Small Time (2013), de Joel Surnow – Crítica

Small Time

«Mientras las situaciones en Small Time se prestan al gag, los guionistas saben cómo extraer una sonrisa e incluso una carcajada. Pero cuando toca ponerse serio, extraer las conclusiones finales y llegar al desenlace, el tono baja ligeramente y tiende a caer en el buenismo.»

Esta película se promociona como “basada en hechos reales”. Es posible que así sea, e incluso que nosotros mismos conozcamos algún caso remotamente similar, porque, a fin de cuentas, esta película nos muestra algo tan habitual como es el tránsito de un joven de la adolescencia a la vida adulta, con todos los problemas, sorpresas e incertidumbres que ello conlleva.

En las sociedades tradicionales –e incluso hoy en algunas sociedades primitivas–, este tránsito tiene un carácter casi mágico. El, hasta ese momento, adolescente, sufre una mutilación ritual y debe superar luego una “aventura iniciática”: si lo logra, el “niño” pasa a ser considerado “hombre” y entrar en la “sociedad de los hombres” dejando atrás la “sociedad de la madre”. Desde que este tipo de rituales se generalizaron en el neolítico ha pasado mucho tiempo; se han transformado pero no desaparecido. Decía Julio Caro Baroja que cuando se cierra la puerta a las costumbres ancestrales, éstas entran por la ventana. El joven de hoy sustituye la mutilación ritual por algunas modificaciones en su atuendo: el pelo rapado o cortado en cresta, incluso desmesuradamente largo o teñido de algún color chillón, algún tatuaje, quizás piercings en partes de su cuerpo, uso de determinado tipo de ropa que junto con el pelo y los ritmos musicales describen los contornos de una tribu urbana. Finalmente, la aventura de cazar a un león o a cualquier otro animal salvaje, es sustituida por el enfrentamiento con otras tribus urbanas, desgañitarse gritando en el estadio o, simplemente, hacer alguna gamberrada. Luego, el joven se reintegra en la normalidad con la convicción de que todo esto ha quedado atrás y la certidumbre de que ya es un “hombre”.

Cámbiese la mutilación ritual por el uso de una corbata, la aproximación al mundo del padre y la aventura iniciática por la voluntad de convertirse en el mejor vendedor de coches, y se tendrá el punto de partida de esta interesante película dirigida por Joel Surnov. Un joven, hijo de padres separados, expresa su intención de abandonar los estudios universitarios y dedicarse a la misma actividad del padre: vender coches de segunda mano junto a él y junto a su socio. Aprenderemos todas las técnicas del perfecto vendedor de coches usados, más próximas al timo de la estampita que a una práctica comercial moralmente justa. Y lo haremos a través de dos rostros bien conocidos de los aficionados a las series de televisión: Christopher Meloni (a quien conocemos de Lay & Order como “detective superior Elliot Stabler” que le ocupó entre 1999 y 2011) y Dean Norris, con un amplio historial cinematográfico pero mucho más recordado por sus apariciones como protagonista en La Cúpula (2013–2015), y especialmente en Beaking Bad (2008–2013), y figurando esporádicamente en docena y media de las series más conocidas filmadas a partir de 1994. Ninguno de los dos había protagonizado comedia alguna (si exceptuamos la esporádica aparición de Norris en un episodio de la décima temporada de Big Bang Theory). Se trata en ambos casos de actores con fuerte “presencia escénica”: nunca pasan desapercibidos y han demostrado su valía rodando infinidad de horas, especialmente para la televisión.

Quedaría por hablar de Devon Bostick, actor canadiense de apenas 23 años cuando se filmó la película y que, obviamente, encarna el papel de hijo díscolo. A pesar de su juventud tiene un amplio historial como actor de reparto. Su carrera comenzó cuando apenas tenía 12 años y en la actualidad es uno de los protagonistas de la serie Los 100 (2014) que va por la tercera temporada. Recientemente ha aparecido en la película de Alejandro Amenábar Regresión (2015) que ha constituido, sin duda, su gran oportunidad de pasar a las “ligas mayores” del cine. Obviamente, por su físico y su edad, está encasillado –de momento– en papeles de adolescente y joven problemático. Hasta ahora, al igual que sus compañeros de reparto, sus papeles más conocidos han transitado por series televisivas (Los caballeros del sur del Bronx [2005] y, la ya mencionada, Los 100 [2014]

