«Agatha Christie calificó La casa torcida como una de sus obras favoritas, pero incluso ella tendría problemas para resolver el puzle de cómo esta versión salió tan mal»

Dirigida por Gilles Paquet-Brenner, el mismo que realizó La llave de Sarah (2010) o Los lugares oscuros (2015) nos presenta La casa torcida, basada en una novela de la insigne escritora Agatha Christie, aunque con el guion escrito por  Julian Felowes, quien también escribió Gosford Park (2001), aquel juego de sobremesa meramente inglés, que ofrecía una visión precisa de la sociedad, con sus numerosas castas y tensiones. Y donde Robert Altman dejaba impresa su huella en la textura del film. Bien, pues aquí nada de nada. Crooked House nos presenta a unos excelentes actores (totalmente desaprovechados) que nos ofrecen una serie de diálogos, en una realización totalmente impersonal y desganada.

La interpretación está a la altura, y nos referimos a grandes actores como la maravillosa Clenn Close, pero no esperen que se salga de la pantalla con interpretaciones como Las amistades peligrosas (Stephen Frears, 1988) o Albert Nobbs (Rodrigo García, 2011); Terence Stamp (El hogar de Miss Peregrine para niños, 2016); Gillian Anderson (la mítica serie de televisión Expediente X); Max Irons (Cosecha amarga, 2017) y otros como Julian Sands (El elegido, 2016). Como hemos dicho anteriormente, ninguno está oportunamente aprovechado y su participación se esfuma de inmediato.

Para todos aquellos admiradores de la dama del crimen, no les será difícil adivinar el funcionamiento de la película: un microcosmos tejido con red de araña, en el que la intriga, el misterio y, un crimen campa a sus anchas. Evidentemente, todos son sospechosos.

Tres generaciones de una multimillonaria familia inglesa, se reúnen en la lujosa mansión del patriarca (Aristides Leónides) a la muerte de éste. Las sospechas de que ha sido envenenado no tardan en surgir. Sophia (Stefani Martini) pedirá entonces al detective privado y ex amante Charles (Max Irons) que haga lo posible por esclarecer el caso. Entre los sospechosos se encuentran la excéntrica cuñada de la víctima (Glenn Close), la joven y mimada viuda (Christina Hendricks) y su nuera (Gillian Anderson).

Agatha Christie calificó La casa torcida como una de sus obras favoritas, pero incluso ella tendría problemas para resolver el puzle de cómo esta versión salió tan mal. Su ritmo es demasiado lento, con exposiciones forzadas, y un metraje demasiado largo. Es más: la cinta termina segundos después de la revelación del asesino, y Paquet-Brenner no parece interesado en preguntarse sobre las motivaciones del acto criminal. En fin, no les voy a decir que no vayan a la sala a visionarla, pero si lo hacen, que sepan lo que les espera.

Sinopsis Aristides Leónides es el patriarca de una adinerada familia de origen griego que será asesinado poco después de que su nieta presente a la familia a su prometido, hijo de un detective de Scotland Yard, que será quien deberá resolver el crimen.
País Reino Unido
Dirección Gilles Paquet-Brenner
Guion Julian Fellowes
Música Hugo de Chaire
Fotografía Sebastian Winterø
Reparto Glenn Close, Terence Stamp, Christina Hendricks, Gillian Anderson, Max Irons, Stefanie Martini, Amanda Abbington, Julian Sands, John Heffernan, Roger Ashton-Griffiths
Género Intriga
Duración 115 min.
Título original Crooked House
Estreno 13/04/2018