Mil noches, una boda (Party Girl, 2014) – Crítica

Mil noches una boda

Mil noches, una boda‘ cuenta la historia de una señora de 60 años que lleva ejerciendo la prostitución durante prácticamente toda su vida adulta. Angélique, ese es su nombre, decide aceptar la propuesta de matrimonio de un cliente asiduo. Se trata de un buen hombre, simpático y atento. Sin embargo, su relación con él no será fácil, pues exigirá acogerse a un modo de vida convencional, con todo lo que ello conlleva: comodidades, estabilidad, rutina, compromiso, ataduras, limitaciones. No resultará sencillo para Angélique, quien ha vivido siempre al margen de todo esto.

Si bien no es una trama original – cuantas variaciones de esta historia hemos oído, leído o visto (comenzando por la archiconocida ‘Pretty Woman‘)-, la película adquiere interés conforme va profundizando en los problemas de la pareja para acoplarse y compartir un estilo de vida. Tanto es así que el film escrito y dirigido por Marie Amachoukeli-Barsacq, Claire Burger y Samuel Theis termina por ser una confrontación entre dos formas de entender la existencia: aquella que abraza las convenciones sociales y aquella que antepone a estos sus apetencias, instintos y pensamientos. Es entonces cuando ‘Mil noches, una boda‘ adquiere sentido.

Mucho más interesante se muestra la cinta en esos momentos que cuando se adentra en los derroteros del drama social, presente durante casi todo el metraje. Se trata de un relato frío que presenta a una protagonista de carácter hermético, lo cual produce un cierto distanciamiento. Este efecto lo utilizan otros directores europeos (los hermanos Dardenne por ejemplo) para que el espectador pueda juzgar sin demasiada implicación emocional, algo que aquí no tiene mucho sentido, pues la finalidad última del film no es la crítica.

Es por ello que durante muchos minutos asistimos sin excesiva devoción, aunque sin caer en el aburrimiento, a las desventuras de esta alma «libre». Minutos bien aderezados por una música excelente, pero que sólo adquieren importancia para nosotros en su último tercio, donde el desenlace se revela coherente y magnífico.

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Calificación7
7

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Arturo G. Maiso

Viajero y cinéfilo. Director de Marketing en una plataforma de financiación participativa, CEO de AGM Comunicación Multimedia y director de El Cine en la Sombra.

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