«La nostalgia es el hilo conductor de Bella y Perdida, el último largometraje de Pietro Marcello.»
Corría el año 1842. Lo que sería conocido como Italia años más tarde convulsionaba a la espera de cruentas batallas. Mazzini esperaba el momento para dar alas a sus sueños unificadores. Garibaldi batallaba en Sudamérica a la espera de hacer Historia con la Expedición de los mil. Mientras tanto, un compositor llamado Giuseppe Verdi presentaba la música de su nuevo proyecto llamado Nabucco. Incluso para Verdi se presentaban tiempos de penuria. Acababa de perder a su esposa y dos hijos. No en vano, hasta pocos días antes del estreno tenía decidido no volver a escribir.
Sin embargo, de la rabia y el dolor del artista brotó esperanza para el pueblo italiano. Nabucco se convirtió en una referencia para la unificación. Fruto de la comparación con el errante pueblo judío, miles de ciudadanos plantaban cara al dominio austriaco. Un grito de guerra se despojaba del tercer acto de la ópera. “Oh mia patria sì bella e perduta” resonaba al unísono. La nostalgia por la tierra natal se hizo verso.
La misma nostalgia es el hilo conductor de este largometraje de Pietro Marcello. Ambientada en el sur de Italia, y bañada por el mar Tirreno, se sucede esta historia a caballo entre la veracidad del documental y la ficción. Dos hombres, dos nombres propios, comparten el protagonismo de Bella y perdida. Uno de ellos, Tomasso, custodia el ya abandonado de la mano de Dios palacio real de Carditello. El otro, Pulchinela, representa el ideal del popular rufián de la Comedia del arte italiana. Empapado en estoicismo este último, iniciará un intrigante viaje por Italia cumpliendo el favor de un viejo amigo.
Destacan en la película varios factores determinantes a la hora de tratar su disfrute o calidad. En primer lugar, el guión conjunto de Marcello y Maurizio Braucci. Merece la pena destacar el trabajo de Braucci al mando de Gomorra o Pasolini. Con respecto a esta última obra, se antoja ciertamente visible la influencia del legendario director de Saló o los 120 días de Sodoma en el resultado final de Bella y Perdida.
Otro hermoso detalle digno de mención es el trabajo Salvatore Landi en la Fotografía. Paralelos a la trama principal, los planos de la fauna regional de Campania ayudan a profundizar en el reflexivo mensaje de la película. Es innegable el disfrute por parte del espectador al admirar las estampas de la tierra que abraza los pies del monte Vesubio a lo largo de Bella y Perdida. Asimismo, la banda sonora de Marco Messina constituye la guinda de este bucólico pastel. Con una influencia destacable en el trabajo de Nino Rota, forma parte de forma instantánea en la historia italiana.
Empero, el discurso se torna lúgubre al hablar del mensaje de Bella y Perdida. A los ojos del público no escapará la metáfora de la violenta degradación fruto de la acción de la Camorra al apreciar el derruido palacio Carditello. Italia se desmiembra. Sufren sus pastores. Sufren sus agricultores. Alrededor del metraje interactúan con Pulchinela y su simpático acompañante. Cobra especial importancia, pues, el influjo del Nabucco de siglos atrás. Del mismo modo, la influencia de la ya mencionada Comedia del arte carga de melancólica ambigüedad entre cara y cruz el guión.
Finalmente, una de las principales ideas es la crítica contra el maltrato animal. Una cría de búfalo a las puertas de la muerte se encarga de narrar este alegato a favor de la vida. Junto a sus poéticos comentarios, podrá acertar el melómano de turno a oír de lejos aquel sempiterno Meat is Murder de los Smiths. Sarchiapone, nombre del búfalo, representa la escueta racionalidad retroalimentada por los viejos fantasmas del napolitano oasis rural.
Nabucco cautivó los corazones italianos hace casi doscientos años. No obstante, no se sabe si Bella y Perdida será el nuevo faro que los vuelva a guiar a buen puerto. Por más que el ser humano pretenda torturar a la madre naturaleza, personajes como Sarchiapone y Pulchinela actuarán como mediadores. No sólo en este largometraje, sino durante todos nuestros días.
País Italia
Director Pietro Marcello
Guión Maurizio Braucci, Pietro Marcello
Música Marco Messina
Fotografía Salvatore Landi, Pietro Marcello
Reparto Elio Germano, Sergio Vitolo, Gesuino Pittalis, Tommaso Cestrone
Productora L’Avventurosa Film
Género Drama. Fantástico
Duración 86 minutos
Título original Bella e perduta
Estreno 05/08/2016
Tráiler