Cuatro peinados icónicos que sorprendieron en el cine

La producción estético-cosmética de los personajes cinematográficos no es un tema menor. Gran parte de la verosimilitud de un filme recae en los vestuarios, el maquillaje y, por supuesto, en los peinados. Estos varían según la clase de historia que se narra. Si se trata de una obra sobre la actualidad, los personajes deben lucir cortes novedosos y consecuentes a la moda. Pero si se trata de una película sobre la Era Victoriana, los accesorios para el cabello deben incluir horquillas, cintillos, peinetas y diademas.

Así, en su afán de lograr un protagonismo superlativo, numerosos actores adoptaron peinados que hoy se han convertido en íconos de la cultura popular.


El ‘pixie’ de Mia Farrow en La semilla del diablo

Actualmente es común observar mujeres con cabellos muy cortos. Sin embargo, esto era inusual en los 60s, y menos en las actrices de Hollywood.

Mia Farrow impactó en La semilla del diablo (1968) con un corte ‘pixie’, lo cual le daba un aspecto más insólito a su papel de madre perturbada. Aunque en la primera mitad del terrorífico largometraje lleva una peluca, hay un momento clave en donde ella luce su escaso pelo, atribuido a una moda propia del estilista Vidal Sassoon.


El peinado de ‘señora’ de Bardem en No es país para viejos

Se supone que un despiadado criminal debe verse como tal, pero Javier Bardem rompió con este esquema.

No es país para viejos (2007) se desarrolla en escenarios sureños de Estados Unidos y en México, donde todo sugiere rudeza y desprotección. En medio de áridos panoramas, Bardem luce un peinado típico de las mujeres adultas. Empero, su anticuado peinado es solo una fachada para la frialdad que manifiesta en cada uno de sus actos. No en vano este papel le valió un Oscar a Mejor Actor de Reparto al español.


Un ‘bob’ muy francés en Amélie

Indudablemente Amélie (2001) es una de las mejores películas francesas del siglo XXI. Y, como toda obra ‘autóctonamente’ gala, desde la banda sonora hasta la producción cosmética derrocha características del país.

Prueba de ello es el clásico corte ‘bob’ francés que lleva Audrey Tautou y que la singulariza a lo largo del filme. Variaciones de este corte se han visto en el personaje de Chantal Goya para Masculino, femenino (1966) y en la adolescente Natalie Portmande El profesional (1994).


James Dean y su corte de ‘chico malo’ en Rebelde sin causa

La aparición de James Dean en Hollywood revolucionó los estándares de la moda masculina. Si bien en Al este del Edén (1955) ya se había destacado por su calidad actoral —obteniendo nominaciones a los Premios Oscar y Bafta—, sería en Rebelde sin causa (1955) donde consolidó su estatus de ‘chico malo’.

En gran medida, esta presencia se la dio su cabello ligeramente degrafilado y peinado hacia arriba, el cual desentonaba con el pulcro y engominado look que tenían los actores consagrados de la época.

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