Después de nosotros (2016), de Joachim Lafosse – Crítica

Después de nosotros

En Después de nosotros se disecciona el final de un matrimonio, emergiendo la frialdad de las hojas de cálculo. Ocaso filmado con una cuidada puesta en escena teatral de Joachim Lafosse para el lucimiento de una formidable Bérénice Bejo.

En la sociedad actual, el divorcio se ha convertido en un hecho común. El número de separaciones se ha visto incrementado según han cambiado los principios morales. En cada ruptura se abisma dolor, fracaso y múltiples daños colaterales; proporcionando al cine una vía para entender las sombras del amor contemporáneo. En los últimos años, el realizador que ha sacado más rendimiento a esta cuestión es el iraní Asghar Farhadi. En la excelente Nader y Simin, una separación (2011) y la notable El pasado (2013) profundiza las consecuencias éticas de un conflicto traumático para tantas partes. La protagonista de El pasado es Bérénice Bejo, que ahora se une a Joachim Lafosse para explorar el distanciamiento de una pareja tras 15 años juntos. En su séptima película, el joven director belga asienta su estilo sobrio, acercándose a la madurez con tan sólo 41 años. En las incómodas Perder la razón (2012) y Los caballeros blancos (2015) se apreciaba un progresivo perfeccionamiento de su estilo, convirtiéndose en una de las voces europeas a las que no perder la pista en el futuro.  En esta ocasión, deja de lado la crudeza y apuesta por indagar en la ternura escondida detrás de la decepción. Con un guión sobre el atrevimiento de hacer lo correcto y a quienes nos llevamos por delante; no nos descubre nada nuevo, empero cada escena presenta detalles impecables. Porque si el final de la pareja es consecuencia de que algo no funciona, al filmarlo Joachim Lafosse se convierte en un retrato tan sólido como certero.

Pese a titularse Después de nosotros en el idioma castellano, el título original de la película de Joachim Lafosse es L’économie du couple. Muchas veces los títulos son irrelevantes, sin embargo, en este caso sintetiza el leitmotiv del filme. La palabra economía evoca frialdad, números y términos complejos. Lo que trasladándolo a la vida en pareja se relaciona con la falta de calor consecuencia del final de la pasión, emergiendo hojas de cálculo con números de una vida pasada. El libreto disecciona el fin del matrimonio de Marie y Boris, separados mentalmente aunque con ataduras físicas generadas por el dinero que valió su esfuerzo en construir una familia. Ante la aparente falta de sentimientos, los dos factores más relevantes de esa operación no aparecen en las cuentas: sus dos hijas. Frente al temor a seguir adelante y aceptar que una etapa de tu vida se ha acabado, se escudan en los números sin ver el daño causado a los más pequeños. Entre gritos y discusiones, Lafosse hace entrar en calor a nuestras emociones pese a vivir en una casa de un ambiente gélido. El director es un observador del caos doméstico a través de unos diálogos verdaderos, cuyo acierto es ser lo más realista posible. Por esta razón, algunas tramas demasiado tremendistas y amparadas en tópicos arrebatan la redondez a un filme más que sólido. Pues no es necesario hinchar con efectismos la cinta; muchas veces la realidad es mucho más desgarradora que la ficción.

Desde el comienzo de la carrera de Joachim Lafosse, sus películas se caracterizan por poseer un estilo conciso, no exento de poderío. Al abordar su nueva película como una obra teatral en un espacio único, atesora la oportunidad perfecta para depurar un estilo que encuentra en este filme su puesta en escena más elegante. La película transcurre en torno a cuatro paredes, generando una atmósfera claustrofóbica al estar su felicidad enjaulada en ella. Teniendo tan poco espacio, la puesta de escena de Lafosse supone uno de los grandes aciertos de la cinta. Cada rincón de la casa está cuidado al detalle, dejando en el inconsciente del espectador reflexiones que no se aprecian a primera vista. Un simple perchero convierte las aparentes simples escenas en el salón en un análisis profundo de la situación. Sin duda, es conmovedor ver cómo se alternan los abrigos de cada uno de los integrantes del hogar, cuyo culmen es una acalorada discusión con los chubasqueros de las descendientes de fondo. Asimismo, se le concede al color una importancia capital. Desde el principio se asocia el color blanco a Marie y el azul oscuro a Boris, explicando con la vista sentimientos que no se pueden transmitir con palabras. A lo largo de toda la película, vemos que las gemelas visten una de azul y otra de blanco, o ambas de blanco con rayas azules. Decisión de gran director el contar con el color de unas camisetas el amor y la integridad familiar. Todos estos detalles conducen a la magnífica planificación del directo belga, junto al admirable trabajo de la dirección de arte, que filma teatro sumando a cada escena recursos cinematográficos que elevan la calidad del resultado final. Un desenfoque o un plano secuencia por las habitaciones de la casa hacen que el mensaje cale con más fuerza. Y si destaca el carácter realista y teatral; las interpretaciones aprovechan con creces el escenario propicio.

