Una película muy visible, en cuanto a buen oficio de director y actrices y actores, pero que, sin embargo, cuenta con un guión que es la apología de la extravagancia.
Arranca La gran mentira con un señor mayor y una señora, igual de mayor, que traman una cita a través de una red social. Ya de entrada, se mienten: se mienten, porque están utilizando falsos nombres. Podríamos pensar que estamos ante un drama, en la que él y ella tratan de dar un sentido a sus vidas. O una comedia, en la que él y ella tratan de tener entretenidos a los espectadores. Pero no, lo de empezar a mentir va a encaminarse a un no parar de mentir, y a cada mentira, mayor es el exceso. Es decir, La gran mentira no es una comedia exactamente, ni tampoco es un drama, todo y conteniendo un trasfondo de venganza, lo cual vemos en el desenlace final. Ni tampoco es un thriller, o quizá sí. En realidad, La gran mentira cuenta una extravagante historia, un ajuste de cuentas que empieza de una manera y acaba de otra, con un relleno que es de una excentricidad total. Digamos que la pretenciosidad lo ocupa todo, al menos eso me ha parecido. O si lo prefieren: una película muy bien plasmada, con todo el buen oficio de Bill Condon, el director, y el gozo de ver actuando juntos a Helen Mirren y Ian McEllen. Dicho de otro modo: una película muy visible, en cuanto a buen oficio de director y actrices y actores, pero que, sin embargo, cuenta con un guión que es la apología de la extravagancia. Bien, más que un guión extrafalario, lo es la historia, que es de un retorcido que hace que el trasfondo de la historia, si lo hubiese, acaba exhalando pretenciosidad. Y yo me pregunto: ¿qué cuesta, con tan buenos profesionales, tramar una historia más plausible y coherente? En fin, no tengo respuesta. En todo caso, podría ser La gran mentira una película para ver un domingo por la tarde, emponzoñados los espectadores en aceitosas palomitas, mientras dormitan en el sofá.
Podría gustar a quienes sean fans incondicionales de Helen Mirren y, muy especialmente, de Ian McEllen, que hace todo un recital.
Como señalé, lo mejor de La gran mentira es que, en cuanto oficio y dominio de las formas, está muy en la línea del cine inglés. Pero ni con ello se puede salvar a la historia de su pretenciosidad. En todo caso, La gran mentira podría gustar a quienes sean fans incondicionales de Helen Mirren y, muy especialmente, de Ian McEllen, que hace todo un recital.
Sinopsis Roy Courtnay es un estafador profesional que no puede creer su suerte: ha conocido online a la adinerada viuda Betty McLeish. A medida que ella le abre su corazón, Roy se sorprende a sí mismo al darse cuenta de que alberga sentimientos hacia ella, convirtiendo lo que debería ser una estafa fácil y sencilla en una de las situaciones más complejas de su vida.
País Estados Unidos
Dirección Bill Condon
Guion Jeffrey Hatcher
Música Carter Burwell
Fotografía Tobias A. Schliessler
Reparto Helen Mirren, Ian McKellen, Russell Tovey, Jim Carter, Mark Lewis Jones, Jóhannes Haukur Jóhannesson, Phil Dunster, Laurie Davidson, Michael Culkin, Aleksandar Jovanovic, Athena Strates
Género Intriga
Duración 109 min.
Título original The Good Liar
Estreno 05/12/2019