Freud en el cine reciente

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El cine comercial, especialmente en los últimos años, solo recurre a Freud para insultarlo. Por eso, he querido recuperar miradas que se acercan de modo correcto a su obra.

El pensamiento de Sigmund Freud supone una lectura obligada para cualquier cineasta que quiera desarrollar personajes complejos que admitan la falta de una respuesta concreta y universal. Viendo que el arte, en definitiva, debe huir de las respuestas, podemos decir que leer a Freud es simplemente obligatorio para cualquier creador.

Algo más complicado es representar al profesor en sí mismo. Caer en tópicos, críticas infundadas y retratos banales es lo habitual. Generalmente, el cine comercial, especialmente en los últimos años, solo recurre a Freud para insultarlo sin argumento alguno. Por eso, aquí he querido recuperar miradas que se han acercado de modo correcto a su obra.



Un método peligroso, de David Cronenberg (Reino Unido, 2011)

Aunque, en esta ocasión, solo me centraré en Un método peligroso, todas las películas de David Cronenberg están influidas por las teorías freudianas. En Un método peligroso, decidió presentar directamente a Freud, a través de la interpretación de Viggo Mortensen.

Es en las pulsiones de los personajes y en la atmósfera que crea el cineasta donde encontramos gran parte de las ideas de Freud.

Las obras que cito en esta lista comparten un mismo propósito: no se describe el pensamiento de Freud de forma explícita. Es en las pulsiones de los personajes y en la atmósfera que crea el cineasta donde encontramos gran parte de sus conceptos. Por ejemplo, Cronenberg construye un Freud cuyas ideas son puestas sobre la mesa, en parte, gracias a lo que le sucede a Jung durante el tratamiento que aplica a Sabina Spielrein (aunque, como sabemos, Jung se alejaría poco a poco de muchas de estas ideas).



El vendedor de tabaco, de Nikolaus Leytner (Austria, 2018)

En 2018, siete años después del filme de Cronenberg, llegó a los cines El vendedor de tabaco, donde es Bruno Ganz el encargado de encarnar al médico de Příbor. De nuevo, no es tanto la palabra de Freud lo que nos acerca a él, sino los sueños recurrentes y el despertar sexual del joven protagonista. Además, a todo ello se suma el temor que provoca una tragedia inevitable: la entrada del nazismo en Viena.

De nuevo, no es tanto la palabra de Freud lo que nos acerca a él, sino los sueños recurrentes y el despertar sexual del joven protagonista.

A través del comportamiento del joven, de sus obsesiones y de la destrucción de muchos de sus vecinos, vemos a uno de los Freud más lúcidos de la historia del cine. Nikolaus Leytner evita extensas conversaciones, que en otras películas se reducen a simples reproducciones literales de la obra de un escritor. Trata de hacernos comprender la importancia de Freud desde la misma realidad, defendiendo ideas que hoy no solo no deben ser condenadas, como a veces sucede, sino reivindicadas y estudiadas.



Trotsky, de Alexander Kott y Konstantin Statskiy (Rusia, 2017) y Freud, de Marvin Kren (Alemania, 2020)

En último lugar, voy a citar dos miniseries: Trotsky y Freud.

En Trotsky, el papel de Freud es secundario y se presenta durante un encuentro ficticio con el revolucionario ruso.

A pesar de su breve aparición, esta excelente serie de Alexander Kott y Konstantin Statskiy, mucho mejor que la mayoría de éxitos triviales que ofrecen las plataformas digitales, no deja de citar a Freud durante todo el metraje. En cada arrepentimiento, deseo u odio de Trotsky vemos esos espacios lúgubres de la mente humana que el profesor trató de iluminar

A esta hay que unir el título más reciente de la lista, Freud, donde son continuas las referencias tanto a sus propuestas iniciales como a las personas que más le marcaron.

Hay que destacar cómo convierte a Lou Andreas Salomé en una pieza esencial de la trama. Nos presenta la relación de Freud con esta escritora de origen ruso de un modo tan claro como lo hizo la película de Cordula Kablitz-Post (Lou Andreas-Salomé, 2016).

En definitiva, Freud siempre estará presente en el cine, porque, como explicaba Jason Zinoman en su libro Shock Value, incluso aquellos que no le estudiaban, como Carpenter y O’bannon, crearon películas que no dejan de hablar de él.

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Miguel Suárez

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra, articulista en diversos medios y autor de ensayos sobre cine y filosofía. También ha escrito y dirigido cortometrajes y producido piezas de videocreación. Actualmente coordina el Festival Internacional de Cine Fantástico HOA y programa la muestra 'Cine del Este' que se desarrolla en Pamplona.

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