Tánger: un inmenso plató de cine

Tanger

La película ‘Dernier été à Tanger’ (1987) dirigida por Alexandre Arcady, transcurre en 1956, concretamente en verano, en una ciudad que era de todos y de nadie en concreto: Tánger. El guionista, director y productor nacido en Argel, narra la historia de una venganza: el detective privado Richard Corrigan, personaje magnificamente interpretado por Thierry Lhemitte, recibe la visita de un abogado suizo llamado  Schmidt, que le pide que devuelva un sobre a una joven mujer que acaba de llegar a Tánger. El detective cumple su misión, sin saber que la mujer, que se presenta bajo una identidad falsa, no es otra que Claudia Marchetti (Valeria Golino), que ha llegado para vengar la muerte de su padre, asesinado por unos mafiosos. Como telón de fondo, la Conferencia de Fedala, que devolvía a Marruecos la ciudad de Tánger que, hasta aquel momento, estaba en manos de Bélgica, España, Francia, Italia, Paises Bajos, Portugal, Estados Unidos y la U.R.S.S. más conocida como la Zona Internacional de Tánger. Un refugio para espías, homosexuales, escritores, gánsters, contrabandistas, exiliados españoles, drogadictos, canallas, y un largo y heterogéneo etcétera que formaba un enorme plató de cine.

Gracias a Dios, hoy en día, ya nadie argumenta que el mítico film ‘Casablanca’, dirigido por Michael Curtiz, y como todo el mundo sabe, interpretado por  Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, hubiese sido rodado en Tánger como se ha escrito hasta el hastío. ‘Casablanca’ fue rodada íntegramente en los estudios de la Warner, excepto la secuencia de la llegada del mayor Srasser, que fue filmada en el Aeropuerto Van Nuys. Tampoco el mítico Rick’s Cafe Americain existió. Hasta nuestros días han corrido diferentes bulos. El primero y más extendido era que estaba inspirado en el bar restaurante del lujoso hotel Minzah, el segundo, que era el Dean´s Bar (conocido como El Canalla), una especie de tasca de mucho carácter y estilo. En realidad, el Rick’s Cafe Americain, fue construido mediante diversas partes totalmente inconexas, sin determinar un trazado exacto, de forma que las cámaras pudiesen pasar sin dificultad. Lo que es cierto es que la historia narrada en ‘Casablanca’ solamente hubiese podido suceder en Tánger, pero el nombre de Tangier ya estaba registrado por la Universal o, simplemente, porque era políticamente más correcto situar la historia en un lugar totalmente controlado por la Francia de Vichy.

Casablanca

Casablanca

Orson Wells estaba convencido de que, aquella ciudad, un día se convertiría en un inmenso plató; y no era para menos. Ian Fleming, el creador de James Bond, viajaba frecuentemente a Tánger; primero para escribir una serie de artículos para el Sunday Times y, luego, simplemente porque le gustaba la ciudad, el ambiente y, sobre todo, la bebida. Aquí situó a su malvado personaje, el general Brad Whitaker (Joe Don Baker), en su creación ‘The Living Daylights (Alta Tensión, 1987)’, cuyo film fue interpretado por Timothy Dalton bajo la dirección de John Glen. Bond 007, el siempre ponderado e invicto agente secreto, logra escapar de una mortal trampa a través de las azoteas de la Medina. Éste lugar típico de la ciudad da mucho juego, y si no, recordemos ‘El ultimátum de Bourne’ (2006) interpretada por Matt Damon y dirigida con extraordinaria habilidad por Paul Greengrass: la trepidante persecución por los balcones, ventanas y terrazas de la Medina, con la policía marroquí pisándoles los talones.

