«La Buena Esposa arranca con la noticia de la concesión del premio Nobel. A partir de ese momento se inicia un exorcismo -muy finamente llevado, por cierto- en el que empiezan a mostrarse claras muchas cosas que hasta ese momento estaban soslayadas»
Atención: película de producción británica con director sueco. Digo lo de atención porque siempre es de agradecer una obra dentro del canon clásico, y más con el alud de películas con trucos digitales y tal que últimamente nos asola.
El director es el sueco Björn Runge, más conocido en su país por sus documentales y por sus programas de televisión. De él nos llegó una película anterior llamada Happy End, del 2011, que fue muy poco vista. El caso es que habiendo constatado su buen trabajo en La Buena Esposa, me están viniendo ganas de ver esa su otra película.
Cuenta La Buena Esposa la historia de un escritor llamado Joe Castleman, quien ya de mayorcito recibe la noticia de que se le va a conceder el premio Nobel. El escritor es de lo más egocéntrico, y no es de extrañar que el apellido sea el que es, pues dice mucho de su cosmovisión, muy centrada en él y alrededor de él. Por cierto, el actor que encarna a este escritor es Jonathan Pryce, que está muy en su punto. Podría haber sido la suya una buena actuación, y lo es, si no fuera porque la actuación de Glenn Close es realmente brillante. Glenn Close encarna a la esposa del escritor, una sufrida mujer con mucho talento para la escritura.
La Buena Esposa arranca con la noticia de la concesión del premio Nobel. A partir de ese momento se inicia un exorcismo -muy finamente llevado, por cierto- en el que empiezan a mostrarse claras muchas cosas que hasta ese momento estaban soslayadas. Me estoy refiriendo a que un secreto va saliendo del armario, hasta que se muestra totalmente. Alrededor de ese secreto gira toda una vida, que afecta incluso a la del hijo del matrimonio Castleman (encarnado por el actor británico Max Irons, hijo de Jeremy Irons). Otra buena actuación por su parte, eclipsada por la brillantez de Glenn Close, que lo llena todo sin proponérselo.
Prosigo. Según nos vamos acercando al momento de la concesión del premio, ya en Suecia, van saliendo sapos y culebras. Una de ellas la protagoniza un arribista, un cazador de oportunidades, encarnado por Christian Slater, quien acaba por ejercer de exorcista involuntario, el que hace sacar del armario lo que nuestra pareja protagonista tenía guardado para si en su armario particular.
El otro gran hallazgo de la película es la actriz que encarna al personaje de Glenn Close de jovencita, de cuando el matrimonio Castleman iniciaba su noviazgo. Esta actriz se llama Annie Starke, que resulta ser la hija de Glenn Close en la vida real. Pues bien, su actuación, aún siendo breve, es tan brillante como la de su madre.
Hay en La Buena Esposa, además de las delicias cinematográficas que nos ofrece, un alegato a favor de la mujer creativa (la señora Castleman) que vive bajo el paraguas carismático del supuesto escritor de éxito que es el marido en cuestión (el señor Castleman).
Sinopsis Joan Castleman es una buena esposa, de belleza madura y natural, la mujer perfecta. Pero lo cierto es que lleva cuarenta años sacrificando sus sueños y ambiciones para mantener viva la llama de su matrimonio con su marido, Joe Castleman. Pero Joan ha llegado a su límite.
País Reino Unido
Dirección Björn Runge
Guion Jane Anderson
Música Jocelyn Pook
Fotografía Ulf Brantas
Reparto Glenn Close, Jonathan Pryce, Logan Lerman, Christian Slater, Harry Lloyd, Max Irons, Annie Starke, Alix Wilton Regan, Karin Franz Körlof
Género Drama
Duración 100 min.
Título original The Wife
Estreno 19/10/2018