Midsommar (2019): Sobre lo pagano y la luz del Dia

Midsommar desata las honduras de su propia locura, y hace de su fascinante disección psicológica un ejercicio rutinario de desarrollo de remordimientos, ausencias y negaciones.

Empezar este comentario sobre la divinidad es una certeza casi filosófica. Porque es una película que deja muchas sensaciones. Y es que las sensaciones que deja Midsommar, el nuevo largometraje del sorpresivo Ari Aster (cineasta convulsivo que dejo su huella resonante con su ópera Hereditary), son disímiles. En su universo contradictorio, existen la luz y la oscuridad. Aquí la luz establece prolegómenos siniestros y la oscuridad deja su epílogo sin final en las estribaciones del alma de los personajes. La película deja al inicio los compases iniciales de su obertura demoníaca: Dani (Florence Pugh) es una joven frágil, débil, dependiente, sufre una tragedia familiar indecible. Christian (Jack Reynor) es su novio, carga con el peso invisible de un amor que murió antes de nacer, tal vez desde el momento en que conoció a Dani, hace cuatro años, ya no la ama, ni la desea, Jack decidió que solo sobrevivirá a Dani.

Christian decide, pedirle a Dani que lo acompañe a el y a sus amigos Mark (Will Poulter), Josh (William Jackson Harper) y Pelle (Vilhelm Blomgren) a un viaje a Suecia, a la aislada comunidad de Pelle allá donde termina el horizonte, con un interés netamente académico. A partir de este punto la película desgrana su oscura intención lentamente, valiéndose de esos recursos habituales con los que los cineastas emergentes del terror intelectual construyen sus delicadas filmografías: planos abiertos, texturas homogéneas (aquí la película solo hace uso de colores vivos, blancos que matizan los paganismos ancestrales), personajes que van orquestando sus dolores insondables a medida que el ambiente se hace mas asfixiante, uso de oscuridades perennes o luminosidades que se niegan a desaparecer. Porque aquí Midsommar se debe entender como el reflejo luminoso de un ser oscuro dividido cuya otra cara es Hereditary, mientras que en una se asiste a la destrucción familiar (aun resuena en la memoria el sordo llanto de Toni Collette en Hereditary) aquí la destrucción se atomiza, establece su esencia particular en una relación que deshila su angustia en esa luminosidad perturbadora.

Y es que en Midsommar Dani y Christian se entregan a una iconografía y al designio ineluctable de sus paisajes psicodélicos de flores vivas y bailes a la sombra de los paganismos postmodernos, si bien la película explora los costumbrismos que aun viven en el mundo como huesos que sobresalen de sus tumbas más allá de la tierra, el espíritu secreto de la película es su propia conciencia interna: la muerte de una relación como una metáfora de los ciclos estacionales que dictan los destinos de la tierra.

Ari Aster logra en Midsommar la desestabilización del espectador. Desata las honduras de su propia locura, (los traumas de los personajes de Aster cargan con el peso de sus propios finales) y hace de su fascinante disección psicológica un ejercicio rutinario de desarrollo de remordimientos, ausencias y negaciones. Midsommar se destruye y construye como una película que hace una anatomía profunda del terror como una evidencia de que este género se construye a partir del dolor, el remordimiento, la pérdida. Todo esta en la luz y la oscuridad. Todo está en lo humano.

RecomendaciónEs una película fascinante, de lento transcurrir, ansiosa, algo lúgubre. Logra dar esa sensación. Aún en medio de la luz que nunca que agota y de esa noche que no quiere venir jamás.


Sinopsis Una pareja estadounidense que no está pasando por su mejor momento acude con unos amigos al Midsommar, un festival de verano que se celebra cada 90 años en una aldea remota de Suecia. Lo que comienza como unas vacaciones de ensueño en un lugar en el que el sol no se pone nunca, poco a poco se convierte en una oscura pesadilla cuando los misteriosos aldeanos les invitan a participar en sus perturbadoras actividades festivas.
País Estados Unidos
Dirección Ari Aster
Guion Ari Aster
Música Bobby Krlic
Fotografía Pawel Pogorzelski
Reparto Florence Pugh, Jack Reynor, Will Poulter, William Jackson Harper, Ellora Torchia, Archie Madekwe, Vilhelm Blomgren, Julia Ragnarsson, Anna Åström, Anki Larsson, Lars Väringer, Katarina Weidhagen van Hal, Isabelle Grill
Género Terror
Duración 145 min.
Título original Midsommar
Estreno 15/11/2019

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