Cine para contemplar y comprender: las favoritas en los Bafta

En una entrevista concedida a The Hollywood Reporter con motivo del estreno de Animales nocturnos, Tom Ford se mostró crítico con el consumismo actual y definió su última obra como una representación de sus propios conflictos. Creo que fueron estas contradicciones las que le permitieron construir esa hipnótica mirada que nos permite contemplar y comprender el dolor universal que reside en el origen de nuestra especie. Ford bebe de la filosofía de Schopenhauer y de algunos planteamientos de Nietzsche, y crea su cine a partir de este pensamiento, como también hicieron Paul Verhoeven, Géla Babluani, Krzysztof Kieślowski, Aleksandr Sokúrov e Ingmar Bergman, entre otros.

Además de convertirse en una de las premiadas en el último festival de Venecia, Animales nocturnos cuenta con nueve nominaciones en los premios Bafta, las mismas que La llegada, aunque ambas superadas por La La Land. Las tres películas son, con permiso de las magníficas The neon demon, Cemetery of splendour y Francofonia, las obras recientes que más han apostado por la contemplación estética como camino hacia las preguntas sin respuesta que diariamente atormentan al ser humano y que le acaban arrojando a ese infierno material que denuncia el diseñador.

En el caso de La La Land, Chazelle presenta una celebración de la nostalgia, de aquello que hemos perdido y enviado a un espacio superior e inalcanzable que solo mediante el arte podemos revivir momentáneamente. La La Land supone una creación artística perfecta encaminada a conocer la naturaleza íntima del mundo.

La llegada se acerca a las ideas universales gracias a una reflexión sobre el lenguaje, un pensamiento que recuerda a la clase que imparte el protagonista del primer capítulo del decálogo de Kieślowski (Soy el Señor. Tu Dios). Es cierto que Denis Villeneuve, a diferencia de Damien Chazelle y Tom Ford, incluye una innecesaria trama política donde se impone el optimismo comercial, basado en las teorías hegelianas que el cineasta está acostumbrado a abrazar y que tienen su máximo exponente en el premiado cortometraje Next floor. Aún y todo, el mensaje final se aleja de la resignación, desarma el decorado artificial que compone nuestro sistema para apostar por la poesía y desterrar, al menos durante unos segundos, la dialéctica erística.

Estas tres candidatas a los Bafta han visitado los sótanos más oscuros de la voluntad humana y han sabido darlos a conocer del modo más honesto que es capaz el ser humano: apostando por la contemplación estética frente a las garras siempre presentes del materialismo.

Share this post

Miguel Suárez

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra, articulista en diversos medios y autor de ensayos sobre cine y filosofía. También ha escrito y dirigido cortometrajes y producido piezas de videocreación. Actualmente coordina el Festival Internacional de Cine Fantástico HOA y programa la muestra 'Cine del Este' que se desarrolla en Pamplona.

No existen comentarios

Añade el tuyo