar a su padre, a su vecino, a la compañera de trabajo y todo el que se cruce, se olvida de sí misma. Tanta soledad que se olvida de sí misma. Viven resignados todos y cada uno de los personajes a una existencia solitaria. Esa soledad que se da cuando uno esta rodeado de gente. Vida social lo llaman. Actos altruistas sin parar que la convierten en una gran amiga, si hubiera alguien al lado para decirle gracias, ahora te toca pensar en ti.

Tampoco al final, cuando se supone que ha encontrado el amor, veo que se haya quitado la mochila de la soledad. No es un final feliz, de hecho la historia termina cuando se conocen. No sabemos si Amelie venció a la soledad con su nueva pareja.


 

Zelig

Zelig

No sólo me llamó la atención la estructura narrativa y el uso del falso documental por parte de un Woody Allen que ya lo utilizó en “Toma el dinero y corre”. Un film que te saca muchas muecas y varias carcajadas. Y es que Zelig, es un personaje hecho a medida. Un hombre denominado como camaleón por su habilidad, o desgracia, de poder mimetizarse en aquello que tiene cerca. Si habla con judíos se vuelve judío, si está con indios se vuelve indio. Un punto de partida gracioso. Pero lo que me ha llevado a escribir sobre está película es la respuesta de Zelig a la psicóloga cuando esta quiere saber la primera vez que adquirió otra personalidad. El pobre hombre reconoce que fue en la escuela cuando le avergonzó no haberse leído Moby Dick y de pronto se mimetizó en alguien que si la había leído. Woody Allen nos habla de un mal que hay en la sociedad. La auto aceptación. Zelig no se acepta y adopta nuevas personalidades, arrinconando la suya, la verdadera. Creo que es algo que ocurre más a menudo en la vida real. Nos cuesta aceptarnos, y nuestros complejos son muchas veces más fuertes que el amor que podemos tenernos. El miedo al que dirán, al parecer inferior. Creo que esa es la razón de ser de está película. Habla de la aceptación.


 

Happy accidents

Happy accidents

Típico film independiente que encuentras en el canal de cine muy independiente de cualquier plataforma digital un día cualquiera y te agarra fuerte.

Happy Accidents‘ es quizá la comedia romántica más amable que haya podido ver. Nada es idealizado. Si Vincen O’Onofrio es el galán ya se pueden imaginar que no es la usual película de amor. Marisa Tomei es la protagonista. Me encanta, por buena actriz y por un físico que me acerca a la realidad. Su personaje es el de una joven de treinta y tantos que no logra tener pareja estable porque va de mal en peor. No elige bien y se junta con hombres que no le aportan nada, excepto problemas. Hasta que se cruza Vicent O’Onofrio en su camino. El personaje masculino es un ejemplar raro, exótico y estrambótico. Su peculariedad, y el de la película también, es que se supone que ha viajado en el tiempo por amor. Hasta ahí la sinopsis, pero lo que vi en esta película es una historia de amor de verdad. Más allá de la ciencia ficción, está película es especial porque no trata el amor como algo especial. Lo desmitifica y lo trata de forma sincera. Los dos personajes tienen mil defectos y manías, como todos. Son físicamente normales y se quieren de verdad. El amor es el respeto hacia la otra persona, el conocer sus defectos y aceptarlos. Aprender a vivir con ellos. Y ambos aceptan, con sus reticencias, que uno es un tarado y la otra una mujer desordenada mental, pero se quieren.

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Mauricio Augusto

Me aficioné al cine gracias a mi madre y a canal plus. Tengo estudios de audiovisuales y cine. Odio que la gente coma en las salas.

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