Viaje a Italia (2014), de Michael Winterbottom – Crítica

Viaje a Italia

«En Viaje a Italia, última obra del cineasta y secuela de The trip, Winterbotton consigue llevar a su máxima expresión este estilo de vida basado en la comicidad y la chispa.»

La experiencia vital nos muestra que el humor por el humor es un arma que puede ser tan salvífica y liberadora como provocadora y destructiva.  El realizador Michael Winterbotton manipula con habilidad este elemento tan humano de tal manera que llena de potencia la capacidad redentora (la primera) dejando vacía y sin contenido la disposción polémica y dañina (la segunda). En otras palabras, el director de Blackburn no está dirigiendo el chiste y la broma por la mera risa contra un tercero que pueda sentirse ofendido, sino que lo enfoca hacia el propio individuo que profiere la burla, así como al interlocutor que está dentro del juego. Winterbotton ya nos demostró con The trip (Inglaterra, 2010), y lo hace ahora con Viaje a Italia (Inglaterra, 2014), que el humor por el humor puede ser un modo de vida disipador de tensiones si se sabe manejar con acierto. Es decir, el director británico sabe que un efectivo método para saber estar y vivir en el mundo, y además lo sabe llevar a cabo, es llenar los huecos y fallas que produce el caminar por la vida mediante la carcajada.

Es en Viaje a Italia, última obra del cineasta y secuela de The trip, donde Winterbotton consigue llevar a su máxima expresión este estilo de vida basado en la comicidad y la chispa. Si en The trip el actor Steve Coogan interpretándose a sí mismo se veía obligado, por desencuentros de la vida, a juntarse a Rob Brydon haciendo de Rob Brydon para realizar un viaje gastronómico; será en Viaje a Italia donde ambos, años después de ese primer viaje, serán llamados para hacer un recorrido por seis restaurantes en Italia. La importancia de esta aventura que nos propone Winterbotton reside en que no se trata de un viaje encomendado al conocimiento de uno mismo, como suele ser el objetivo de cualquier road movie, sino que nos muestra el periplo de dos personajes que solo buscan el placer de una vida que ya conocen. Un placer que tendrá dos objetivos: por un lado, el recorrido gastronómico y del buen comer que será mostrado con planos detalle de los platos y su preparación en la cocina; por otro lado, el ritual de la comida servirá como base para erigir el gozo de la alegría producida por la comicidad delirante y absurda.

Esta síntesis entre deleite culinario y esparcimiento cómico estará sostenida de manera permanente por unos diálogos interminables que van desde la mera imitación hasta rayar lo irracional. Unos diálogos que hacen efecto bofetón a la lógica desencantada y mecánica por la que se rige este nuevo milenio. Rob Brydon, obsesionado con seguir los pasos de Lord Byron en su autoexilio en Italia, imitará desde Hugh Grant hasta Al Pacino, pasando por una permanente burla de sí mismo y de su mediocridad como actor. En cuanto a Steve Coogan, la bulla no tendrá un inicio explosivo como el caso de Brydon, sino que va desde la contención y timidez hasta la plena conexión con su compañero de viaje. En definitiva, la relación entre ambos actores dinamitará cualquier forma de actitud moderada en lo que la apertura a la vida se refiere, así como hará regurgitar en el espectador ciertas áreas cerebrales que posiblemente tuviera adormecidas.

La mirada de Winterbotton parece mirar más allá del júbilo que se desprende de la interacción entre los actores a un segundo plano. En otros términos, el cineasta deja un poso amargo que es connatural a ese tópico sobre el que se construye la película: ¡Aprovecha el momento que la vida pasa! El carácter efímero de la existencia, aunque escondido, se hace patente a lo largo del film haciendo consciente al espectador de que ese momento que nos gustaría que fuera infinito, en realidad no lo es. Es decir, que la plenitud con la que tanto los protagonistas como también nosotros envuelven y envolvemos la temporalidad de algunos de los momentos que constituyen nuestras vidas es realmente y tan solo una actividad que rellena huecos vacíos. Los comentarios agudos, el sexo, el alcohol, la comida…son un canto a la vida, sí, pero a una vida que termina, nos está diciendo Winterbotton. A pesar de todo siempre podremos recurrir a la chanza y a esa brillantez que produce el sol del Mediterráneo y que inunda la película. Viaje a Italia consigue reírse de la vida y hacer liviano el trance por el mundo.

Viaje a Italia

Sinopsis Dos hombres, seis comidas en seis lugares diferentes en un viaje por carretera por Italia. Liguria, Toscana, Roma, Amalfi y terminando en Capri.
País Reino Unido
Director Michael Winterbottom
Guión Michael Winterbottom
Fotografía James Clarke
Reparto Steve Coogan, Rob Brydon, Claire Keelan, Rosie Fellner, Marta Barrio, Ronni Ancona, Timothy Leach, Rebecca Johnson, Alessandro Cuomo, Alba Foncuberta Bufill, Flora Villani
Género Comedia
Duración 108 min.
Título original The Trip to Italy
Estreno 07/10/2016

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Calificación7
7

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Pablo Castellano

"-¡Qué extraña forma de hacer la cama! -Lo vi en una película. Para eso sirven las películas!"

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