Elsa y Fred (2014), de Michael Radford – Crítica

Elsa y Fred

En los últimos tiempos resulta frecuente que películas europeas que han alcanzado cierto éxito en el viejo continente den paso a versiones norteamericanas. El público USA es refractario a las versiones originales subtituladas y mucho más a los doblajes. Le cuesta ver producciones realizadas fuera de los EEUU e incluso el consumidor de a pie casi piensa que no hay vida más allá de Hollywood. No es raro, por tanto, que exista un ‘Godzilla‘ (1956) japonés y, unas décadas después le salga un hermano norteamericano (‘Godzilla‘, 1958). Películas como ‘Nikita‘ (1990), ‘Las diabólicas‘ (1955), sin hablar de ‘Abre los ojos‘ (1997) reinventada como ‘Vanila Sky‘ (2001) y tantas otras, de géneros y calidades muy diferentes, gozaron de cierta fama en Europa para ser reinventadas por la industria de Hollywood.

Todo esto viene a cuento de que ‘Elsa y Fred‘ es un remake americano de la película hispano-argentina del mismo título (2005). En literatura se dice que “cuando un plagio es asesinato, no es plagio”, es decir, que cuando una obra literaria inspirada en otra es superior al original, no se la considera plagio, sino que se sugiere simplemente, que la original desaparece, en tanto que producto de inferior calidad.  Tal criterio debería de emplearse también en cinematografía.

No es que esta versión americana de ‘Elsa y Fred‘ sea excepcionalmente superior a la hispano-argentina, es que ambas hacen reír, pero si me apuran, la norteamericana cuenta a su favor con la presencia de dos estrellas de alto voltaje, Shirley MacLaine y Christopher Plummer, que aún en la etapa crepuscular de sus carreras, realizan dos excepcionales creaciones. Ambos actores han entrado por méritos propios en la historia del cine y cualquier cinta que los tenga como co-protagonistas es una garantía de que nos va a entretener.

La versión hispano-argentina causó sensación entre el público castellanoparlante de los EEUU y estuvo en cartel durante casi un año en Puerto Rico. Eso indujo a los avispados productores de Hollywood a intentar una versión más digerible para el público WASP (blanco, anglo-sajón y protestante,) que no siendo hoy lo que era, sigue teniendo indudable peso e influencia en el país y es, desde luego, el principal consumidor de productos cinematográficos.

En aquella versión hispano-argentina, China Zorrilla realizó una genial interpretación en la que consiguió crear una atmósfera excepcionalmente agradable con sus silencios y tiempos muertos en una de las más altas expresiones amorosas y de ternura del cine hispano-americano. La apuesta norte-americana es de otro estilo; entre sus méritos figura la rapidez y el humor. Es el mismo argumento visto desde una perspectiva diferente. Y, como no podía ser de otra manera, Shirley MacLaine, a sus 81 años, no decepciona.

En la versión americana, los hijos de dos familias se asombran al ver a sus progenitores comportarse como niños. La primera escena en blanco y negro está extraída de la película de FelliniLa Dolce Vita‘ (1960), con Anita Eckberg y Marcello Mastroiani en la Fontana de Trevi. Esa primera escena es esencial para entender de qué va la película. El agua corriendo imparable y su sonido, los reflejos de la Fontana bañando los rostros maravillosos (en blanco y negro) de los protagonistas de ‘La Dolce Vita‘ te habla de la rapidez con que pasa la vida. Imposible de atrapar entre los dedos de la mano.

Elsa y Fred‘ representa la necesidad que tenemos de buscar a lo largo de la vida al amigo que esté dispuesto a jugar con nuestras aventuras y participe de nuestros sueños. Por eso y por otras cosas las parejas deberían, cubierto el tema de la procreación como empresa, ejercitarse en soñar, imaginar y realizar sus deseos confesables (e incluso aquellos otros no tan confesables). Y si la persona con la que han vivido no está dispuesta a vivir nuestras aventuras hay que esforzarse en tener los ojos abiertos a las oportunidades. Hay, en definitiva, que inventarse a otras realidades. Lo que propone la historia de ‘Elsa y Fred‘ es no ser unos muertos vivientes. Soñar, vivir. Nos dice que somos y existimos a través de la mirada del otro; por ello necesitamos un testigo de que lo hemos logrado.

