Another Earth (2011) sigue la estela dejada por Monsters (2010) o la más reciente y conocida Melancholia (2011) de Von Trier. Es, al igual que aquellas, un film que utiliza la ciencia ficción como telón de fondo para explorar los más realistas comportamientos y las más intensas preocupaciones del ser humano.
Pues cuando nos enfrentamos a Another Earth nos estamos enfrentando realmente a un drama psicológico, uno que explora la culpa, la búsqueda de redención y la responsabilidad sobre los propios actos. Uno que lleva el concepto de segundas oportunidades hasta límites desconocidos.
Pues Rhoda, la protagonista de la cinta (interpretada de forma convincente por Brit Marling), ha cometido un error fatal. Una equivocación fatídica sobre la que no se puede rectificar, que ha girado la vida de los implicados 360º, y también la suya. En un instante, ha dejado de ser una prometedora y alegre joven, para pasar las horas limpiando baños. Limpiando, al fin y al cabo, su terrible error.
Pero se asoma en el horizonte, allí en el cielo, algo que va a cambiar todas nuestras concepciones. Es un planeta, un planeta igual que el nuestro, un calco de nuestra existencia. Nosotros vivimos aquí, pero según nos dicen, también lo hacemos allí.
Entonces, ¿nuestro yo allí habrá cometido los mismos errores? ¿vivirá una posibilidad que nosotros rechazamos o destruimos?
Así, utilizando un pretexto imposible, para muchos un tanto forzado (pero desde luego sugestivo), la película aborda cuestiones como quienes somos, quienes podríamos haber sido, como vamos alejándonos de nuestro yo soñado para quedarnos simplemente con nuestro yo, como nos modifica el contacto con los demás, como nos influye la suerte, como tratamos de vivir una vida ordenada en el caos del universo, como…
Con todas estas preguntas, el que busque un relato fantástico de pura evasión, este no es su viaje. Pues Mike Cahill ha creado con Another Earth una película dolorosa, distinta, de aspecto y corazón independiente, algo tramposa, y que puede desprender cierto aroma a cortometraje alargado. Pero ante todo, ha creado una locura realmente sugestiva.