Claro que Tánger no es solo el barrio antiguo, dónde los turistas no cesan de disparar con sus cámaras fotográficas. También existe el Café Hafa, situado en la calle Mohammed Tazi, cerca del acantilado que mira a Gibraltar, donde Tom Ripley le da una paliza a un tipo metome-en-todo, llamado David Pritchard, dejándolo semiinconsciente en la playa, el mismo Ripley que creo Patricia Highsmith. Dicha escena pertenece al libro titulado ‘Ripley en peligro’, publicado en 1990. La verdad es que la famosa escritora no llegó a Tanger seducida por sus olores, la combinación del sol y sus colores, la humedad, la mezcla de sus edificios, entre modernos y antiguos, las terribles tormentas, los decadentes cafés o la oración del mediodía. Highsmith llegó para conocer a Paul Bowles, afincado en Tánger desde 1947 y, por lo visto, no hicieron buenas migas, ya que Patricia Highsmith era muy aprensiva, escrupulosa, temerosa, hipocondríaca, y todo le repugnaba. El que congenio con Paul Bowles, y con su novela, ‘El Cielo Protector’, fue Bernardo Bertolucci, que la llevó al cine en 1989 y fue interpretada por Debra Winger y John Malkovich, dando vida a una pareja de neoyorquinos que viajan a África en busca de nuevas experiencias y aventuras para dar un sentido a su relación ya que, tras diez años de matrimonio, la convivencia empieza a ser difícil y hasta aburrida. Port (John Malkovich) es un músico que lleva más de un año sin trabajar y busca en el desierto su próxima fuente de inspiración y Kit (Debra Winger), lo que en realidad desea, es dejar de viajar y recuperar a su marido. Con ellos viaja George Tunner (Campbell Scott), un joven rico fascinado por Kit. Pero el viaje no les lleva a la solución de un matrimonio que se desmorona por momentos. Kit tiene una aventura con George y Port, por su parte, es seducido por una hermosa muchacha árabe. Tunner acaba marchándose pero Port y Kit se adentran cada vez más en el desierto diluyéndose con la arena, el sol y las rocas de una civilización más antigua que, gradualmente, los destruye.

El cielo protector

El cielo protector

Es imposible hablar de Paul Bowles, Bernardo Bertolucci, y ‘El cielo protector’ sin mencionar a William S. Burroughs, David Cronenberg y ‘El almuerzo desnudo’. Burroghs llega a Tánger poco después de volarle los sesos a su mujer, Joan Vollmer, jugando a ser Guillermo Tell, ambos colocados hasta las cejas. Una de las obras más conocidas del escritor y escrita íntegramente en Tánger, (‘El almuerzo desnudo’), fue llevada a la gran pantalla de la mano de David Cronenberg con un gran éxito de público aunque la crítica estuvo dividida. Sin embargo, es una de las piezas fundamentales del cine fantástico de los 90. Una joya poseedora de una belleza hipnótica y desafiante para con nuestra imaginación. No es de extrañar partiendo de que en el mundo del cine se comentaba que era una obra demasiado rara, imposible de filmar y escurridiza. Y sin embargo, Cronenberg lo borda, burlando las normas más elementales. Un film kafkiano protagonizado por Peter Weller y Judy Davis, cuyo guion lo escribió el mismo Cronenberg. También la Generación Beat pasó por la ciudad de Tánger: Jack Keruac y Allan Ginsberg la visitaron en más de una ocasión, aunque fuera solamente para coquetear con las drogas.

La fama de Tánger como ciudad internacional creció como la espuma. Actores, artistas de todo tipo y, finalmente, personas de todo tipo,  paseaban por las callejuelas del Zoco; Bárbara Hutton, apodada la reina de la Medina, gastaba auténticas fortunas en fiestas y amantes, mientras Errol Flynn flirteaba con un joven pintor a bordo de su yate, y Rita Hayworth paseaba cogida del brazo de un ricachón árabe. En las calles de Tánger, cuajada de espías y chivatos, tomaban el cóctel Paul Lukas y Robert Cummings, mientras que Orson Wells soñaba con una ciudad convertida en un enorme plató. También Sara Montiel se apuntó al carro y, en 1953, protagonizó la película ‘Aquel hombre de Tánger’, dirigida por Robert Elwyn, que narra la historia de una rica y mimada heredera que se casa en Tánger con un hombre que dice ser un conde francés pero después de la boda desaparece. Con la ayuda del padre emprenden una investigación pero, al no encontrarlo, y por miedo al escándalo que se podría formar en la élite de la sociedad a la que pertenecen, contratan a un actor para que se haga pasar por su marido.

El nombre de Tánger es sinónimo de éxito asegurado, aunque no de calidad, ya que surgen decenas de películas que, tras pasar un tiempo, caerán en el olvido. No sucede con ‘Vuelo a Tánger’, dirigida en 1953 por Charles Marquis Warren e interpretada por Joan Fontaine y Jack Palance, un film de espionaje, entre rusos y americanos, después de la Segunda Guerra Mundial. Anteriormente ya se había hecho la película ‘Tangier’, interpretada por el actor Sabú Dastagir y María Montez rodada en 1946 a las órdenes de George Wagger. Una cinta de misterio y aventuras desconocida para muchos cinéfilos.

