La monja guerrera no es una buena serie. Pero es lo suficientemente divertida y loca como para dedicarle una tarde de verano.
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Una trama enloquecida
La serie La monja guerrera, inspirada en unas novelas manga homónimas, está creada para que sus diez capítulos sean vistos en dos tardes. Hay escenas que te arrancan una sonrisa por su ridiculez, como Ava fingiendo ser monja y coqueteando con la ofensa religiosa. Obviamente, no es una buena serie, pero es una serie entretenida de ciencia ficción. Es divertida, y puede ser una opción para una tarde de verano.
El público que continúa la serie hasta el final lo hace por los momentos en los que no se toma en serio a sí misma.
La serie tiene, incluso, escenas dramáticas y existenciales. Sin embargo, el público que continúa la serie hasta el final lo hace por los momentos en los que no se toma en serio a sí misma. Porque hay cosas que no entiendo, como Lilith digievolucionado en la bruja de Hanzel y Gretel. No lo entiendo, pero me encanta. El espectador puede admirar las cabriolas sobre esta historia, donde a una huérfana tetrapléjica asesinada por una monja-enfermera le introducen el halo de un ángel para ser revivida y convertirse en una monja guerrera que lucha contra los demonios en la Orden de la Espada Cruciforme. Lo mejor es que tiene cierta calidad visual, hay una estética clara, tiene personalidad y unos códigos de estilo.
Acento español
Se ha criticado a La monja guerrera por ser blasfema y cursi. Pero cuando sienten que se han pasado con la burla a la Iglesia, dedican a continuación un capítulo entero a la unidad ante la adversidad y la fe, como el capítulo Isaías 30, 20-21. Por momentos pensé que era propaganda católica porque dan ganas de hacerse monja, si no fuera por los votos monásticos.
Cuando sienten que se han pasado con la burla a la Iglesia, dedican a continuación un capítulo entero a la unidad ante la adversidad y la fe.
Es interesante ver que dos o tres actores son españoles. Es de agradecer descubrir rostros cercanos y conocidos. Sorprende la hermana Camila, interpretada por Olivia Delcán. La serie, además, está ubicada en varias ciudades españolas. Por supuesto, no escatiman en topicazos castizos, desde la paella hasta el aspecto mexicano de los españoles. Y Rosalía en el soundtrack…
Conclusiones
El último capítulo es para echarlo a comer aparte, es un despipote. Cada escena resulta mejor que la anterior. Produce el hype y la suficiente buena sensación para que estemos deseando ver la segunda temporada.
Perfecta heredera de Jóvenes y brujas, y continúa la estela de otras series del género, también de Netflix, como Las escalofriantes aventuras de Sabrina.
La monja guerrera es una perfecta heredera de Jóvenes y brujas, y continúa la estela de otras series del género, también de Netflix, como Las escalofriantes aventuras de Sabrina.
Me encantaría ver mayor ridiculez en la próxima temporada, como el concierto cristiano que vimos en The Boys o involucrar creaciones de los Amigos de Cristo en Estados Unidos, como minigolfs con temática de la Biblia o confesiones autoservicio estilo McDonalds.
Ficha de la serie
País Estados Unidos
Creación Simon Barry
Dirección Simon Barry, Jet Wilkinson, Mathias Herndl, Agnieszka Smoczynska, Sarah Walker
Reparto Charlize Theron, Harry Melling, Kiki Layne
Guion Greg Rucka
Género Serie – Acción
Título original The Old Guard