En realidad, la experiencia del director, Joel Surnow se circunscribe también al medio televisivo en un 100%. En efecto ha dirigido varios episodios de la serie 24 (2001) y deNikita (1997) y esta misma película, a primera vista, está filmada con criterios de TV–movie, de esas que nos obsequian las televisiones generalistas en las sobremesas de los fines de semana. Nos equivocaríamos si desconsiderásemos este tipo de cine: en principio, puede ser tan bueno como cualquier otro, con tal de disponer de un buen argumento (lo que es el caso de Small Time), una interpretación convincente (todos los actores cumplen con nota), una dirección y un montaje capaces de imprimir agilidad sin que decaiga el interés. Las TV–movies tienen, siempre un presupuesto limitado y la habilidad del director y de los productores consiste en optimizar la inversión y sacar de ella máximo rendimiento. Esto ya es un mérito, pero hay que añadir otro: que el producto final guste a todos los públicos. Todas estas condiciones se cumplen en Small Time.

No podemos hablar, naturalmente, de originalidad temática. El tema de las relaciones entre padres e hijos y de ese momento en el que los hijos dejan atrás las locuras de adolescencia y se hacen hombres, no es nuevo en el cine. De hecho, es quizás uno de los más repetidos. El tema estaba presente en películas tan distantes como El gatopardo(1963) o Familia (1996), El padrino (1972) o El patriota (2000), e incluso en El Graduado (1967) por citar unas pocas, distantes entre sí, pero suficientemente conocidas y cuyo denominador común es el hijo que intenta superar y agradar al padre, de manera, a veces ingenua y en otras brutal. Y tampoco faltan los ejemplos en el terreno de la comedia: Desde American Pie (1999) hasta Grease (1978), por citar películas extremas. Tampoco faltan las comedias dramáticas con un trasfondo de relaciones entre padres e hijos (Familia para armas [2010], South Bound [2013], Juillet août [2015], El primer día del resto de tu vida [2008] y tantas otras). Así pues, el tema no es nuevo y ha sido tratado en el cine hasta la saciedad, pero no se espere repetición, ni una sensación de déjà vu en Small Time. Es una variación –una más– de un mismo tema universal.

Hay que decir que la película tiene más de comedia que de drama familiar. Mientras las situaciones se prestan al gag, los guionistas saben cómo extraer una sonrisa e incluso una carcajada. Pero cuando toca ponerse serio, extraer las conclusiones finales y llegar al desenlace, el tono baja ligeramente y tiende a caer en el “buenismo”. Esta es la única nota adversa que podemos encontrar: quizás el guión hubiera debido de estar más trabajado en la segunda parte. Es el problema que tiene toda “comedia dramática”, que no existen guionistas que se muevan con la misma brillantez en ambos campos.

La película se estreno el abril de 2014 y ha tardado dos años y medio en llegar a España.

Small Time

Sinopsis Al, un vendedor de coches antiguos de Los Ángeles tiene que vivir con el recuerdo de los buenos momentos pasados junto a su ex mujer, lamentándose por su abandono. A su vez, debe de encauzar la vida de su hijo Freddy. Este siempre le ha tomado como un modelo a seguir y quiere continuar con el negocio familiar, pero Al sabe que realmente lo que le conviene y debe hacer es ir a la universidad, por lo que tratará de convencerlo argumentándole que es lo mejor para su futuro. Una difícil tarea teniendo en cuenta que Freddy es un testarudo, no entra en razón y se niega a abandonar el hogar familiar.
País Estados Unidos
Director Joel Surnow
Guión Joel Surnow
Fotografía Feliks Parnell
Reparto Christopher Meloni, Dean Norris, Devon Bostick, Bridget Moynahan, Kevin Nealon
Productora Smalltime Productions
Género Comedia
Duración 95 min.
Título original Small Time
Estreno 14/10/2016

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Calificación5
5

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Amor DiBó

Trabaja en el mundo editorial, y le gusta la arquitectura, viajar, el cine, la robótica-nanotecnología, hacer tortilla de patata, el té y la buena educación.

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