Hypnotic (2023), de Robert Rodriguez

«Si no tienen mejor opción y no esperan una obra maestra, véanla porque aburrir no aburre»

Ni tiene el sello característico del Rodríguez de los noventa (Abierto hasta el amanecer o El Mariachi) que, al menos, entretenía con su gore tarantiniano, ni tampoco le llega a la suela de los zapatos a Cristopher Nolan en su intento de mostrar una historia que se sale de lo habitual y que plantea realidades distintas que, en este caso y para desgracia del espectador, resultan estrafalarias. Aunque siempre me ha caído fatal, creo que Ben Affleck es lo mejor de la película. Hace el papel de un detective (Danny Rourke), obsesionado por la desaparición de su hija, que se adentra en una investigación de robos de Bancos donde se topa con hipnotistas que, al parecer, tienen que ver con el asunto de su niña que, por otro lado, tanto le está afectando laboral y psicológicamente. El film empieza bien, con una trama de suspense que te mantiene alerta, para luego añadir un ingrediente original (la hipnosis) que resulta sugerente y que, a priori, puede dar mucho de sí. Hasta ahí todo correcto y la idea parece buena, pero en el nudo y desenlace de la cinta se cae todo al subsuelo: la inserción de la hipnosis en la trama, pasa de ser original a inverosímil, y el desenlace edulcorado es vergonzante y hasta ridículo. A Affleck le favorece no sonreír y poner cara de amargado porque, cuando en otras películas enseña dientes y se intenta hacer el gracioso, resulta grotesco. A William Fichtner (Dellrayne), otro de los protagonistas, siempre le ha ido muy bien el papel de malo así que nada nuevo bajo el sol, y el resto del reparto lo calificaría de mediocre: Alice Braga, JD Pardo y demás intervinientes.

La señora Braga (Diana Cruz) hace de colega de aventuras de Affleck y no me convence en su papel, le viene grande. Se la nota forzada y le falta naturalidad en las escenas de acción. Por otro lado, hay una curiosa e importante presencia de latinos en el reparto y supongo que tendrá que ver conque el director sea de origen mejicano o quizá, no sé, por las imposiciones de paridad. A Rodríguez se le da bien las escenas violentas y este es otro de los puntos positivos a destacar del film: es indudable que las situaciones crudas relacionadas con la sangre siempre le han dado resultado; por esto, mi recomendación es que deje las narraciones psicológicas a directores como Nolan, que saben lo que se hacen, y siga dedicándose a lo suyo, ¡zapatero a tus zapatos!

Lo mejor de la cinta es que es corta y, la verdad, es que se deja ver. Así que, si no tienen mejor opción y no esperan una obra maestra, véanla porque aburrir no aburre, pero es un claro ejemplo de un quiero y no puedo, un intento fallido de adentrarse en un género que, a este director, le es ajeno.

Calificación6.5
6.5

Share this post

Guillermo Pérez-Aranda Mejías

Soy un escritor romántico con matices quevedescos. Disfruto con lo absurdo del surrealismo y me apasiona encarcelarme en mi castiza torre de marfil, donde desarrollo mi creatividad rodeado de música, de libros, de cine y de lo más selecto de la humanidad huyendo así, en la medida de lo posible, de lo más mundano. Roquero trasnochado y poeta de lo grotesco, he decidido, como si fuera un samurái que se destripa por su honor, entregar mi vida por entero al arte.

No existen comentarios

Añade el tuyo