Una lista de las mejores películas del año nunca es justa. Muchas producciones no han llegado a nuestras salas, festivales o plataformas de vídeo bajo demanda y, por lo tanto, resulta imposible acercarse por completo a una selección real de toda la creación audiovisual reciente. Sin embargo, sí es posible analizar, gracias a la mirada de diversos cineastas, países y géneros, la esencia del cine contemporáneo.

1. La La Land

Chazelle presenta una celebración de la nostalgia, de lo que pudo ser y no fue, de aquello que hemos perdido y enviado a un espacio superior e inalcanzable, y que solo mediante el arte podemos revivir momentáneamente. La La Land supone una creación artística perfecta encaminada a conocer la naturaleza íntima del mundo.

2. Paraíso

El magnífico director ruso Andréi Konchalovski ha estrenado este año Paraíso una de esas obras que sin duda pasará a la historia. La define una gran frase eterna que escuchamos en el filme: “¿Qué pensaría Chéjov de lo que pasa hoy en el mundo?”

3. Sieranevada

Un viaje surrealista construido a través de conversaciones triviales, discusiones rutinarias y conspiraciones. Seres comunes, infelices, defendiendo ideas que, ciertas o no, nunca saldrán de las cuatro paredes de su hogar.

4. En la Vía Láctea

Emir Kusturica regresa a la gran pantalla con En la Vía Láctea para continuar su personal y difícil peregrinación hacia la verdad. Kusturica vive probablemente como sus personajes, como cualquier creador, agredido por la metralla de la banalidad e intentando encontrar sentimientos en esa tormenta violenta y consumista en la que se ha convertido nuestro día a día.

5. Mother!

El proceso creativo, la jauría humana, las dos caras del arte, el nacimiento de una idea como una historia de amor y, por encima de todo, la destrucción inevitable. Dos protagonistas comprometidos en un viaje hacia la oscuridad que surge en el alma individual. Mother! es la representación más exacta de la mente humana desde la pintura de Pollock, una oscuridad que halla todo ser que se atreve a profundizar en sí mismo.

6. Spoor

En Spoor, Holland añade ironía, suspense y fantasía a lo que en el fondo es la historia de una revolución, una mujer que intenta poner trabas a las intocables castas que gobiernan su realidad y exigir una mínima reflexión a sus vecinos.

7. La alta sociedad

Cuando terminé de ver hace unos años El pequeño Quinquin, recuerdo que deseé que aquella experiencia no terminara. Ahora, gracias a su nueva película, Bruno Dumont ha permitido que se cumpla este deseo. La alta sociedad conecta directamente con su anterior filme y continúa la reflexión sobre el mal y otras condenas humanas.

8. The Putin Interviews

Frente a la superficialidad que habitualmente encontramos en las entrevistas y noticias de los medios españoles sobre Rusia, se agradece una conversación como la que Stone establece con Vladímir Putin. Una oportunidad para conocer al presidente ruso de la mano de uno de los grandes cineastas de nuestro tiempo.

9. El amante doble

Ozon dialoga con Cronenberg, Schopenhauer, Freud o Dostoyevski sin renunciar en ningún momento a Ozon. El amante doble es una película excepcional, un encuentro entre el arte y su origen, tanto a nivel intelectual como orgánico.

10. La cura del bienestar

La cura del bienestar es un trabajo que, desde el primer fotograma, causa una inquietud constante. Verbinski ha dirigido su mejor película, su producción más lograda. Todo en ella nos repele y nos atrae al mismo tiempo. Al igual que los pacientes del balneario del filme, nosotros tampoco queremos salir de ahí.

11. Safari

Tras En el sótano, Ulrich Seidl nos plantea de nuevo un viaje incómodo a aquellos lugares donde una clase expone sin reservas sus pulsiones animales. Seidl, en Safari, utiliza la cámara evitando juicios para que nosotros seamos testigos del horror hecho burgués. Aquellos que más poseen, como sucedía en la primera parte de su trilogía Paradies, se convierten en los que menos humanidad desarrollan.

