Testigo (2016), de Thomas Kruithof – Crítica

Testigo

«El discurso acerca de la precaria situación de la clase trabajadora otorga una credibilidad mayor al thriller político»

Duval (François Cluzet), un contable, acaba abrazando el alcoholismo como única escapatoria al estrés que le provocan las excesivas demandas de sus superiores y, en general, la indefensión frente al gran monstruo capitalista. Su adicción acaba ocasionando que sea despedido. Con el paso de los años, Duval consigue dejar de beber, pero ya nadie quiere contratarle. El sistema le ha devorado y ahora le expulsa a una sociedad sin oportunidades. Clément, director de una oficina de seguridad, le ofrece un trabajo sencillo con el que poder hacer frente a sus deudas. Solo tiene que transcribir escuchas telefónicas. A partir de este momento, Duval se convierte en la pieza clave de una operación para cambiar el destino político de Francia.

Testigo (La mécanique de l’ombre) se sitúa en la tradición del mejor cine de suspense. Además, Thomas Kruithof aporta a este género fascinante la dimensión del cine social contemporáneo, donde destacan autores como Ken Loach o Stéphane Brizé. La inclusión de un discurso acerca de la precaria situación de la clase trabajadora otorga una credibilidad mayor al thriller político y conecta con el discurso de Costa-Gavras y con algunas de sus grandes películas. En Testigo subyace un pensamiento similar al de El capital, Arcadia o Z.

Tanto François Cluzet (Duval) como Denis Podalydès (Clément), Sami Bouajila (Comandante Labarthe) y Alba Rohrwacher (Sara) realizan unas interpretaciones soberbias. A ellos hay que añadir a un ilustre secundario, Simon Abkarian, al que todos recordamos por el papel de marido de Viviane Amsalem en la película de Ronit y Shlomi Elkabetz. Abkarian interpreta a Gerfaut, un cruel personaje que busca lo mismo que Clèment y Labarthe, pero desde un estatus más bajo, lo que le obliga a mancharse las manos directamente. En esta lucha entre seres sin escrúpulos, Duval intenta preservar sus principios, convirtiéndose en la principal víctima. Algo que también sucede en las obra de Loach, Costa-Gavras y Brizé, así como, de forma más próxima, en el día a día de nuestras ciudades. No es la primera vez que el arte y la historia reciente nos advierten de esta realidad: si el protagonista de Corazón débil, de Dostoievski, se convirtiera en Edward Snowden se parecería mucho a Duval en Testigo.

Testigo

Sinopsis Un enigmático hombre de negocios se pone en contacto con Duval para ofrecerle un trabajo sencillo y bien remunerado: transcribir escuchas telefónicas. Duval, económicamente desesperado, acepta sin preguntar sobre la finalidad de la empresa que lo contrata. De pronto, envuelto en un complot político, debe afrontar la brutal mecánica del mundo oculto de los servicios secretos.
País Francia
Director Thomas Kruithof
Guion Yann Gozlan, Thomas Kruithof
Música Grégoire Auger
Fotografía Alex Lamarque
Reparto François Cluzet, Alba Rohrwacher, Simon Abkarian, Sami Bouajila, Denis Podalydès, Alexia Depicker
Género Suspense
Duración 88 min.
Título original La mécanique de l’ombre
Estreno 09/06/2017

Calificación7.5
7.5

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Miguel Suárez

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra, articulista en diversos medios y autor de ensayos sobre cine y filosofía. También ha escrito y dirigido cortometrajes y producido piezas de videocreación. Actualmente coordina el Festival Internacional de Cine Fantástico HOA y programa la muestra 'Cine del Este' que se desarrolla en Pamplona.

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