‘Lost River‘ es un lugar en el que todo puede empeorar. Un territorio post-apocalíptico producto de cuánto se le ha ido la mano al hombre. Una especie de adicción de la que no puedes escapar y que te empuja a hacer cosas desagradables. Un sitio tan abandonado en el que un sádico con pinta de pringao y una cazadora hortera es el rey porque lleva unas tijeras. Un pueblo en el que la naturaleza se ha tomado la justicia por su cuenta y se ha tragado el asfalto. Una Disneylandia sumergida.
Por ‘Lost River‘ desfilan una Norma Desmond que no abre la boca, un bebé de dos años que extraña que tenga ganas de hablar (y no esté catatónico), una chica que canta a la luz de un flamenco de neón, una madre desesperada que asegura poder sacar cualquier cosa del bolso, un matón en coche con megáfono, un depravado sexual que resulta ser el director del banco y un chaval que no arregla su coche ni a la de tres. Porque si lo hiciera, probablemente no habría historia.
El debut en la dirección de Ryan Gosling es como una cita que acaba mal. Hacia la mitad no sabes cómo se te ha ido tanto de las manos y cualquier alternativa de final parece poco procedente. Ha hecho lo que le ha dado la gana, que para eso es el director, y ha primado en todo momento la forma antes que el fondo. Visualmente es una película agradable en cuanto a composición fotográfica y cromática. Está muy bien montada. A veces su estética recuerda a ‘Drive‘, a veces a ‘My blueberry nights‘. También planea la sombra de ‘Spring breakers‘ (comparten director de fotografía, Benoît Debie). Un cierto tufillo a ‘Blue Velvet‘. En definitiva: Ryan Gosling se tiene que pulir como director. No está todo por perdido.
Lo mejor: El casting. Aunque el papel de Christina Hendricks recuerda mucho a Joan Harris (la secretaría de ‘Mad men‘), solo que en vez de estar desesperada por amor lo está por dinero. Iain De Caestecker resulta totalmente convincente y, además, guarda un extraño parecido físico con el director. Sin embargo, todavía no he visto una película en la que Saoirse Ronan no se coma al resto de sus compañeros. Mención especial para el nuevo icono del kistch cinematográfico de la década: la cazadora dorada de Bully (Matt Smith), quizá un guiño de Gosling a su papel en ‘Drive‘. También hay que destacar la secuencia inicial entre ruinas y destrucción con banda sonora de máquina de discos de los cincuenta. El papel de Eva Mendes. Menos mal que has venido, Eva. El silencio de los bajos del cabaret. La banda sonora, tocada por la varita de Johnny Jewel. El consejo «Vete al sur y no pares hasta que veas palmeras», aplicable a cualquier momento de tu vida.
Lo peor: Que Ryan Gosling pensó que con su estilo podía crear algo bonito a partir de la destrucción, la miseria, la basura y la mugre. Que los desahucios producto de la gran crisis económica eran el marco incomparable. Y lo peor de lo peor es que ha sido un quiero y no puedo demasiado evidente. Las ventajas y desventajas del principiante cuando además eres un actor de moda: patinazo, pero volveremos a vernos.
Sinopsis Cuando un adolescente descubre un camino secreto hacia una ciudad subacuática, su madre se ve arrastrada a un macabro submundo de fantasía.
País Estados Unidos
Director Ryan Gosling
Guión Ryan Gosling
Música Johnny Jewel
Fotografía Benoît Debie
Reparto Christina Hendricks, Saoirse Ronan, Iain de Caestecker, Matt Smith, Eva Mendes, Ben Mendelsohn, Barbara Steele, Reda Kateb, Demi Kazanis, Carey Torrice, Torrey Wigfield, Garrett Thierry
Productora Bold Films / Marc Platt Productions / Phantasma
Género Fantástico
Duración 95 min.
Título original Lost River
Estreno 17/04/2014
Trailer