Snowden (2016), de Oliver Stone – Crítica

Snowden

«Snowden consigue dar muestras de la importancia de temas como las nuevas formas de guerra y el poder devastador que Internet puede tener si determinadas personas lo dirigen en nuestra contra.»

Se habla mucho de la paranoia colectiva según la cual todos tenemos la permanente sensación de que estamos siendo vigilados por aquellos altos cargos que controlan todo el tinglado de las nuevas tecnologías. Pero parece ser que el simple hecho de proferir una queja al compañero de al lado elimina la tensión producida por la paranoia, despreocupándose el individuo hasta que esa tensión o rabia vuelva a aumentar. Esto da lugar a la curiosa situación según la cual cada día renegamos más del control que las nuevas tecnologías tienen sobre nuestra información privada pero, a su vez, no podemos dejar de utilizarlas. Todo aquel que se encuentre dentro del tira y afloja entre repulsión y acercamiento que supone esta paradoja será el individuo común que se incluye en la mayoría. Fuera de esa esfera común de manera estándar de sentir ante smartphones, aplicaciones y demás se encontrará el inocente que confía ciegamente en estos aparatos (y las personas que se encuentran detrás), así como el conspirador esquizoide que no se fía ni un pelo. Estos tres posicionamientos tienen un denominador común: todos opinan atendiendo a la superficie, desconociendo por completo la complejidad, fuera del alcance de la gran mayoría, de Internet.

Fue Snowden, protagonista de este biopic dirigido por Oliver Stone, uno de los pocos que consiguió adentrarse en esa maraña de números binarios y programas oscuros. Este cerebro increíblemente activo y genial fue el que hizo ver que esa paranoia colectiva mencionada aquí arriba no era ninguna alucinación, sino una realidad que podía ser comprobada. Oliver Stone no se centra exclusivamente en estas filtraciones que convirtieron en verídico algo que, si bien no alcanzaba ese nivel del conocimiento, sí se puede decir que era sospechado por todos. Stone dilata la historia del joven espía haciendo hincapié en los motivos y las causas que le llevaron a actuar de la manera que lo hizo y no de otra. Así, la amplitud de la narración mostrará el camino que Snowden realiza a través de esas las tres maneras de sentir que fueron enumeradas de manera esquemática en el párrafo precedente. Es decir, en Snowden (EEUU, 2016) se asistirá a la evidente inocencia del futuro espía en su primera incursión en los servicios secretos, así como se pasará por sus primeros sentimientos contradictorios entre pasión por su trabajo y primeros recelos sobre el mismo para desembocar en el total rechazo y las consecuentes filtraciones. La historia girará en torno a un presente en el que Snowden da a ciertos medios de comunicación, así como a Laura Poitras, toda la información sobre los tejemanejes del Gobierno, siendo la historia del delator un largo flashback en el que recuerda todo lo ocurrido.

La historia está bien planteada. Como todo biopic que se precie, Oliver Stone manipula en cierto sentido la realidad aportándole elevadas dosis emocionales (aquí el modo en que el director recurre a la pareja del espía es importante) y mitificando la figura del representado. Pero Oliver Stone parece no estar interesado en representar de manera fiel ciertos años de la vida del espía -para ello ya tenemos el documental Citizenfour (Laura Poitras, EEUU, 2014), así como una cantidad ingente de artículos y demás literatura-, sino más bien en engrandecer una personalidad que fue objeto de ambigüedad moral en todo el mundo. Defendido por unos y desprestigiado por otros, Snowden fue la manifestación del manido debate entre seguridad y libertad (términos contradictorios, según parece) en los tiempos que corren. Oliver Stone, por lo tanto, se moja con esta película. Defiende al filtrador, mostrándole no como antipatriota (término más usado por los representantes del chovinismo irracional para atacarle), sino como el más patriota de todos, capaz de defender por todos los medios posibles los principios sobre los que se fundó su nación y atacando la perversión de los mismos, siendo la vigilancia masiva el síntoma más patente de esta degradación de ideales originarios.

Oliver Stone logra con Snowden una obra entretenida que llevará a un público muy amplio un tema que bien puede ser el miedo colectivo e inconsciente de nuestro siglo. Poniendo de relieve dentro de la cinta temas como las nuevas formas de guerra y el poder devastador que Internet puede tener si determinadas personas lo dirigen en nuestra contra, Snowden consigue dar muestras de la importancia de este debate y de su constante actualización (las Nuevas Tecnologías cambian tan rápido de manera que si no nos renovamos incesantemente nos quedamos fuera). El director norteamericano, por lo tanto, cumple, aunque de ello no se derive necesariamente que haya realizado una película memorable e impecable.

Snowden

Sinopsis Narra los acontecimientos que siguieron a la publicación por parte del diario The Guardian de los documentos clasificados que aportó Edward Snowden sobre el programa secreto de vigilancia mundial de la NSA en 2013.
País Estados Unidos
Director Oliver Stone
Guión Oliver Stone y Kieran Fitzgerald
Fotografía Anthony Dod Mantle
Reparto Joseph Gordon-Levitt, Shailene Woodley, Melissa Leo, Zachary Quinto, Tom Wilkinson, Rhys Ifans, Nicolas Cage, Timothy Olyphant, Scott Eastwood, Joely Richardson, Jaymes Butler, Ben Schnetzer
Género Thriller
Duración 134 min.
Título original Snowden
Estrenos 14/10/2016

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Calificación 6
6

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Pablo Castellano

"-¡Qué extraña forma de hacer la cama! -Lo vi en una película. Para eso sirven las películas!"

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