A Joachim Lafosse se le puede considerar un buen director de actores. En su corta filmografía se ha rodeado de la élite del panorama francés, siendo muy significativo el rendimiento que ha sacado a las actrices protagonistas. Pese a tener sólo 31 años, en su tercera película, Propiedad privada (2006), contaba con la presencia de una de las más grandes actrices francesas como es Isabelle Huppert, pasando por Emelie Dequenne en Perder la razón hasta Bérénice Bejo. En 2011, The Artist cambió la vida de la actriz francesa con una nominación al Óscar como mejor actriz de reparto. Con un papel tan poco usual, decidió focalizar su carrera en papeles dramáticos, consiguiendo un premio a la mejor actriz en Cannes con El pasado en 2012. Continuando con la misma temática, ha reciclado el estudio realizado en el filme de Asghar Farhadi para realizar una actuación formidable en Después de nosotros. Su agotamiento vital y la falta de resoluciones hipnotizan a los espectadores, llegando a conmover con sus primeros planos a punto de la catarsis emocional. En un momento de la cinta, sostiene que ya no puede mirar a la cara a su marido. Siendo significativo que en la primera vez que aparece Cédric Kahn en pantalla su cabeza esté fuera del plano. El actor francés compone un personaje que piensa que todavía hay una solución, aunque únicamente permanezca su cuerpo en la casa. Como nos indica Lafosse desde el principio, su cabeza ya no pertenece a ese lugar. Esa lucha por llevar la razón hace que las interacciones entre ellos creen las escenas más bellas, como un baile desgarrador que representa la cima emocional de la cinta. Más lejos de los dos protagonistas, las actrices infantiles Jade Soentjens y Margaux Soentjens dan vitalidad y sentido al propósito del libreto. Al igual que la madre de Marie, una solvente Marthe Keller intentado revivir a un muerto desde la perspectiva que le da la experiencia. Todo el casting resuelve con notoriedad  su papel, llevándose Bérénice Bejo todas las miradas y convirtiéndose paso a paso en una gran actriz.

En resumidas cuentas, Después de nosotros consigue diseccionar satisfactoriamente el hundimiento de un matrimonio. Estamos sin lugar a duda ante la obra más madura del joven director belga, como se puede apreciar en la finura de la puesta en escena. En un primer momento, puede parecer que los punzantes diálogos lleven el peso del filme. No obstante, en cada recoveco del hogar se encuentra la dedicación de un equipo para dar profundidad a una historia ya antes vista. Además, si sumamos el gran trabajo de Bérénice Bejo se completa un filme; que si no fuese por algunas decisiones de guión sobrantes, sería redondo. La visión de Joachim Lafosse de la economía y el divorcio hace que su carrera progrese, a la espera de su gran película. En este caso, ha sabido bajar la temperatura mediante una planificación cuidada en pos de unos diálogos veraces. Ya que podemos pensar que la frialdad de la economía únicamente se encuentra fuera de nuestros hogares. Pero cuando entra en ellos, sus consecuencias son demoledoras.

Después de nosotros

Sinopsis Después de 15 años juntos, María y Boris se separan. Ella fue quien compró la casa en la que vive con sus dos hijos pero fue él el que la ha reformado completamente. Ahora se ven obligados a vivir juntos allí, ya que Boris no tiene los medios para pagarse un alquiler. A la hora de hacer cuentas ninguno de los dos quiere dejar de lado lo que considera haber aportado.
País Bélgica
Director Joachim Lafosse
Guión Fanny Burdino, Joachim Lafosse, Mazarine Pingeot, Thomas van Zuylen
Fotografía Jean-François Hensgens
Reparto Bérénice Bejo, Marthe Keller, Catherine Salée, Cédric Kahn, Tibo Vandenborre, Philippe Jeusette, Annick Johnson, Jade Soentjens, Pascal Rogard, Margaux Soentjens, Ariane Rousseau, Francesco Italiano
Género Drama
Duración 100 min.
Título original L’économie du couple
Estreno 14/10/2016

Calificación7
7

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Carlos Chaparro

Estudió Comunicación Audiovisual, permitiéndole trabajar en su pasión: el cine. Un amor incondicional que nació al descubrir a Patricia y Michel paseando por los Campos Elíseos.

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