La gran seducción (The Grand Seduction)

La gran seduccion

No hay explosiones, ni vampiros, ni apocalipsis zombies. La gran seducción es una película sobre gente real con problemas reales. Problemas que por desgracia están a la orden del día para demasiadas personas en demasiados lugares. Tickle Cove fue en su día un lugar idílico del que disfrutaban unos pocos privilegiados, pero la edad de oro se terminó hace mucho tiempo. Es hora de renovarse o morir. Reconstruir o marcharse. Futuro o nada. Y Ulises no quiere marcharse de Ítaca.

A pesar de que su situación es bastante deprimente (una comunidad entera castigada con el paro), los habitantes de este puerto (no confundir con “pueblo”) sacan fuerzas de la nada para reírse de los listos que vienen de la ciudad. A saber, un médico que se mete en problemas y cuya redención pagará pasando consulta en este remoto lugar; y un empresario corrupto.

Cuando su mujer se marcha en busca de un futuro mejor, Murray French (interpretado por Brendan Gleeson) decide coger las riendas y consigue que sus desesperados vecinos se impliquen en convertir su amado puerto en una cosa que no es, con el fin de que se construya una fábrica en la zona. Es necesario mantener el engaño las veinticuatro horas del día durante un mes, por lo que se dividen en turnos para no desfallecer. Porque una cosa está clara: en Tickle Cove quieren trabajar.

La pequeña comunidad necesita un médico para que la empresa en cuestión acceda a construir la fábrica allí. El cabeza de turco es el Doctor Lewis (Taylor Kitsch). Acostumbrado a enmascarar la realidad como cirujano plástico, aquí no se entera de nada. Sin médico no hay fábrica. Hay que enamorarle. Rápido.

Don McKellar dirige este remake de la canadiense Le grande séduction (dirigida en 2003 por Jean-François Pouliot) en la que no se cuenta nada nuevo. Si agitamos, obtenemos la mezcla (casi) perfecta entre Doctor en Alaska, Bienvenido Mr. Marshall y El show de Truman. Algo más grave son las debilidades del guión, que resultan incomprensibles porque parecen fáciles de solventar. En algún momento del metraje da la impresión de que el médico tiene una amnesia no explicada, y el happy ending previsible se produce por obra y gracia de los dioses.

Sin embargo, si algo destaca en La gran seducción es la pareja formada por Murray y su inseparable Simon (el veterano actor canadiense Gordon Pinsent), un Sancho Panza más pirado que su Quijote, que si se tiene que marchar de Tickle Cove, lo hará con los pies por delante. La inmensa belleza de los planos del paisaje emociona, y el aprovechamiento en todo momento de la luz natural es muy valorable. Se agradece el tono cómico y la compasión infinita empleados en contar esta historia, que en realidad es muy dura. Tiene momentos muy brillantes, como las escuchas telefónicas y aquellos que muestran cómo utilizan sus recursos (bastante limitados) para montar todo ese circo alrededor de sus visitantes. Al final, el resultado es una película medianamente divertida y ligeramente entrañable con un guión desajustado que habla sobre todo de amar la tierra y defender lo que es tuyo.

La gran seduccion

Sinopsis Los habitantes de un pequeño pueblo tienen que encontrar a un médico si quieren que una empresa construya una fábrica en la zona. La tarea se le encomienda a Murray French, que elige a Paul Lewis. A partir de ese momento, todos los vecinos intentan seducir al Paul para que se quede con ellos de forma permanente.
País Canadá
Director Don McKellar
Guión Ken Scott, Michael Dowse
Música Paul-Étienne Côté, Maxime Barzel, François-Pierre Lue
Fotografía Douglas Koch
Reparto Brendan Gleeson, Taylor Kitsch, Gordon Pinsent, Liane Balaban, Mark Critch, Mary Walsh, Morgan T. Lee
Productora Max Films inc. / Morag Loves Company
Duración 115 min.
Género Comedia
Título original The Grand Seduction
Estreno 19/09/2014

Trailer

Calificación5
5

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Cristina Sánchez de Pedro

Licenciada en Comunicación Audiovisual, especializada en Coolhunting, Análisis de tendencias y periodismo de moda. Consumidora compulsiva de películas, series y revistas de moda y tendencias. Escritora frustrada transformada en bloggera que vuelca contenidos periódicamente en mamaisproud.com

1 comment

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  1. Pia Torres 17 junio, 2015 at 22:49 Responder

    ¡Vale la pena ver esta cinta! Pocas veces un remake llega al nivel de la película original. En el caso de “La gran seducción”, logra mantener (y mejorar, en algunos momentos) lo que ya pudimos ver hace 10 años de la mano del director Jean-François Pouliot. En esta nueva versión seguimos sin salir de Canadá, aunque cambiamos el francés por el inglés. La propuesta actualizada de Don McKellar nos vuelve a situar en un pequeño pueblo costero de Quebec, donde sus habitantes tratarán de ‘seducir’ al nuevo doctor para que se instale permanentemente. Este remake se gana a pulso la categoría de ‘cine para toda la familia’ gracias a los recurrentes gags y divertidas escenas que se suceden sin cesar. Sin embargo, la película vuelve a caer en los tópicos propios de las películas rurales, como la idea de que la gente verdaderamente auténtica vive en los pueblos. En definitiva, nos presenta un pueblo hecho a la medida del personaje de Taylor Kitsch, pero realmente trata de convertirse en el destino perfecto para el espectador. Ver esta propuesta nos asegura, dos horas de deliciosa comedia rural, junto con unas irresistibles ganas de viajar lejos de la gran ciudad.

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