Quien acuda a ver La Llorona se va a encontrar con los mismos tópicos, los mismos desenlaces, los mismos sustos.
De James Wan hemos visto, por poner unos ejemplos de mal recordar, alguna película. Se me ocurren La Monja y la serie de The Conjuring: Expediente Warren. Y James Wan, a parte de director, es productor. Y en el caso que nos ocupa, La Llorona, actúa como productor. Y la pregunta que me hago es: ¿hay diferencia en los temas cuando James Wan dirige o produce? Pues no, la verdad, no hay diferencia en los temas y no hay diferencia en las formas. Ya saben, cine de terror, un género en el que ya estaba todo dicho. Y no solo dicho, sino hecho. Lo que quiero decir es que las películas sobre exorcismos y posesiones diabólicas llegaron a sus máximos con la legendaria El Exorcista (año 1973), de William Friedkin. Todo lo que se ha hecho después no llega a ese techo. Por tanto, quien acuda a ver este tipo de películas se va a encontrar con los mismos tópicos, los mismos desenlaces, los mismos sustos (que, de tan previsibles, no son sustos ni nada). Y este es el caso de La Llorona, una película que puede conducir a aburrir el género de terror. O lo que es lo mismo: para volver a entusiasmarnos con una película de terror, la película tiene que ser muy buena. Y no es el caso de La Llorona. De James Wan únicamente salvaría de la quema la primera de la serie The Conjuring.
Debo decirles que mientras veía La Llorona, y nada más comenzar, intuí que sería una pérdida de tiempo. Y no me equivoqué. Entonces, pues, ¿a quién puede interesar una película así? Pues a quien no haya visto El Exorcista, por recurrir al ejemplo anterior. O bien, a quien tenga el cerebro cinematográfico en encefalograma plano.
¿Hay diferencia cuando James Wan dirige o produce? Pues no, la verdad, no hay diferencia en los temas y no hay diferencia en las formas.
Cuenta La Llorona la historia de una madre que ha perdido a sus hijos, y a ella misma. En ese perderse y disolverse en el éter psíquico, la madre se convierte en un espectro, en un espectro en busca de hijos ajenos que sirvan para paliar su irresoluble congoja. Este espectro, que acude a una casa en donde vive una mujer con sus dos hijos. Esta mujer, normal, constata, a través de sus hijos, que una presencia extraña y amenazante pulula por su casa. Por cierto, esta madre, una mujer normal, es agente social, una especie de auxiliar de la policía en asuntos sociales. Por cierto, la casa en donde estos hijos y madre viven es de alto nivel. Es decir, que no viven en un pisito, lugar que inspira poco morbo. Pues bien, hablamos de una casa grande, terreno propicio para escenificar presencias terroríficas.
Hecha esta observación, les diré que todo acontece según el canon de películas de este estilo. No hay ninguna sorpresa, pues todas estas películas discurren por los mismos caminos trillados. Por si fuera poco, el medio digital y los equipos de sonido de las salas de cine obran el milagro de mantenernos despiertos a base de ruidos y demás trucos del almendruco. Por tanto, pues, les ahorraré más improperios.
Sinopsis La Llorona es una aparición tenebrosa, atrapada entre el Cielo y el Infierno, con un destino terrible sellado por su propia mano.
País Estados Unidos
Dirección Michael Chaves
Guion Mikki Daughtry y Tobias Iaconis
Música Joseph Bishara
Fotografía Michael Burgess
Reparto Linda Cardellini, Patricia Velasquez, Raymond Cruz, Sean Patrick Thomas, Tony Amendola, Marisol Ramirez, Jaynee-Lynne Kinchen, Roman Christou, Andrew Tinpo Lee
Género Terror
Duración 93 min.
Título original The Curse of La Llorona
Estreno 18/04/2019
¿Que no hay diferencias cuando Wan dirige? ¿Que no hay diferencia en las formas? ¿En serio te parece igual «The Conjuring» que «La Monja»? Lo siento pero tras leer esto ya no le leido mas, imposible seguir despues de soltar semejante disparate.