¿Qué puede decirse de la dirección de esta cinta? Michael Radford es un director fogueado que no se prodiga excesivamente pero que tiene en su haber una docena larga de películas en las que figuran algunas tan notables como la distopía orwelliana ‘1984‘ (1984) con John Hurt, Richard Burton y Suzanna Hamilton, o ‘El cartero y Pablo Neruda‘ (1994) por citar las que particularmente tenemos más aprecio. Radford ha dirigido a actores famosos y siempre ha potenciado sus cualidades. Director discreto, siempre se recuerdan con simpatía (e incluso admiración) sus películas, mucho más que su persona, lo cual es raro en la industria del cine en la que el creador siempre procura quedar por encima de su obra, pues no en vano el ego es a la industria del cine lo que el caparazón a la tortuga.

Radford ha conseguido una comedia romántica sobre la vejez que no deja indiferente y que merece verse, aunque solamente sea para compararla con el original y entender los dos caminos que siguen la cinematografía de Hollywood y las latinas. Bien contada, extraordinariamente interpretada, con ritmo, con medida, con armonía, sin altibajos, sin tiempos muertos, sin detalles inútiles, el espectador, al salir de la sala tendrá la sensación de que ha empleado bien los 104 minutos que dura la proyección y las monedas que ha debido dejar en taquilla.

Sorprende que Shirley MacLaine, ya octogenaria, siga rodando a un ritmo endiablado. Cuando todavía no nos hemos recuperado de la sorpresa que había constituido su presencia en un papel secundario en ‘La vida secreta de Walter Mitty‘ (2013) y cuando se anuncia que ‘The Locals‘ (2015) está acabando la fase de montaje y nos ofrecerá un mano a mano entre Vera Farmiga, Shirley MacLaine y John Turturro, esta película que hoy comentamos es, en el fondo, una perífrasis simbólica, casi una parábola, de lo que ha constituido la vida misma de su protagonista: mantenerse en pie, mantenerse activo, mantenerse con sueños, deseos, fantasías, con todo lo que ayuda a vivir. Cuando se pierde todo esto, por mucho que el corazón bombee y alguna neurona funcione, la vida, la verdadera Vida con mayúscula, ha desaparecido.

La norteamericana no ha “asesinado” a su homóloga hispano-argentina. Simplemente es otra cosa, y ambas, créanme, merecen verse.

Elsa y Fred

Sinopsis Es la historia de dos personas que, al final del camino, descubren que nunca es demasiado tarde para amar y hacer que los sueños se hagan realidad.
País Estados Unidos
Director Michael Radford
Guión Anna Pavignano, Michael Radford
Fotografía Michael McDonough
Reparto Shirley MacLaine, Christopher Plummer, Marcia Gay Harden, Scott Bakula, Chris Noth, James Brolin, Jared Gilman, George Segal, Wendell Pierce, Dave Randolph-Mayhem Davis, Erika Alexander, Jaime Camil, Indigo, Lisa Sheridan, Donny Boaz, Lance E. Nichols, Reg Rogers, Jackie Tuttle, Osvaldo Ríos
Productora Coproducción USA-México-Reino Unido; Defiant Pictures / Rio Negro / Creative Andina
Género Romance
Duración 104 min.
Título original Elsa & Fred
Estreno 10/07/2015

Trailer

Calificación7
7

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Amor DiBó

Trabaja en el mundo editorial, y le gusta la arquitectura, viajar, el cine, la robótica-nanotecnología, hacer tortilla de patata, el té y la buena educación.

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