El goteo de famosos continúa con Rock Hudson, Elizabeth Taylor, Gina Lollobrigida, Omar Sharif y los escritores Jean Genet, Truman Capote, la mayoría de los integrantes de la Beat Generacion y un largo etcétera que aparecen y desaparecen. Se comenta que, hasta Lucky Luciano, uno de los grandes capos de la mafia, poseía un apartamento en Tánger, la ciudad donde casi todo estaba permitido: ideas políticas, consumo de drogas, prácticas sexuales prohibidas, evasión de impuestos etc. Siempre y cuando no se molestara al vecino. Estaba terminantemente prohibido robar o asesinar. Así lo escribió el coronel de las fuerzas británicas Gerald Richardson en su libro de memorias ‘Crime Zone’. En 1953 se rueda ‘Tánger Incident’, dirigida por Lew Landers e interpretada por George Brent, un thriller de aventuras sin más pretensiones.

En 1960, al convertirse en ciudad marroquí, la fiesta empieza a decaer. El dinero también. Aún así en Tánger se siguen filmando películas como por ejemplo ‘Espionaje en Tánger’ (1966), ‘Misión en Tánger’ (1968), ‘La danza de Tánger’ (1969) y bastantes más películas de serie B que se han perdido en la trastienda. Sin embargo, la ciudad sigue siendo un buen plató con un sorprendente escenario. En 1975, John Millius dirigió ‘El viento y el león’, cuyos intérpretes principales fueron Sean Connery y Candice Bergen. La trama del film versa sobre el secuestro que perpetra en Tánger el jefe de los bereberes, llamado El Raisuni, sobre una bella viuda estadounidense y sus dos hijos para pedir un multimillonario rescate. El hecho desencadena un grave conflicto diplomático entre el gobierno americano, las tropas alemanas y las diversas facciones del sultanato de Marruecos.

El viento y el León

El viento y el león

La película ‘Loin’ (2001), cuyo guión y dirección corrió a cargo de André Téchiné e interpretada por Stéphane Rideau, Lubna Azabal y Mohamed Hamaidi, nos explica la historia de un camionero francés que viaja periódicamente a África transportando, sobre todo, productos textiles, y decide incrementar sus ingresos traficando con hachís. Sarah, su amante marroquí, desea ir a Canadá con su hermano. Su amigo Saïd lo que pretende es llegar a Europa cruzando el estrecho de Gibraltar.

En 2004, el escritor Juan Madrid dirige la película ‘Tánger’, basada en la novela del mismo nombre y escrita por él, protagonizada por un gran elenco de actores de la talla de Jorge Perrugoría, Ana Fernandez, José Manuel Cervino, Inma del Moral y Antonio Resines. Una cinta de misterio en la que nada es lo que parece, y donde poco a poco, van cayendo las caretas a todos los personajes, poniendo al descubierto la corrupción policial apoyada por los políticos.

La serie ‘Cuéntame’, tiene su final en la ciudad que un día Orson Wells soñó en convertir en un inmenso plató cinematográfico. Muchas de las escenas de la aclamada serie ‘El tiempo entre costuras’ han sido filmadas en Tánger, aunque nunca volverá a ser lo mismo, por muchas películas que se filmen en la ciudad-plató que, un día, pudo convertirse en un excéntrico Hollywood.

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Josep Lluis Mestres

Josep Lluis Mestres, nacido en Barcelona (1960), ha sido director de la revista literaria Vians Literature, y sus narraciones, poemas y artículos han aparecido en distintas revistas especializadas. Es autor de variados libros de poesía y narraciones, y le han sido concedidos diversos premios literarios.

2 comments

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  1. ROSA IBAÑEZ 10 enero, 2015 at 05:19 Responder

    Me ha encantado este artículo. Bien escrito y muy erudito (cinematograficamente hablando). He leído dos críticas del Sr. Mestres y este artículo. Creo que El Cine en la Sombra ha ganado en calidad con las aportaciones del Sr. Mestres. Sabe de cine, sabe ser un buen espectador, y sabe redactar una crítica. Enhorabuena!!!!

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