The Diary of a Teenage Girl (2015), de Marielle Heller – Crítica

 The Diary of a Teenage Girl

Estamos en los años 70. Una adolescente, su madre, el novio de su madre, el padre, la hermana menor. De paso, o no tan de paso, un homenaje a la dibujante y escritora Aline Kominsky (emparentada estilísticamente con Robert Crump, por poner un ejemplo conocido). También, un diario que nuestra protagonista dicta a una grabadora.

Con estos ingredientes, la escritora, guionista y directora Marielle Heller hace una disección de las entrañas de la experiencia de Minnie Goetze, una adolescente en vias de iniciarse en la experiencia sexual. Sin embargo, no es este un diario convencional en el que se hablará de sexo como si se tratara de una exhibición. No, al contrario, pues ‘Diario de una adolescente’, que así se llama la película, es una obra que es más filosófica y literaria de lo que parece. Es en realidad una película en que lo que se disecciona y debate no es sobre el sexo sino sobre el amor, sobre si el amor se corresponde con las relaciones que se tienen, entre otras cosas, o si el amor es lo que se espera que sea. O dicho de otro modo: sobre si el amor está subordinado a las relaciones que establecemos, a si son recíprocas, a si las personas a las que amamos nos reconocen, a si reconocemos al otro, a si nos reconocemos los unos y los otros en lo que realmente somos y no en lo que quisiéramos ser (o en lo que quisiéramos que los demás fueran para nosotros). Es decir, de si el amor está fuera, encarnado en alguien que personifica el objeto de deseo, o de si el amor está principalmente encarnado en el interior de la persona, y de si ésta ha identificado ese amor más allá de lo bien o de lo regular que le pueda ir en sus relaciones. En este caso, por decirlo de otro modo, la película muestra lo que ocurre en la mente de una adolescente. Así, pues, no se trata de una chica que escribe un diario acerca de lo que piensa, sino que, más bien, ‘Diario de una adolescente’ muestra un debate interior alrededor del amor. Sin embargo, y debo decirlo ya, no se trata de una película intelectualista al estilo de Woody Allen. En realidad, ‘Diario de una adolescente’ nos invita a entrar en la alegría insobornable de Minnie, y a compartir con ella sus ideales, sus debates internos, sus decepciones, y la sutileza de sus observaciones. Por lo tanto, inteligencia, sensibilidad, respeto y mucho mimo con lo que en ella se cuenta.

Llegados a este punto, debo señalar el talento y la inteligencia de Marielle Heller, la directora, autora también del texto. También, cómo no, la exquisitez de Bel Powley, Minnie, la protagonista, todo un valor cinematográfico, una actriz con una capacidad natural sobresaliente.

Cosas curiosas. Siendo como es, al menos en apariencia, una película sexualmente iniciática, Marielle Heller, discretísimamente, en un momento de la película que nos podría pasar por alto, nos hace un guiño sutil. Me refiero a la escena de la clase de literatura, en la que el profesor está analizando la peripecia de Holden, el protagonista de la obra de SalingerEl guardián entre el centeno’, que puede servir para darnos una pista complementaria acerca del mensaje que ‘Diario de una adolescente’ nos trae.

Otro cabo del que estirar. La película muestra un choque de placas tectónicas entre el mundo de los ideales amorosos y la realidad del amor; o, si lo prefieren, entre el mundo de nuestra adolescente protagonista y el mundo de los adultos con los que convive, con sus contradictorios códigos. En este sentido hay, para mi gusto, tres escenas capitales: la inicial, en la que Minnie camina a cámara lenta llenando con su expresión la pantalla, toda una declaración explícita y sutil de lo que luego nos iremos encontrando; aquella otra, ya bastante avanzada la película, en la que ella y su partner sexual, el compañero sentimental de su madre (dicho sea de paso, encarnados respectivamente por Alexander Sakrsgard y por Kristen Wiig), tocados por una sesión con drogas, parecen invertir sus papeles, siendo él el vulnerable adolescente que acaso nunca dejó de ser; y, ya en el tramo final, algunas escenas como, por ejemplo, aquella en la que vemos a Minnie vendiendo a su ya ex-partner los dibujos hechos por ella (recordemos que la película contiene un homenaje muy explícito a Aline Kominsky, ilustradora que sirve de inspiración para el estilo de Minnie); y aquella otra, al final de la película, en las que vemos a Minnie bailando encima de la cama, en su insobornable alegría, en una demostración de que el amor es algo que no tiene nada que ver con expectativa alguna. Simplemente ser quien uno es.

 The Diary of a Teenage Girl

Sinopsis San Francisco, años 70. Minnie Goetze es una chica de 15 años que aspira a ser artista de cómics. Con una insaciable curiosidad por el mundo que le rodea, es una adolescente bastante típica; el problema es que se acuesta con el novio de su madre.
País Estados Unidos
Director Marielle Heller
Guión Marielle Heller
Música Nate Heller
Fotografía Brandon Trost
Reparto Bel Powley, Alexander Skarsgard, Kristen Wiig, Christopher Meloni, Margarita Levieva, Madeleine Waters, Abby Wait, Quinn Nagle, Austin Lyon, Miranda Bailey, Natalie Stephany Aguilar
Productora Caviar Films / Cold Iron Pictures
Género Drama
Fecha de estreno 27/11/2015

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Calificación7
7

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Jesús Gabriel Gutiérrez

Mentor literario. Escritor. Filósofo. Prospectivista y astrólogo. Me interesa la historia y el hilo que sale de ella y nos conecta con el futuro.

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