12. Boris sin Béatrice

Boris sin Béatrice se mantiene durante todo el metraje envuelta en diversas capas de nostalgia, inseguridad, enfermedad, instintos y, en especial, arte renovador del espíritu. La unión de todas estas constituye una gran obra rica en interpretaciones y abierta a aquellos que todavía conserven la capacidad de sentir.

13. The disaster artist

James Franco ganó la Concha de Oro en el último festival de San Sebastián con un proyecto tan divertido como cruel: la historia de un enigma convertido en director de cine. La fascinación con la que Franco describe a sus personajes es contagiosa y acaba causando que les admiremos, suframos con sus errores y compartamos sus dudas.

14. Happy end

Visto únicamente en festivales (en el caso de nuestro país), el último largometraje de Michael Haneke recoge las ideas fundamentales de su filmografía, donde la sociedad burguesa europea descubre que todos sus sueños están manchados de sangre.

15. Stefan Zweig: adiós a Europa

Zweig fue un autor expulsado de su patria, un creador que describió el amor de la forma más exacta posible y que acabó hallando en su amplio conocimiento de las relaciones humanas la razón para acabar con todo. Mediante diversos capítulos de su exilio, Maria Schrader muestra en Stefan Zweig: adiós a Europa cómo un miedo a la destrucción final del alma humana provocó que el escritor se suicidarse junto a su segunda esposa en 1942.

16. La seducción

La seducción es una película de terror. Es un thriller psicológico de secuestros. Es todo eso desde la personalidad de una directora como Sofia Coppola, que difumina las fronteras entre el bien y el mal, desprecia el maniqueísmo y destaca las pasiones destructivas del alma humana.

17. El otro lado de la esperanza

La mirada de Kaurismäki revela de modo honesto y sin edulcorantes la situación de los refugiados, a la vez que describe la soledad del individuo. El otro lado de la esperanza en relato sobre seres que se enfrentan cada día a un mundo en el que han nacido, pero que les rechaza continuamente.

18. Hunt for the Wilderpeople, a la caza de los ñumanos

En una sociedad dependiente de la tecnología y de los supuestos avances que genera el consumismo salvaje, otro tipo de salvajismo, el de la inocencia pasoliniana, se muestra de nuevo ante nosotros.  Hunt for the Wilderpeople podría formar un ciclo con la magistral Captain Fantastic (Matt Ross, 2016) para seguir luchando, como el maestro italiano, por una naturaleza humana pura y ajena a las imposiciones capitalistas.

19. Le fils de Joseph

De la pintura de Caravaggio a la reflexión a partir de algunos pasajes de la Biblia, Le fils de Joseph nos adentra en situaciones cotidianas, dramas humanos que, sin magia ni fantasía, trascienden de la simple materia para instalarse en nuestra conciencia.

20. Bajo la sombra

Babak Anvari explora, como hizo Jennifer Kent en Babadook, los miedos sociales y humanos a partir de elementos fantásticos. Si en aquella observábamos el insufrible acoso de la sociedad sobre una madre y su hijo, aquí encontramos también la violencia o el tradicionalismo como herramientas al servicio del terror real.

21. Verónica

Verónica evita, con gran cierto, caer en el morbo que podría provocar un truculento suceso como el que inspira la película, para adentrarse en las incertidumbres de una adolescente que comienza a perder el control sobre su vida.

22. Lady Macbeth

En Lady Macbeth, William Oldroyd se sumerge de la mano del escritor ruso Nikolai Leskov en la corrupción que generan las actitudes de una clase beneficiada por la injusticia y la desigualdad.

23. Ana, mon amour

Diana Cavallioti y Mircea Postelnicu ofrecen dos de las interpretaciones más destacadas del año en Ana, mon amour, durísimo relato sobre el amor que firma Calin Peter Netzer.

24. El valle de la venganza

El mejor western del año llega de la mano de Ti West, uno de los cineastas más relevantes del cine fantástico contemporáneo. West presenta, acompañado por un excelente reparto, una serie de errores que acaban desembocando en una espiral de violencia sin vuelta atrás.

25. Gold

El nadador y Muerte de un viajante viven en la esencia de esta historia. Gold habla sobre la muerte del sueño americano y la fragilidad de un sistema económico construido sobre un gran fraude.